6. Descompresión de fosa posterior y evacuación directa como tratamiento de hematoma de IV ventrículo tras ruptura aneurismática

6. Descompresión de fosa posterior y evacuación directa como tratamiento de hematoma de IV ventrículo tras ruptura aneurismática

Neurocirugía tamiento de las estenosis proximales de los vasos intracraneales en los casos refractarios a tratamiento médico. Demorar el diag- nóstic...

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Neurocirugía tamiento de las estenosis proximales de los vasos intracraneales en los casos refractarios a tratamiento médico. Demorar el diag-

nóstico y tratamiento del vasoespasmo no sólo es inaceptable, sino que convierte cualquier intento terapéutico en ineficaz.

6. Descompresión de fosa posterior y evacuación directa como tratamiento de hematoma de IV ventrículo tras ruptura aneurismática A. Lagares y C.S. Ogílvy Cerebrovascular Surgery, Neurosurgical Service. Massachusetts General Hospital. Harvard Medical School. Boston. Massachusetts. Servicio de Neurocirugía. Hospital 12 de Octubre. Madrid. Introducción. La hemorragia intraventricular masiva secundaria a ruptura de un aneurisma cerebral va acompañada de un pronóstico nefasto. Un hematoma intraventricular capaz de causar dilatación del cuarto ventrículo podría producir compresión del tronco del encéfalo similar a la que producen otras masas agudas de la fosa posterior tales como la hemorragia o el infarto cerebeloso. Ni el drenaje ventricular ni la infusión de fibrinoliticos ha sido eficaz en la eliminación de hematomas de 4° ventrículo. La craniectomía descompresiva de fosa posterior y evacuación directa del hematoma intraventricular podría tener un buen resultado en el alivio de la compresión tronco-encefálica producida por el hematoma. Presentación del caso. Una mujer de 45 años fue admitida en nuestra UCI al ser encontrada en coma. Al ingreso la enferma se encontraba en grado V según la clasificación de la WFNS, pero los reflejos de tronco estaban preservados. Se realizó una TAC craneal que mostró la existencia de una hemorragia intraventri-

cular masiva, con dilatación del 4° ventrículo debido a un hematoma intraventricular. Se colocaron drenajes ventriculares externos bilateralmente para aliviar la hipertensión intracraneal. Se realizó seguidamente una arteriografia cerebral que mostró un aneurisma del top de la basilar de aproximadamente Icm., de diámetro, que se embolizó con coils-GOC en el mismo procedimiento. Se realizó una craniectomía descompresiva y evacuación del hematoma intraventricular inmediatamente después de la embolización. La paciente experimentó una clara mejoría de su nivel de conciencia tras la intervención y ha conseguido un buen resultado neurológico en el seguimiento temprano. Conclusión. La dilatación del 4° ventrículo por un hematoma intraventricular es un signo de compresión tronco-encefálica que puede ser aliviada mediante la realización de una craniectomía descompresiva de fosa posterior y evacuación directa del hematoma intraventricular.

7. Fístula carótido-cavernosa como debut de síndrome de Ehlers-Danlos A. Parajón*; J. Méndez; A. Vega; P. Ruiz y L. Nombela Servicios de Neurocirugía* y Neurorradiología Intervencionista .Clínica Puerta de Hierro, Madrid. El sindrome de Ehlers-Danlos es un conjunto de entidades clínicas caracterizadas por una alteración en la síntesis de los diferentes tipos de colágeno. Clinicamente se manifiesta por fragilidad cutánea, hipermotilidad articular y aparición de aneurismas arteriales en distintas localizaciones. Se conoce su asociación con la presencia de fistula carotido-cavernosa, si bien es infrecuente, habiéndose publicado muy pocos casos en los que sea la forma de debut de la enfermedad. Presentamos el caso de una paciente de 27 años de edad que debutó con cefalea hemicraneal, acúfenos en oído izquierdo, equimosis conjuntival, diplopia, afectación de III par izquierdo y soplo en ojo izquierdo. Se realizaron RM y angiografia cerebral que

confirmaron la existencia de una fistula carótido-cavernosa izquierda, de aparición espontánea, así como una displasia carotídea. Se intentó el cierre de la fistula por vía arterial mediante GOCs, no siendo posible, por lo que finalmente, y tras la realización previa de test de oclusión bien tolerado, se cerró la fistula mediante la colocación de dos balones de látex intracarotídeos a nivel de los agujeros fistulosos en seno cavernoso. La evolución de la paciente fue satisfactoria, no presentando focalidad alguna. Posteriormente fue diagnosticada de S. Ehlers-Oanlos tipo IV. En este tipo de pacientes debe tenerse en cuenta que la morbilidad de los procedimientos endovasculares está aumentada por la fragilidad capilar y las displasias arteriales múltiples que pueden presentar.

8. Fístula traumática de la arteria vertebral C. Rodríguez; C. Mestre; B. Rivera; J.M. Cañizal; P. Fernández y A. Bárcena Servicio de Neurocirugía. Servicio de Radiología. Hospital del Aire. Madrid Las fistulas arteriovenosas de la arteria vertebral son procesos poco frecuentes que pueden originarse bien de forma espontanea, bien de forma traumática. Presentamos el caso de un varón de 34

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años de edad que sufrió politraumatismo por herida de guerra, con un proyectil alojado en el cuello que origino una fistula de la arteria vertebral derecha. Presentaba un cuadro de hipoestesia dere-