190
piel (barc).
2015;30(3):189–191
La paciente acude a la consulta 6 meses ma´s tarde, habiendo realizado tratamiento de forma inconstante con preparados to´picos, a pesar de lo cual habı´a empeorado presentando en ese momento placas eritematosas infiltradas de bordes irregulares, lı´mites netos, la de mayor taman˜o en el dorso de la nariz y otras de menor taman˜o en las regiones malares con intensa fotosensibilidad. Referı´a claro empeoramiento tras exposicio´n solar.
Beatriz Di Martino Ortiz*, Tatiana Moreno y Ana Buongermini
Ca´tedra de Dermatologı´a, Hospital de Clı´nicas, Facultad de Ciencias Me´dicas, Universidad Nacional de Asuncio´n, Asuncio´n, Paraguay * Autor para correspondencia. Correo electro´nico: beatr
[email protected] (B. Di Martino Ortiz). http://dx.doi.org/10.1016/j.piel.2014.09.004 0213-9251/ # 2014 Elsevier Espan˜a, S.L.U. Todos los derechos reservados.
Brotes recurrentes de ampollas en las piernas Recurrent outbreaks of leg blisters
Historia clı´nica
Exploracio´n fı´sica
Un varo´n de 71 an˜os consulto´ por la aparicio´n de ampollas en las piernas desde hacı´a varias semanas. Como antecedentes personales destacaba que se habı´a sometido a la colocacio´n de una pro´tesis de cadera hacı´a un an˜o y, recientemente, a raı´z de una lumbalgia, habı´a tomado una tanda de analge´sicos/ antiinflamatorios (paracetamol y metamizol). El paciente referı´a que hacı´a un an˜o, durante los meses de verano, habı´a presentado un brote de ampollas similar al actual. Su me´dico de cabecera le prescribio´ una pauta corta de corticoides orales y el cuadro se resolvio´ en varias semanas. En ambas ocasiones las ampollas habı´an aparecido de forma brusca, sin acompan˜arse de sintomatologı´a alguna, aparte del prurito local. El paciente negaba contacto con animales o plantas y tampoco habı´a ingerido ningu´n medicamento en los dı´as previos a la aparicio´n de las lesiones. Asimismo, ninguno de sus familiares presentaba lesiones similares.
Se observaron varias ampollas tensas, de taman˜o variable (de hasta 1 cm) localizadas en ambas piernas, exclusivamente por debajo de las rodillas; algunas estaban intactas y tenı´an contenido seroso, mientras que otras estaban rotas, dejando expuesta una piel subyacente eritematosa, muy bien delimitada y con la piel adyacente sana (fig. 1). No presentaba lesiones similares en otras localizaciones ni en las mucosas, y tampoco se palpaban adenopatı´as ni visceromegalias.
Se realizo´ una biopsia de una de las lesiones en la cual se observaba una epidermis sin alteraciones, con la presencia de un moderado infiltrado inflamatorio de´rmico perivascular
Figura 1 – Lesiones localizadas en extremidad inferior izquierda.
Figura 2 – Infiltrado inflamatorio perivascular que afecta a dermis superficial y profunda.
Exploraciones complementarias
piel (barc).
en la dermis superficial y profunda constituido mayoritariamente por eosino´filos, linfocitos y polimorfonucleares. Dicho infiltrado tambie´n afectaba al panı´culo adiposo sin observarse vasculitis (fig. 2). La inmunofluorescencia directa de la piel sana perilesional fue negativa. En la analı´tica sanguı´nea se detecto´ una leucocitosis (10,8 109/l) con un 55,1% de linfocitos, algunos de ellos con cromatina cuarteada, ası´ como discreta trombocitopenia (111,3 109/l) y LDH elevada (514 UI/l).
Conflicto de intereses Declaramos no tener ningu´n conflicto de intereses.
2015;30(3):189–191
191
Ine´s Zarzoso Mun˜oza*, Carla Ferra´ndiz-Pulidoa, Berta Ferrer Fa`bregab y Vicente Garcı´a-Patos Brionesa a
Servicio de Dermatologı´a, Hospital Universitario Vall d’Hebron, Barcelona, Espan˜a b Servicio de Anatomı´a Patolo´gica, Hospital Universitario Vall d’Hebron, Barcelona, Espan˜a * Autor para correspondencia. Correo electro´nico:
[email protected] (I. Zarzoso Mun˜oz). http://dx.doi.org/10.1016/j.piel.2014.11.022 0213-9251/ # 2014 Elsevier Espan ˜ a, S.L.U. Todos los derechos reservados.