Utilización del POMA en nuestro medio para la valoración del equilibrio y la marcha en una población de personas mayors residentes en la comunidad

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ORIGINALES

Utilización del POMA en nuestro medio para la valoración del equilibrio y la marcha en una población de personas mayores residentes en la comunidad A. Salvàa, I. Bolibarb, R. Lucasa y X. Rojano-Luquea aInstitut Català de l’Envelliment. Universitat Autònoma de Barcelona. Bellaterra. Barcelona. bServei d’Epidemiologia Clínica i Salut Pública. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Universitat Autònoma

de Barcelona.

Barcelona. España.

RESUMEN Objetivos: estudiar el equilibrio y la marcha mediante el test Performance Oriented Mobility Assessment (POMA) en una población de personas ≥ 65 años, según edad, sexo, capacidad para desarrollar las actividades de la vida diaria, ejercicio físico, autopercepción de salud y, finalmente, el antecedente de caídas. Material y métodos: cohorte de 443 personas (262 mujeres y 181 varones), representativa de la población ≥ 65 años, residente en la comunidad y capacitada para la marcha, de la ciudad de Mataró. La valoración se realizó mediante el POMA con 22 ítems. Además, se valoraron las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria (índices de Katz y Lawton), la actividad física y la autopercepción de salud (test de Iowa). Resultados: el 29,3% no presentó anormalidades en los ítems del test, el 22,6% presentó 1 anormalidad, el 12,4% 2, y el 35,7% ≥ 3. Un 35,9 y un 50,2% de sujetos no presentaron anormalidades en el componente estático y dinámico, respectivamente. Las mujeres presentaron mayor frecuencia de anormalidades que los varones (el 42 frente al 20,6%), tanto para el global como para los componentes estático y dinámico (p < 0,0001). Con la edad aumentó significativamente el número de anormalidades, especialmente a partir de los 75 años (p < 0,0001). Un mayor número de errores se correlacionó significativamente con menor independencia para las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, menor actividad física, peor autopercepción de salud y caídas previas. Palabras clave Anciano. Caídas. Equilibrio. Marcha. Valoración geriátrica. POMA. Test de Tinetti.

Use of the POMA in our environment to evaluate balance in gait in a population of community-dwelling elderly individuals ABSTRACT Objectives: to study the balance and the gait by the Performance Oriented Mobility Assessment (POMA) in the population of people ≥ 65 years in function of age, gender; relation with the capacity to develop the activities of daily living, physical exercise, perception of health and previous falls. Material and methods: We study a cohort of 443 people, 262 women and 181 men, representative of the population ≥ 65 years, resident in the community and able to walk from the city of Mataró. The evaluation was made with the 22 items POMA. Basic and instrumental activities of the daily life (Katz Index and Lawton), physical activity, health perception (Iowa test) were also assessed. Results: 29.3% of subjects did not present abnormalities in any of the items, 22.6% presented one abnormality, 12.4% two, and 35.7% three or more. 35.9% and 50.2 of subjects did not present abnormalities in the static and dynamic components respectively. Women had greater number of abnormalities than men (42.0% vs 20.6%) for the global and also for each of the two components (static and dynamic) (p < 0.0001). The number of abnormalities increased significantly with age, specially on those 75 years and older (p < 0.0001). A greater number of errors was correlated with less independence on the basic and instrumental activities of daily living, with less physical activity, health perception and with antecedents of previous falls. Key words Elderly. Fall. Balance. Gait. Geriatric Assessment. POMA. Tinetti test.

