Ciencia en la sombra

Ciencia en la sombra

Enferm Clin. 2010;20(4):250–254 www.elsevier.es/enfermeriaclinica ARTI´CULO ESPECIAL Ciencia en la sombra Marı´a Pilar Lo ´pez-Sancho Instituto de ...

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Enferm Clin. 2010;20(4):250–254

www.elsevier.es/enfermeriaclinica

ARTI´CULO ESPECIAL

Ciencia en la sombra Marı´a Pilar Lo ´pez-Sancho Instituto de Ciencia de Materiales, Madrid, Espan ˜a Recibido el 9 de marzo de 2010; aceptado el 15 de abril de 2010 Disponible en Internet el 19 de junio de 2010

PALABRAS CLAVE Ciencia; Ge ´nero; Mujer

KEYWORDS Science; Gender; Women

Resumen La exclusio ´n de las mujeres de los centros del saber ha sido una constante desde tiempos remotos. Esta asimetrı´a no se ha considerado injusta hasta el siglo pasado cuando algunas historiadoras introdujeron el concepto de )ge ´nero* como categorı´a analı´tica para interpretar los hechos considerados histo ´ricos. En el siglo xx las mujeres consiguieron derechos civiles y la admisio ´n en los centros de ensen ˜anza superior; en la actualidad ma ´s de la mitad de los tı´tulos expedidos por las universidades europeas los obtienen mujeres, sin embargo e´stas no llegan a desempen ˜ar el 18% de las ca ´tedras. La comisio ´n europea, preocupada por este desequilibrio, creo en 2001 la unidad )women in science* para analizar las causas que impiden a las mujeres progresar en el mundo cientı´fico y tecnolo ´gico. A pesar de los diez an ˜os de seguimiento mediante estudios estadı´sticos desagregados, de las mu ´ltiples publicaciones y recomendaciones para corregir la situacio ´n, la presencia de mujeres en las categorı´as ma ´s altas y en los puestos de responsabilidad sigue siendo muy baja. & 2010 Elsevier Espan ˜a, S.L. Todos los derechos reservados. Science in the shadows Abstract The exclusion of women from knowledge centres has been been a constant feature since time immemorial. This inequality was not considered unjust until the last century when some historians introduced the ‘‘gender’’ concept as an analytical category to interpret some history considered facts. In the XX century women achieved civil rights and admission to higher education centres, and currently more than half the degrees issued by European universities are obtained by women. However, less than 18% are professors. The European Commission, concerned with this imbalance, created the ‘‘Women in Science’’ Unit in 2001to analyse the reasons that prevented women from progressing in the scientific and technological world. Despite almost ten years of follow-up using segregation statistical

Correo electro ´nico: [email protected] 1130-8621/$ - see front matter & 2010 Elsevier Espan ˜a, S.L. Todos los derechos reservados. doi:10.1016/j.enfcli.2010.04.004

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251 studies from many publications and recommendations to correct the situation, the presence of women in the highest categories and in positions of responsibility continues to be very low. & 2010 Elsevier Espan ˜a, S.L. All rights reserved.