INTRODUCCIÓN Correspondencia: Dr. A. Salvà. Director General. Institut Cátala de l’ Envelliment. Universitat Autònoma de Barcelona. Sant Antoni M. Claret, 171. 08041 Barcelona. España. Correo electrónico: [email protected] Recibido el 2-05-05; aceptado el

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La función de las extremidades inferiores es un buen indicador de discapacidad1. La discapacidad para la marcha es uno de los aspectos que influye de manera más importante en la calidad de vida de las personas mayores2. Las caídas son muy frecuentes en las personas mayores. Aproximadamente un tercio de los mayores de 64 Rev Esp Geriatr Gerontol. 2005;40(Supl 2):36-44

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años presentarán una caída a lo largo de 1 año, y la tasa de caídas se incrementa conforme aumenta la edad3-6. Diversos estudios han destacado la importancia de los trastornos del equilibrio y de la marcha como factor de riesgo de caídas en las personas que viven en la comunidad3,5,7-9. El número de errores cometidos en la valoración de la movilidad mediante el test desarrollado por M.E. Tinnetti denominado Performance Oriented Mobility Assessement (POMA) se muestra como un factor de riesgo independiente para presentar una caída3. Así pues, la valoración de la movilidad, especialmente del equilibrio y de la marcha es muy importante en el estudio de las personas mayores. Ésta se relaciona con la capacidad para desarrollar actividades de la vida diaria (AVD)10 y con el antecedente de caídas. La identificación de los problemas del equilibrio y de la marcha permitirá establecer programas de prevención y de intervención11-21. A pesar de ello, en la clínica diaria a menudo solamente se utiliza el examen neuromuscular para valorar la movilidad. Dado que la exploración estándar no es suficiente para identificar estos problemas22, se debe recurrir a estudios funcionales o a pruebas que evalúen específicamente la marcha y el equilibrio durante la realización del movimiento. El POMA permite la sistematización de la exploración de la marcha y del equilibrio23. A pesar de su amplia utilización en el ámbito de la geriatría, en nuestro medio se desconocen los resultados poblacionales de su aplicación, así como los patrones de normalidad para cada grupo de edad. Este estudio tiene como objetivo valorar la utilidad del POMA en nuestro medio para el estudio del equilibrio y la marcha en la población de personas ≥ 65 años residentes en la comunidad. Se estudian los resultados por grupos de edad y sexo, y su relación con la capacidad para desarrollar las AVD, el ejercicio físico, la autopercepción de salud y, finalmente, su relación con el antecedente de caídas.

MATERIAL Y MÉTODOS Muestra La población de estudio la compone una cohorte representativa de 443 sujetos, seleccionada de manera aleatoria del censo municipal, estratificada según sexo y edad, del total de 1.341 personas no institucionalizadas mayores de 64 años residentes en los barrios de Cirera, Molins y Vistalegre de Mataró (Barcelona, España). Se contactó con un total de 598 sujetos, de los cuales 80 no cumplieron criterios de inclusión por diversas razones: por un problema físico o mental severo (2), movilidad reducida previamente (31) y los que no fueron localizados en su domicilio por problemas familiares o de ocio (16) o por problemas de salud (31). Del total de sujetos con criterios de inclusión (518), 68 rehusaron participar, y se obtuvo una muestra final de 450 personas de las 49

que finalmente pudieron estudiarse a efectos de este estudio 443. Los sujetos participantes fueron citados en un centro de salud de referencia para la población de estudio entre los meses de octubre de 1998 y marzo de 1999, y se les realizó una entrevista y un examen médico. El trabajo de campo lo llevaron a cabo una administrativa, una enfermera y un médico especialmente entrenados. La valoración del equilibrio y la marcha fue realizada por este último. Medidas – Un cuestionario estandarizado con las características sociodemográficas. – El POMA para el estudio de la marcha y el equilibrio22. Este test analiza 22 variables que corresponden a diferentes cambios de posición y maniobras utilizadas durante la marcha y a las AVD. Trece variables del test están dirigidas a la valoración del equilibrio y describen la posición del individuo y los cambios de posición como respuesta a una acción que provoca desequilibrio (componente estático) y las 9 variables restantes estudian las características de la marcha (componente dinámico) (anexo 1). – Indice de Katz24 para medir la capacidad para desarrollar las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) que considera 1 punto por cada actividad independiente. – Escala de Lawton25 para evaluar las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD), que considera 1 punto por cada actividad independiente. – Test de Pffeifer26 para evaluar el estado cognitivo. – Cuestionario sobre la actividad física habitual clasificada en 4 categorías: 1) sedentaria: estar sentado la mayor parte del día (lectura, televisión y otras actividades que no requieran actividad física como jugar a cartas, juegos de mesa, pintura, ganchillo, coser, etc.); 2) ligera: su actividad no requiere un esfuerzo físico importante, pero se desplaza a pie, al menos 4 veces por semana o más (andar, pasear, ir de compras, petanca, pescar, jardinería, etc.); 3) moderada: actividad física o deportiva, varias veces al mes (bicicleta, huerto, correr, natación, baile, gimnasia, etc.), y 4) vigorosa: actividad física o deportiva, 1 o más veces por semana (bicicleta, huerto, natación, correr, baile, gimnasia, etc.). – El Iowa Self Assessment Inventory (ISAI)27,28 para evaluar la salud autopercibida. Consta de 56 preguntas que permiten obtener un perfil de cada individuo en 7 áreas: recursos económicos, equilibrio emocional, estado físico, confianza en los otros, movilidad, estado cognitivo y apoyo social. La escala de respuesta, de verdadero a falso, permite 4 opciones que se puntúan de 1 a 4. Para

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cada área, la suma de los puntos expresa el perfil de salud de la persona.

las AVD, el ejercicio físico, la autopercepción de salud y los antecedentes de caídas.

– Antecedente de caídas en el último año a partir de la pregunta: ¿ha tenido alguna caída en el último año? En caso afirmativo, ¿cuántas? Análisis estadístico

Las puntuaciones del POMA no siguen una distribución normal, por lo que se han utilizado las pruebas no paramétricas de U de Mann-Witney para comparar el número de anormalidades entre 2 grupos a la de Kruskal-Wallis para 3 o más grupos.

Se ha realizado un análisis univariante del POMA en función del sexo, la edad, la capacidad para desarrollar

Posteriormente, se realizaron grupos de riesgo en función del número de anormalidades (ninguna, 1, 2, 3 o

Anexo 1. Performance Oriented Mobility Assessment (POMA) A. Evaluación del equilibrio estático Normal 1. Equilibrio sentado

■ Estable

2. Levantarse de una silla

■ Capaz de levantarse con un movimiento simple, sin apoyarse

3. Equilibrio inmediato ■ Capaz de levantarse, no se después de haberse mueve ni se apoya levantado (3-5 s) 4. Equilibrio en bipedestación ■ Estable, no se apoya 5. Equilibrio en bipedestación ■ Estable, no se apoya con lo ojos cerrados 6. Equilibrio después de un giro de 360º

7. Resistencia a «empujón a esternón» 8. Equilibrio después de la rotación de la cabeza 9. Equilibrio en posición unipodal (5 s) 10. Equilibrio en extensión de la columna vertebral 11. Equilibrio con extensión de columna vertebral y elevación de los brazos, apoyándose en la punta de los pies 12. Equilibrio inclinado hacia delante (coger un objeto del suelo) 13. Equilibrio para sentarse

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■ No se coge ni tambalea, sin necesidad de apoyo a un objeto. Estable de forma permanente ■ Estable ■ Capaz de rotar la cabeza sin caerse, no se tambalea ni tiene dolor ■ Capaz de estar estable sobre un pie durante ese período, sin apoyarse ■ Buena extensión del cuello sin necesidad de apoyo, no actos tambaleos ■ Capaz de efectuar el movimiento estable

■ Es capaz de efectuar movimiento, coge objeto del suelo sin necesidad de ayuda ■ Capaz de hacer con un movimiento armónico

Adaptada

Anormal

■ Silla con agarradero para mantenerse de pie ■ Utiliza los brazos para levantarse o se mueve hacia delante con la silla antes de intentar levantarse ■ Estable pero utiliza ayuda para andar (bastón), u otro objeto para su apoyo ■ No puede mantener los pies juntos ■ Estable con los pies separados