Ciencia en la sombra En 1895, Alfred Nobel escribio ´ sus u ´ltimas voluntades dejando una gran parte de su inmensa riqueza para el establecimiento de los que hoy se conocen como Premios Nobel y que constituyen el ma ´ximo galardo ´n al que puede aspirar un cientı´fico. En 1900 se establecieron los premios de Fı´sica y de Quı´mica, de Fisiologı´a y Medicina, de Literatura y el de la Paz. El conocido como Premio Nobel de Economı´a fue instituido en 1968 por el banco Sveriges Riskband en honor a Alfred Nobel, y su primera entrega tuvo lugar en 19691. En el an ˜o 2009, la Fundacio ´n Nobel ha incluido entre sus galardonados a cinco mujeres, algo verdaderamente inso ´lito. El premio de Literatura ha recaı´do en una mujer, el de Quı´mica lo han recibido una mujer y dos hombres, el de Medicina dos mujeres y un hombre y el de Economı´a una mujer y un hombre. Del total de trece premiados en 2009, las cinco mujeres representan un 38,46%, si comparamos con la composicio ´n de la poblacio ´n en general no parece una proporcio ´n tan exagerada como para merecer atencio ´n. Sin embargo lo es y mucho si consideramos que el porcentaje de mujeres no llega al 5% del total de Premios concedidos por la Fundacio ´n Nobel desde 1901 a 2009. En Fı´sica, de los 186 premiados, u ´nicamente dos son mujeres, un 1,075%; en Quı´mica de los 156 premiados 4 son mujeres, un 2,56%; en Fisiologı´a y Medicina han recibido el Premio Nobel 10 mujeres de los 195 premiados, un 5,12%, y en Economı´a una mujer de los 64 premiados, el 1,56%1. La baja representacio ´n femenina en los premios ma ´s prestigiosos es un reflejo de lo que pasa en la vida acade´mica y en la sociedad cientı´fica. Existe una tendencia a justificar los bajos porcentajes por la tardı´a incorporacio ´n de las mujeres a las tareas intelectuales. Sin embargo, ya en el siglo VI antes de nuestra era, en la escuela de Pita ´goras habı´a mujeres que trabajaban en matema ´ticas. La ma ´s conocida, Theano, difundio ´ los conocimientos pitago ´ricos por Grecia y Egipto al morir Pita ´goras2. Pero el nombre de Theano no aparece en los libros de historia de la ciencia, como tampoco aparecen los nombres de las muchas mujeres que, venciendo obsta ´culos y dificultades, han contribuido con su trabajo al progreso cientı´fico. No olvidemos que la ciencia es una construccio ´n cultural que se nutre del trabajo colectivo y muchos investigadores ano ´nimos preparan el terreno para las grandes conquistas. Isaac Newton, uno de los grandes genios de la ciencia, ya dijo )ysi he visto ma ´s lejos que otros hombres es porque me he aupado en hombros de gigantesy*3. A lo largo de la historia hay muchas mujeres que destacan y se ajustan a las caracterı´sticas de e´xito en boga, pero el u ´nico nombre de mujer que aparece en los libros generales de historia de la ciencia es el de Madame Curie, cuyo trabajo merecio ´ el Premio Nobel de Fı´sica en 1903 y el Premio Nobel de Quı´mica en 19114. Hasta muy entrado el siglo XX las mujeres eran, en general,