■ Inclinado resbala de la silla ■ Intentos múltiples inútiles. Incapaz de levantarse sin ayuda de otra persona ■ Algún signo de movimiento

■ Algún signo de movimiento o ayuda de objeto ■ Algún signo de movimiento o necesita ayuda de objeto ■ Pasos discontinuos (pone un ■ Algún signo de movimiento pie completamente en el suelo o necesidad de ayuda de un antes de elevar el otro) objeto ■ Se desplaza pero es capaz de mantener el equilibrio

■ Caería si el examinador no lo ayudase a mantener el equilibrio ■ Capacidad disminuida, pero ■ Algún signo de movimiento sin signos de mareo, o dolor cuando intenta rotar la inestabilidad o dolor cabeza ■ Incapaz ■ Disminuida al comparar con ■ Incapaz de extender, o no lo pacientes de igual edad o intenta necesita apoyarse ■ Capaz de efectuar el ■ Incapaz o bien se mueve movimiento pero necesita un punto de apoyo

■ Capaz de efectuar el ■ Incapaz de efectuar el movimiento, coge objeto del movimiento o múltiples suelo, con apoyo al levantarse intentos ■ Necesita ayuda de los brazos, ■ Cae en la silla y se equivoca o movimiento no armónico en el cálculo de la distancia

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Anexo 1. Performance Oriented Mobility Assessment (POMA) (continuación) B. Evaluación del equilibrio durante la marcha Normal 1. Equilibrio al inicio de la marcha 2. Altura del paso 3. Longitud del paso 4. Simetría del paso

5. Continuidad de la marcha

6. Desviación del trayecto 7. Estabilidad del tronco

8. Postura durante la marcha 9. Giro durante la marcha

■ Inicia inmediatamente la marcha, sin vacilar. El inicio es simple ■ No más de 5 cm de elevación ■ Distancia de un pie entre el calcáneo de uno y los dedos del otro ■ El largo del paso es aproximadamente igual a cada lado, para la mayoría de los pasos ■ Comienza a levantar el calcáneo de un pie cuando apoya el otro. Pasos simétricos ■ No se desvía de la línea imaginaria ■ Tronco flexible, los brazos no están abiertos para intentar mantener el equilibrio ■ Adecuada ■ No se tambalea, lo hace sin detener la marcha

más). Para comparar las proporciones se utilizó la prueba de la χ2. Se calcularon los intervalos de confianza (IC) del 95%. En el caso de las proporciones se utilizó el método exacto para calcular los IC. Para el análisis estadístico se utilizaron los programas SAS y EPIINFO v6.

RESULTADOS Se estudiaron 443 personas, cuyas características más relevantes se pueden ver resumidas en la tabla 1. En relación con el POMA, el 29,3% de los sujetos estudiados no presentaron anormalidades en ninguno de sus ítems, el 22,6% presentaron 1, el 12,4% presentaron 2 y el 35,7% presentaron 3 o más anormalidades. En el componente estático, el 35,9% de sujetos no presentó anormalidades. La figura 1 muestra el porcentaje de errores observados en cada uno de sus ítems. En su componente estático, la anormalidad observada con mayor frecuencia (57%) fue la imposibilidad para mantenerse sobre una pierna durante 5 s (ítem 9). Durante la marcha se observaron anormalidades en todos los ítems. Los ítems más afectados fueron el giro durante la marcha (ítem 22) y la longitud del paso (ítem 16).

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Anormal ■ Duda, vacila, intentos múltiples al inicio de la marcha. El inicio no es simple ■ Arrastra los pies, o los pega totalmente en el suelo, o los levanta demasiado. ■ Menor que lo descrito como normal ■ Variable a lo largo del paso o avanza con un solo pie ■ Apoya completamente un pie antes de levantar el otro. Interrumpe la marcha o el largo del paso varía ■ Se desvía en una o más direcciones ■ Tronco flexionado o bien los brazos abiertos ■ Marcha con los pies separados ■ Duda, se para antes del inicio o se tambalea para iniciar el giro haciéndolo de forma discontinua

Las mujeres presentaron un mayor número de anormalidades en el POMA en comparación con los varones, tanto en el resultado global como en los resultados de los componentes estático y dinámico del test (p < 0,0001). El 20,6% de las mujeres y el 42% de los varones no presentaron anormalidades, por el contrario, el 46,6 y el 19,9%, respectivamente, presentaron 3 o más errores (fig. 2) El porcentaje de sujetos que no presentaban anormalidades disminuyó conforme avanzaba la edad. Por el contrario, conforme avanzó la edad aumentó el porcentaje de sujetos que presentaba 3 o más alteraciones (p < 0,0001) (fig. 3). En términos de mediana de anomalías el POMA se mantuvo en 1 hasta los 75 años, para aumentar progresivamente a partir de esta edad y alcanzar una mediana de hasta 7 anormalidades en los mayores de 85 años (p < 0,0001). La figura 4 muestra información de porcentaje de anormalidades según la actividad física reportada. Las personas con actividad física sedentaria tenían mayor número de anormalidades en el POMA. En esta categoría el 70,7% de las personas presentaron 3 o más anormalidades, mientras que en las personas con una actividad física vigorosa solo el 12,3% presentaron 3 o más anormalidades (p < 0,001). Los sujetos que presentaron una menor capacidad para el desarrollo de las ABVD mostraron un mayor número de alteraciones en las distintas pruebas del POMA (p <

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Tabla 1. Características generales de los pacientes

Número de personas Edad, media (DE; EEM) Vive solo/a No escolaridada ABVD máximas (Katz)b AIVD máximas (Lawton)c Actividad físicad Sedentaria Ligera Moderada/vigorosa Cognición normal (Pfeiffer)e,f Caídas durante el último año

Varones

Mujeres

Global

181 (40,9%) IC del 95%, 36,2-45,6 73,3 (6,1; 72,4-74,2) 14 (7,7%) IC del 95%, 4,3-12,6 81 (44,8%) IC del 95%, 37,4-52,3 163 (90,1%) IC del 95%, 84,7-94,0 160 (88,4%) IC del 95%, 82,8-92,7

262 (59,1%) IC del 95%, 54,4-63,8) 75,5 (7,3; 74,6-76,4) 56 (21,4%) IC del 95%, 16,6-26,9 154 (58,8%) IC del 95%, 52,6-64,8 216 (82,4%) IC del 95%, 77,3-86,8 156 (59,5%) IC del 95%, 53,3-65,5

443 (100%)f 74,6 (6,9;74,0-75,2)f 70 (15,8%)f IC del 95%, 12,5-19,5 235 (53,0%)g IC del 95%, 48,3-57,8 379 (85,6%)g IC del 95%, 81,9-88,7 316 (71,3%)f IC del 95%, 66,9-75,5

13 (7,2%) IC del 95%, 3,9-12,0 131 (72,4%) IC del 95%, 65,3-78,7 37 (20,4%) IC del 95%, 14,8-27,1 145 (80,1%) IC del 95%, 73,5-85,7 39 (21,5%) IC del 95%, 15,8-28,3

65 (24,8%) IC del 95%, 19,7-30,5 169 (64,5%) IC del 95%, 58,4-70,3 28 (10,7%) IC del 95%, 7,2-15,1 169 (64,5%) IC del 95%, 58,4-70,3 77 (29,4%) IC del 95%, 23,9-35,3

78 (17,6%)f IC del 95%, 14,2-21,5 300 (67,7%) IC del 95%, 63,1-72,1 65 (14,7%)g IC del 95%, 11,5-18,3 314 (70,9%)f IC del 95%, 66,4-75,1 116 (26,2%) IC del 95%, 22,1-30,5

Para todas la variables menos la edad: número de personas (% sobre columna; IC del 95%). ABVD: actividades básicas de la vida diaria; AIVD: actividades instrumentales de la vida diaria; DE: desviación estándar. EEM: error estándar de la media (IC del 95%); IC: intervalo de confianza. aTiene dificultades en leer o escribir o no ha estado escolarizado. bABVD máximas: 6 puntos. Índice de Katz = 6. cAIVD máximas: 4 puntos en varones y 8 en mujeres. dActividad física y/o ejercicio en el trabajo, en casa o en tiempo de ocio. eTest Pfeiffer intacto < 3 errores, o < 4 errores si escuela primaria. fDiferencia entre sexos, p < 0,001. gDiferencia entre sexos, p < 0,05.