invisibles en el mundo cientı´fico, y tambie´n para los historiadores de la ciencia. La exclusio ´n sistema ´tica sufrida por las mujeres en el campo cientı´fico se puso de manifiesto en los estudios realizados con )enfoque de ge´nero*. La introduccio ´n del concepto de ge´nero en los estudios histo ´ricos cambia la interpretacio ´n y la valoracio ´n de los hechos y las caracterı´sticas correspondientes a un periodo histo ´rico, que resultan diferentes desde el punto de vista de los hombres y de las mujeres. Ası´, por ejemplo, la Revolucio ´n Francesa (1789), no significa lo mismo para los hombres que para las mujeres, ya que e´stas no fueron incluidas entre los beneficiarios de sus conquistas a pesar del lema )Libertad, Igualdad, Fraternidad*5. A pesar de que hubo muchas mujeres que participaron en la Revolucio ´n, la )Declaracio ´n de los derechos del hombre y del ciudadano* publicada en 1789 no incluyo ´ a las mujeres. La ciudadana Olympe de Gouges escribio ´ como protesta la )Declaracio ´n de los derechos de la mujer y de la ciudadana*. Esta osadı´a, junto con otras desavenencias, le costaron la cabeza, siendo guillotinada en 17936. En Francia, las mujeres no obtuvieron el derecho al voto hasta 1945. La perspectiva de ge´nero cuestiona y revisa la versio ´n androce´ntrica en la construccio ´n del saber. Segu ´n la prestigiosa historiadora norteamericana Sandra Harding7, el ge´nero es una categorı´a analı´tica con la que los humanos hemos organizado nuestra actividad social y nuestra forma de pensar. Tanto el ge´nero como la ciencia son representaciones de la realidad elaboradas por los humanos. Ası´ como la ciencia es la construccio ´n cultural del universo, el ge´nero lo es del sexo8. Es nuestra construccio ´n del ge´nero la que ha formado los estereotipos que han caracterizado a lo largo de la historia lo que se considera )femenino* y )masculino*. Los estereotipos han variado en las distintas e´pocas, culturas y sociedades, pero, en general, las atribuciones de lo masculino han sido siempre ma ´s valoradas que las de lo femenino. En este nuevo marco de ana ´lisis han surgido estudios de las biografı´as y de los logros cientı´ficos de muchas mujeres9. A finales de los an ˜os noventa tanto en Estados Unidos como en Europa surgieron movimientos que denunciaban que las mujeres estaban discriminadas negativamente en el mundo acade´mico. Fue muy importante el estudio publicado en 1999 por el Instituto Tecnolo ´gico de Massachusetts, de Estados Unidos, ma ´s conocido por sus siglas en ingle´s, MIT, en el que las autoridades acade´micas de esta prestigiosa institucio ´n admitı´an que las mujeres estaban discriminadas negativamente y se proponı´an medidas para mejorar esta situacio ´n injusta10. La Comisio ´n Europea en 2001 creo ´, dentro de la Divisio ´n de Ciencia y Sociedad, la Unidad de Mujeres y Ciencia que ha impulsado la realizacio ´n de estudios estadı´sticos desagre gados por sexo. Estos estudios han puesto de manifiesto la