0,0001) (fig. 5). Lo mismo se observó para las actividades instrumentales. La figura 6 muestra la mediana de anormalidades según la salud autopercibida. Las personas con una peor salud percibida presentaron una mediana de 3 anormalidades en el POMA y las que tenían una salud percibida regular o buena presentaron una mediana de 1 anormalidad (p < 0,0001). El antecedente de haber tenido 1 caída durante el último año fue similar entre las personas con 0, 1 o 2 errores y aumentó de manera significativa a partir de 3 errores, con más del 40% con alguna caída (p < 0,007) (fig. 7).

DISCUSIÓN Puesto que la pérdida de la movilidad es una de las causas importantes del declinar funcional y de institucionalización en las personas mayores, el estudio de la mo-

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vilidad debería ser uno de los elementos básicos en la evaluación geriátrica. Las causas de la pérdida de movilidad son múltiples: enfermedades crónicas de tipo osteoarticular, enfermedades neurológicas, déficiencias sensoriales, problemas cognitivos y trastornos del humor, especialmente la depresión; todos ellos de elevada prevalencia en las personas mayores. En particular todas las patologías que afectan a las extremidades inferiores tienen sus consecuencias en la disminución del equilibrio y de la marcha y en general en la discapacidad. El test POMA se ha desarrollado para poder evaluar la movilidad y el equilibrio de las personas con la realización de movimientos propios de su vida cotidiana23, y se utiliza especialmente para valorar riesgo de caídas en personas mayores3. Naturalmente, hay otras técnicas para valorar la movilidad, como la posturografía29, que son más precisas para evaluar el equilibrio y la marcha. Sin embargo, requieren de una instrumentación que no siempre está disponible. No se conocen estudios sobre población general de personas mayores en la comunidad que hayan estudiado el comportamiento del test POMA en España.

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0

20

40

60

80

100

Componente estático 99,8

1. Equilibrio sentado

0,2

56,6

2. Levantarse de una silla

0,9

39,5

3. Equilibrio inmediato después de haberse levantado (3-5 s)

93,9

5,2 0,9

4. Equilibrio en bipedestación

93,3

5,8 0,9

80,1

5. Equilibrio en bipedestación, con los ojos cerrados 6. Equilibrio después de un giro de 360°

67,5

7. Resistencia a «empujón a esternón»

67,7

8. Equilibrio después de la rotación de la cabeza 9. Equilibrio en posición unipodal (5 s) 10. Equilibrio en extensión de columna vertebral 11. Equilibrio en extensión de columna vertebral y elevación de los brazos, apoyándose en la punta de los pies 12. Equilibrio inclinado hacia delante (coger un objeto del suelo) 13. Equilibrio para sentarse

16,1

3,8 3,6

28,9 12,1

20,2

40,8

37,2

22 57

43

6,1

27,8

66,1 52,7

33,6

13,7

86,3 59,8

8,1

5,6 1,6

38,6

Componente dinámico 1. Equilibro inicio de marcha

97,8

2,2

2. Altura del paso

95,3

4,7

3. Longitud del paso

72,2

27,8

4. Simetría del paso

83,2

16,8

5. Continuidad de la marcha

84,3

15,7

6. Desviación del trayecto

91,9 77,8

7. Estabilidad del tronco 8. Postura durante la marcha 9. Giro durante la marcha

8,1 22,2

85,4 59,6 Normal

14,6 40,4

Adaptado

Anormal

Figura 1. Porcentaje de errores en la realización de cada una de las pruebas del POMA.