252 baja representacio ´n femenina en la ciencia, representacio ´n que decrece segu ´n se avanza en la carrera cientı´fica en ˜a, todos los paı´ses que forman la Unio ´n Europea11. En Espan segu ´n el estudio )Acade´micas en cifras*12, en el an ˜o 2007 las mujeres constituı´an el 54% del alumnado matriculado, el 60,3% del alumnado con estudios realizados, pero so ´lo el 36,2% de los profesores titulares de universidad eran mujeres, cifra que se reduce al 14% al considerar las ca ´tedras de universidad. En la Agencia Estatal de Investigacio ´n-CSIC, en 2008, el 58% de las becas y el 48,3% de los contratos los obtenı´an mujeres. Al pasar a la plantilla fija, el 40% de los cientı´ficos titulares y el 31,8% de los investigadores eran mujeres y en la categorı´a ma ´s alta, profesores de investigacio ´n, el porcentaje de mujeres era del 21,9%13. Esta evolucio ´n de la carrera profesional, en la que segu ´n ascendemos en las categorı´as acade´micas e investigadoras disminuye el nu ´mero de mujeres, da lugar a lo que se conoce como gra ´fica tijera, comu ´n, como hemos apuntado, en todos los paı´ses de nuestro entorno. Estas estadı´sticas demuestran, segu ´n los ana ´lisis sociolo ´gicos, la existencia de un sesgo o discriminacio ´n negativa hacia las mujeres en el mundo acade´mico y cientı´fico. La exclusio ´n de las mujeres del )saber* no es algo nuevo. Ya en la Grecia cla ´sica, las mujeres no podı´an hablar en el a ´gora y la mayorı´a de las escuelas de filosofı´a no admitı´an mujeres. Aristo ´teles fundo ´ el Liceo en Atenas en el 335 a.C., su obra, conocida como el )Corpus Aristoteuicum*, es un compendio de todo el saber de su e´poca que se ha conservado en su totalidad, y esta ´ considerada la base de nuestra cultura. En su Polı´tica dice textualmente: ) trata´ndose de la relacio ´n entre macho y hembra el primero es superior y la segunda inferior: por eso, el primero rige y la segunda es regida* . Aunque durante el Imperio Romano las mujeres siguieron estando supeditadas al hombre y relegadas al hogar, algunas pudieron aprender y ejercer la medicina. La llegada del cristianismo supone otro punto de inflexio ´n muy claro en la frase de San Pablo de Tarso siglo I, )Mulieres in ecclesia taceant* , las mujeres en la iglesia calladas. En el siglo IV, San Agustı´n de Hipona sigue en esta lı´nea con ideas como )Las mujeres no deben ser iluminadas ni educadas en forma alguna* . En el siglo VIII Carlomagno creo ´ las Escuelas Catedralicias u ´nicamente para cle´rigos y establece el latı´n como lengua oficial, excluyendo a las mujeres de la lengua de la cultura. Aun ası´, en los monasterios las mujeres estudiaban, investigaban, y las abadesas tenı´an un cierto poder. Algunos monasterios femeninos alcanzaron gran prestigio en paı´ses como Irlanda, Inglaterra y Alemania. Sobresale Hildegard de Bingen (1098–1179) que dejo ´ una obra que abarca desde la medicina, la filosofı´a, la historia natural (descripcio ´n de la flora y la fauna de su regio ´n), hasta la mu ´sica9. Muy cauta, en las introducciones de sus obras siempre hace constar que )era una pobre mujer, y era Dios quien hablaba por ella*. En este periodo, siglos X y XI alcanzo ´ su esplendor la Escuela Me ´dica de Salerno, fundada en el siglo IX, donde confluı´an la tradicio ´n greco-romana con los conocimientos de a ´rabes y judı´os y que llego ´ a ser el centro ma ´s importante de medicina de la e´poca. Se sabe que allı´ trabajaban mujeres, se conocen como las ) mulieris salernitanae* , y hay un tratado escrito en el siglo XI en latı´n, )Passionibus mulieribum curandorum* sobre como curar enfermedades