Nuestros datos soportan la idea que los trastornos de la marcha y el equilibrio son muy frecuentes, puesto que el 70% tienen al menos algún error, especialmente en las personas muy mayores. Algunos ítems del test POMA tienen un comportamiento particular. Así, destaca el ítem 9 del estudio estático por su alta prevalencia de anormalidades (57%). Esto se debe a la propia característica de la prueba y al hecho de que la codificación de ésta no incluye la posibilidad de «adaptado» como los otros ítems de la prueba del equilibrio estático. Considerada individualmente, la 53

imposibilidad de mantener 5 s la estación unipodal se ha correlacionado con un mayor riesgo de caídas con lesiones30. Tinetti et al3 demostraron que el riesgo de caídas era 1,4 veces mayor cuando había entre 3 y 5 errores en el test y 1,9 mayor cuando había 6 o más3. La actuación selectiva en personas con problemas en la marcha y el equilibrio medido por el test POMA demostró ser efectivo para la disminución del riesgo de caídas11. En nuestro estudio, el test POMA también se asoció fuertemente con el antecedente de caídas previas.

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60 12,2 20,6

40 20

100

19,9 12,7 25,4

46,6

42 Varones

Mujeres Ninguna

1

15,7

12,4 22,6

80 11,6

29,3

20,6

0

2

8

35,7

Global

51,9 13,9

85,7

37

71-75

Ninguna

60

55

95

8 7

43

17

5 20 8 10 0 Sedentaria

33 87 Ligera Número de personas en cada grupo Ninguna 1 2

Moderada/ vigorosa

7,6

12,2 2 81-85

76-80 2

3 o más

2 2,9 1 11,4 0 > 85

mediana

8 4 0

3 o más

1o2 3o4 5 6 Número de actividades básicas de la vida diaria (Índice de KATZ)

Figura 5. Mediana de anormalidades en el POMA según la capacidad para desarrollar las actividades básicas de la vida diaria.

4 3 2 1 0 Mala (n = 143)

Regular (n = 144)

Buena (n = 145)

Salud autopercibida (ISAI)

Figura 6. Mediana de anormalidades en el POMA según la salud autopercibida (ISAI).

Dado que el objetivo de este artículo es hacer una descripción general del POMA en la población no institucionalizada mayor de 64 años, no se puede inferir el efecto individual de cada variable sobre el POMA ya que no se han tenido en cuenta factores de confusión e interacción. En relación con la edad y el sexo, se observa que conforme aumenta la edad se produce un mayor número de anormalidades en la realización del test; así, se observa que a partir de los 75 años la mediana de alteraciones se eleva a 3. Este incremento de alteraciones se debe a la mayor prevalencia de enfermedades crónicas y pérdida funcional en los grupos de mayor edad. La correlación entre enfermedades crónicas y discapacidad en las muje-

Porcentaje de personas con antecedentes de caídas

Mediana de errores

20,4

12

Figura 4. Número de anormalidades del POMA según actividad física.

42

29,1

16

75

40

1

3

Figura 3. Anormalidades en el POMA por grupos de edad.

Número de errores

Porcentaje

80

11,4

48,3

Figura 2. Anormalidades en el POMA por sexos.

5 4

23,1 40

0 < 71

100

6 65,3

60 24,4

20

3 o más

7

25,9

Mediana de anomalías

80

Porcentaje

Porcentaje

100

50 40 30 20 10 0 Ninguna

1 2 Número de anormalidades

3 o más

Figura 7. Anormalidades en el POMA según antecedente de caídas en el último año.

res se ha demostrado anteriormente31. Las mujeres presentan para cualquier grupo de edad mayor número de errores que los varones. Ello se puede deber a que tienen mayor prevalencia de enfermedades crónicas y de trastornos de extremidades inferiores que los varones. En consecuencia también tienen mayor incidencia de caídas, como muestran nuestros resultados6. Estas relaciones se han reportado por otros autores7,21,32-34. La relación entre la función de las extremidades inferiores mediante pruebas funcionales se ha estudiado por di-