M.P. Lo ´pez-Sancho de las mujeres, atribuido a una mujer llamada Trotula, que estuvo vigente hasta el siglo XVIII. Tratados de Averroes, Avicena, Hipo ´crates, Galeno, Diosco ´rides, conservados por los a ´rabes, fueron traducidos al latı´n en la Escuela de Salerno, como en Espan ˜a en la Escuela de Traductores de Toledo, donde tambie ´n se reunieron conocedores del a ´rabe, hebreo, griego, latı´n y castellano y se tradujeron las obras de Aristo ´teles, Avicena, Averroes, Maimo ´nides, Hipo ´crates, Galeno y Ptolomeo, que se extendieron por Europa permitiendo el renacimiento de la cultura cla ´sica que se habı´a perdido con la caı´da del Imperio Romano. Es tambie´n en esta e´poca cuando nacen las Universidades en Europa, Bolonia (1088), la Sorbona en Parı´s (1100), Oxford (1096) y Cambridge (1209) en Inglaterra, Salamanca (1200) en Espan ˜a; pero las mujeres tuvieron la entrada prohibida hasta finales del siglo XIX y principios del XX. La Sorbona admitio ´ mujeres en 1884, Oxford en 1920. En Espan ˜a las mujeres pudieron acceder sin restricciones a los centros de ensen ˜anza superior gracias a la Real Orden de 8 marzo de 1910. E´sta invalidaba la Real Orden de 16 de marzo de 1882, que suspendio ´ )en lo sucesivo la admisio ´n de las Sen ˜oras a la Ensen ˜anza Superior*12. A pesar de estas prohibiciones, muchas mujeres estudiaron y trabajaron en ciencia, consiguiendo resultados importantes. A continuacio ´n citare´ algunos ejemplos destacados; en el momento actual existe mucha documentacio ´n sobre el trabajo y la biografı´a de mujeres cientı´ficas, en las referencias9,14,15 pueden encontrarse las que describo a continuacio ´n y muchas ma ´s. Lady Mary Wostley Montagu (1689–1762) viajo ´ a Turquı´a con su esposo donde vio a mujeres mayores practicar la )variolation*: introducı´an en la sangre pus de un enfermo afectado levemente por viruela. El receptor, despue´s de unos dı´as de fiebre volvı´a a la vida normal, y no contraı´a la enfermedad. Lady Montagu sometio ´ a su hija a esta pra ´ctica y a su vuelta a Inglaterra consiguio ´ que la Princesa de Gales, despue´s de algunas pruebas en condenados a muerte y en hue´rfanos, permitiera que se inoculase a sus hijas. Esta pra ´ctica se extendio ´ por Inglaterra y algunos otros paı´ses pero algunos fallos hicieron que perdiese popularidad. El nombre de Lady Montagu no aparece en ningu ´n tratado de medicina. Gabrielle-Emile Le Tonnelier, conocida como Marquise de Chˆ atelet (1706–1749). A ella se debe la introduccio ´n y difusio ´n en Francia de los trabajos de Newton gracias a su traduccio ´n comentada de los )Principia*. Laura Maria Bassi (1711–1778), nin ˜a prodigio que se doctoro ´ en filosofı´a en 1733, en la Universidad de Bolonia, lo que le permitio ´ ser la primera mujer que ensen ˜aba oficialmente. Publico ´ numerosos trabajos relacionados con las teorı´as de Descartes y Newton, tambie´n trabajo ´ en electromagnetismo. A los 65 an ˜os gano ´ una ca ´tedra de Fı´sica experimental, siendo la primera catedra ´tica de universidad europea. Carolina Hershel (1750–1848), nacida en Hannover, realizo ´ su trabajo como astro ´noma en Inglaterra junto a su hermano William, Astro ´nomo Real. En 1876 descubrio ´ un cometa y el Rey le concedio ´ un salario. Obtuvo muchos premios y honores. Marie Anne Pierrette Paulze (1758–1836) contrajo matrimonio muy joven con el quı´mico Lavoisier. Tradujo del ingle´s las obras de Boyle y Priestley que fueron de gran ayuda para su marido, considerado el padre de la Quı´mica moderna. Trabajaba con e ´l en el laboratorio, ilustraba sus

Ciencia en la sombra publicaciones y despue´s de la muerte de Lavoisier, guillotinado en 1794, Marie Anne edito ´ toda su obra con magnı´ficas ilustraciones. Por descontado que su nombre no aparece en ningu ´n libro. Sophie Germain (1776–1831), matema ´tica francesa que estudio ´ teorı´a de los nu ´meros. En 1794 se matriculo ´ en L’Ecole Polytechnique, en Parı´s, con un nombre falso de hombre. Los que examinaron sus trabajos quedaron asombrados de sus conocimientos. Publico ´ una )Memoria sobre las vibraciones de las la ´minas ela ´sticas*. Se escribı´a con Lagrange y Gauss. En 1808 Gauss fue elegido Profesor de Astronomı´a de la Universidad de Gotinga y consiguio ´ que esta universidad le concediera un tı´tulo honorı´fico. Tambie´n fue condecorada con la Medalla del Instituto de Francia. Marie Sommerville (1780–1872), muy joven gano ´ una medalla por resolver un problema matema ´tico. Tradujo al ingle´s la )Me´canique Celeste* de Laplace, comentada. En 1848 publico ´ )Physical Geography*. Critico ´ la esclavitud, y fue la primera firmante de la peticio ´n de Mill del sufragio femenino. Aunque no pudo entrar en la Royal Society (esta institucio ´n no admitio ´ mujeres hasta 1945) en honor a sus conocimientos se coloco ´ un busto suyo en el Great Hall. Agusta King Byron, Condesa de Lovelace (1815–1852). Conocida como Ada Lovelace, es la u ´nica hija legı´tima del poeta ingle´s Lord Byron. Su madre, Anne Isabella Milbanque, era una mujer ilustrada y procuro ´ que su hija tuviese desde muy pequen ˜a buenos maestros. A pesar de su mala salud, Ada demostro ´ tener un gran talento para el estudio sobresaliendo en matema ´ticas. Se caso ´ en 1835 con el Conde de Lovelace. A los 17 an ˜os conocio ´ a Charles Babbage, el inventor de la ma ´quina computadora programable. En 1837 Babbage propuso la )ma ´quina analı´tica* que tenı´a ya el germen de un ordenador. Ada entendio ´ la propuesta de Babbage y adema ´s se dio cuenta del gran potencial que tenı´a, trabajo ´ durante un an ˜o en ella. Describio ´ un me´todo detallado para el ca ´lculo de nu ´meros de Bernouilli en la ma ´quina analı´tica, que esta ´ considerado el primer programa de ordenador de la historia. Demostro ´ las grandes posibilidades de los computadores y en honor a sus trabajos (que no firmaba ya que era indigno de una dama) se dio su nombre, ADA, al lenguaje de alto nivel de ordenador. Sofı´a Kovalevsky (1850–1891) nacio ´ en Moscu ´ y desde muy pequen ˜a demostro ´ un gran intere´s por las matema ´ticas, para las que estaba especialmente dotada. Como en Rusia las mujeres no podı´an entrar en la universidad, contrajo un matrimonio de conveniencia con un estudiante de paleontologı´a, Vladimir Kovalevsky, y viajo ´ con e ´l a Heidelberg. A pesar de que en esta universidad las mujeres tampoco podı´an estudiar, ella consiguio ´ permiso para asistir a clase. En 1871 viajo ´ a Berlı´n donde recibio ´ clases privadas del gran matema ´tico K. Weierstrass con el que escribio ´ tres artı´culos. Por iniciativa de Weierstrass, la Universidad de Gotinga le concedio ´, en 1874, un doctorado )in absentia* por sus trabajos en ecuaciones diferenciales. Estos trabajos desembocaron en un teorema de ecuaciones diferenciales parciales que se conoce como teorema Cauchy-Kovalevsky. Trabajo ´ en integrales abelianas y en la propagacio ´n de la luz en medios cristalinos. En 1883 el matema ´tico sueco G. MittagLeffler le ofrecio ´ una estancia en la Universidad de Estocolmo. Allı´ Sofia consiguio ´ la Ca ´tedra de Matema ´ticas en 1885, convirtie´ndose en la tercera mujer catedra ´tica de una universidad europea. En el siglo XVIII Laura Bassi y Maria