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Salvà A, et al. UTILIZACIÓN DEL POMA EN NUESTRO MEDIO PARA LA VALORACIÓN DEL EQUILIBRIO Y LA MARCHA EN UNA POBLACIÓN DE PERSONAS MAYORES RESIDENTES EN LA COMUNIDAD

versos autores. Entre ellos destacan los estudios de Guralnik et al1, que demuestran que las personas ancianas con mayores puntuaciones en un test especialmente diseñado presentaron en el seguimiento longitudinal menor probabilidad de tener discapacidad para las AVD. Nuestro estudio ha encontrado una buena asociación entre el número de errores en el test POMA y la capacidad para desarrollar las AVD y las AIVD, lo que pone de manifiesto una vez más la relación directa que hay entre el equilibrio y la marcha y la capacidad funcional en las personas mayores. Ello se corrobora también por la importante asociación observada entre el número de anormalidades del test POMA y la actividad física. Un 70% de las personas mayores con un estilo de vida sedentario presentan 3 o más anormalidades. En relación con el estado de salud percibida, los resultados muestran que las personas mayores con buen estado de salud presentan en condiciones habituales una anormalidad en el test. La presencia de 3 o más anormalidades se relaciona fuertemente con un peor estado de salud percibido. Nuevamente se encuentra la presencia de 3 o más anormalidades en la realización del test como punto de corte. Otros estudios habían encontrado esta relación entre los trastornos de la movilidad, las caídas y el hecho de tener mejor nivel de salud19. El diseño transversal de nuestro estudio no permite diferenciar qué es causa y qué consecuencia y en algunas ocasiones un mismo factor puede ser ambos a la vez. La edad avanzada y el sexo femenino, así como una menor actividad física o el antecedente de caídas previas pueden ser la causa de peores puntuaciones en el POMA. Sin embargo, los 2 últimos pueden ser al mismo tiempo la consecuencia de una alteración en el equilibrio y la marcha que se expresa por mayor número de anomalías en el test. Del mismo modo, la menor capacidad para desarrollar las AVD o un peor estado de salud autopercibida pueden reflejar la consecuencia directa o indirecta de este trastorno. El estudio que se presenta es un análisis de una cohorte representativa de las personas mayores que viven en la comunidad. Una de las limitaciones del estudio es que no se pueden extrapolar estos datos a personas que viven en instituciones. A pesar de ello, la correlación del POMA con las AVD o el ejercicio físico, o con los antecedentes de caídas, hacen suponer que la prueba es también útil en personas institucionalizadas. De hecho, las primeras versiones del test se desarrollaron para trabajos realizados en instituciones. Posteriormente se añadieron 5 nuevas maniobras para adaptar la prueba a estudios desarrollados en la comunidad22. Otra limitación posible de los datos obtenidos es que de la relación del número de errores con las caídas no puede deducirse causalidad ni atribuírsele exclusivamente el criterio de factor de riesgo; para ello, solamente los diseños longitudinales pueden aportar evidencias concluyentes. A pesar de esto, estos datos dan soporte una vez más a la importancia del 55

equilibrio y la marcha en las personas mayores, y también a las que tienen riesgo de caídas, si se considera que el principal elemento de riesgo para una caída es la existencia de caídas previas. En conclusión, los datos aportados describen los resultados en una población ambulatoria representativa de una zona urbana. Permiten conocer el comportamiento del test en nuestro medio al facilitar la comprensión y, por lo tanto, el uso del POMA como un instrumento útil en la valoración no instrumental del equilibrio y la marcha en personas mayores. Su asociación fuerte con otras variables relacionadas con la marcha y el equilibrio inducen a pensar que se trata de un instrumento con una correcta validez de contenido y de criterio. Tener 3 o más errores se correlaciona con personas de mayor edad que realizan menor ejercicio físico y que tienen mayor antecedentes de caídas previas.

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