253 Gaettana Agnessi habı´an sido nombradas catedra ´ticas de la Universidad de Bolonia. Su trabajo sobre la rotacio ´n de un cuerpo so ´lido gano ´, en 1888, el prestigioso Premio Bordin concedido por la Academia de Ciencias de Francia. Murio ´a los 41 an ˜os. La cuarta mujer en desempen ˜ar una ca ´tedra de universidad en Europa fue Maria Curie-Sklodowska, conocida como Madame Curie. En 1908, despue´s de la muerte de su esposo Pierre Curie, se convirtio ´ en la primera mujer que dio clase en la Universidad de Parı´s. Maria habı´a recibido el Premio Nobel en 1903, junto a su esposo y a Henri Becquerel, por sus trabajos en feno ´menos de radiacio ´n, investigacio ´n que Maria habı´a elegido como tema de tesis. La Academia de Ciencias francesa propuso a Becquerel y a Pierre Curie para el premio, y cuando Pierre recibio ´ la carta de la Academia Sueca comunica ´ndole la concesio ´n del mismo, contesto ´ dando el cre´dito debido a su esposa: )teniendo en cuenta que el trabajo lo hemos realizado los 2, serı´a ma ´s elegante (plus joli) que el premio lo recibie´semos los dos*1. Pierre murio ´ en un accidente en 1906 y Maria renuncio ´ a la pensio ´n que le ofrecı´a la universidad porque ella querı´a trabajo. Ası´ fue como comenzo ´ a dar las clases que daba su marido y como consiguio ´ la ca ´tedra. En 1911 la Academia sueca le concedio ´ el Premio Nobel de Quı´mica por su descubrimiento del radio. En 1910 Maria habı´a presentado su candidatura a la Academia de Ciencias francesa, donde se ingresaba por me´ritos cientı´ficos. Su candidatura fue rechazada con una gran campan ˜a de prensa en contra para justificar lo injustificable. Los perio ´dicos ma ´s reaccionarios dieron a entender que Maria mantenı´a una relacio ´n con un colega casado: una polaca que viene a robar el marido a las mujeres francesas. Simplemente por haber pretendido pertenecer a la Academia. Nunca se probo ´, pero el esca ´ndalo tuvo una gran repercusio ´n. La Academia sueca le pidio ´ que renunciase al premio. Demostrando su fortaleza, contesto ´ con una idea muy clara: si el premio se le habı´a concedido por sus descubrimientos cientı´ficos lo recogerı´a. La situacio ´n se hizo insostenible, tuvo que salir de Francia, refugia ´ndose en Inglaterra en la casa de Herta Ayrton (1854–1923) una gran cientı´fica que realizo ´ importantes aportaciones en ingenierı´a. Finalmente, en la ceremonia de entrega del Nobel, dedico ´ el premio a su marido, pero en su magnı´fico discurso dejo ´ muy clara su aportacio ´n al trabajo de ambos. Con el tiempo las aguas volvieron a su cauce. Durante la Primera Guerra Mundial Maria recorrio ´ los frentes con su aparato mo ´vil de rayos X ayudando a muchı´simos heridos. Murio ´ de leucemia en 19371. Me gustarı´a nombrar aquı´ algunas cientı´ficas espan ˜olas que trabajaron en instituciones pu ´blicas de investigacio ´n, cuyos nombres tampoco aparecen en los escasos tratados sobre la ciencia espan ˜ola16. Como en los casos anteriores, para encontrar resen ˜as sobre el trabajo de cientı´ficas hay que salirse de los conductos oficiales y buscar bibliografı´a especı´fica17,18. En el an ˜o 1907 se creo ´ por Real Decreto la Junta de Ampliacio ´n de Estudios y de Investigaciones Cientı´ficas (JAE) institucio ´n auto ´noma pero dependiente del Ministerio de Instruccio ´n Pu ´blica, un proyecto modernizador que consideraba la ciencia como elemento de la cultura, inspira ´ndose en las ideas que inspiraron la Institucio ´n Libre de Ensen ˜anza. Fue nombrado Presidente Don Santiago Ramo ´n y Cajal. La JAE ofrecı´a laboratorios, bibliotecas, cursos de idiomas y

254 conferencias. En sus centros investigaron los mejores cientı´ficos y humanistas del momento. La JAE establecio ´ un sistema de pensiones que permitı´an a los cientı´ficos espan ˜oles viajar por Espan ˜a o al extranjero con la finalidad de ampliar estudios, aprender nuevas te´cnicas. El espı´ritu de la Institucio ´n Libre de Ensen ˜anza, que impulsaba la educacio ´n superior de las mujeres contribuyo ´ a que e´stas participasen activamente18. Desde 1908 a 1934, la JAE concedio ´ 121 pensiones a mujeres. Muchas de ellas habı´an terminado sus estudios de magisterio y los ampliaban en el Laboratorio de Quı´mica de la Residencia de Sen ˜oritas, fundado por Mary Louise Foster en 1920. Trabajaron en el Instituto Nacional de Fı´sica y Quı´mica (INFQ) 36 mujeres. De e´stas 18 contribuyeron a la produccio ´n cientı´fica con 63 publicaciones17. Me gustarı´a nombrar a Dorotea Barne´s, que viajo ´ a Estados Unidos en 1929 con una beca del Smith College complementada con una pensio ´n de la JAE. Allı´ aprendio ´ te´cnicas de ana ´lisis espectral y obtuvo el Master Degree of Science en 1930. Consiguio ´ una beca Marion Le Roy Burton para trabajar en el Departamento de Quı´mica de la Universidad de Yale en Connecticut durante el curso de 1930–1931. De vuelta a Espan ˜a entro ´ en la Seccio ´n de Espectroscopia del INFQ. M. A. Catala ´n le encarga viajar a Graz (Austria) para aprender espectroscopia Raman. Publico ´ el primer trabajo espan ˜ol sobre el tema, y al volver a Espan ˜a aplico ´ esta te´cnica en la obtencio ´n de espectros de absorcio ´n. Obtuvo la ca ´tedra de Fı´sica y Quı´mica en el Instituto Lope de Vega de Madrid. La guerra civil la llevo al exilio a Francia17. Tambie´n viajaron pensionadas por la JAE: Vicenta Arnal y Manuela Gonza ´lez de la Seccio ´n de Electroquı´mica, Piedad de la Cierva y Felisa Martı´n de la Seccio ´n de Rayos X, Pilar de Madariaga y Paz Garcı´a de la Seccio ´n de Espectroscopias17. Todas ellas realizaron trabajos de investigacio ´n y sus logros tienen el valor an ˜adido que tienen los pioneros. Como vemos la caracterı´stica comu ´n a todas estas mujeres, aparte de su pasio ´n por la ciencia, es su capacidad para vencer los obsta ´culos que el conservadurismo social ponı´a en su camino. En el siglo XXI las mujeres pueden estudiar y trabajar libremente pero no pueden entrar, salvo contadas excepciones, en la elite cientı´fica. Sin llegar al Premio Nobel, por ejemplo en Espan ˜a, el Premio Prı´ncipe de Asturias de Investigacio ´n Cientı´fica y Te´cnica ha sido concedido a 35 cientı´ficos y 2 cientı´ficas. Han sido galardonados con el Premio Nacional de Investigacio ´n 72 cientı´ficos, mientras que solo lo han recibido 6 cientı´ficas, un escaso 8,3%. Entre los 87 premiados con el Premio Rey Jaime I se encuentran cinco mujeres, un 5,7%. La Fundacio ´n BBVA ha premiado a 11 cientı´ficos y a ninguna cientı´fica19. ¿No tienen me ´ritos las cientı´ficas espan ˜olas? ¿Son los me´ritos de las mujeres invisibles para los jurados? En Estados Unidos con el fin de garantizar la imparcialidad en la eleccio ´n de mu ´sicos para las grandes orquestas sinfo ´nicas, se adopto ´ un procedimiento llamado )audicio ´n ciega* porque una pantalla ocultaba al candidato y el jurado ´nicamente oı´a la interpretacio u ´n sin ver la identidad del mu ´sico. Se ha demostrado que este procedimiento aumenta la probabilidad de que se elijan mujeres, lo que ocurrı´a pocas veces cuando el jurado veı´a al candidato20.

M.P. Lo ´pez-Sancho Este trabajo demostro ´ el sesgo de ge´nero que, voluntaria o involuntariamente, se estaba dando a la hora de contratar mu ´sicos en las orquestas. La ciencia necesita un sistema imparcial (¿ciego?) de evaluacio ´n que haga desaparecer los desequilibrios. De esta forma tendrı´amos una ciencia mejor.

Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningu ´n conflicto de intereses.

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