Corazón y deporte

Corazón y deporte

ACTUALIZACIÓN Corazón y deporte J. Calabuig Nogués Departamento de Cardiología. Clínica Universidad de Navarra. Pamplona. España. Introducción Willi...

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ACTUALIZACIÓN

Corazón y deporte J. Calabuig Nogués Departamento de Cardiología. Clínica Universidad de Navarra. Pamplona. España.

Introducción William Harvey, en el siglo xvii, describió por primera vez que la sangre circulaba a través de nuestro organismo gracias al bombeo del corazón y observó que todo el volumen de sangre que tenemos en nuestro cuerpo era bombeado por completo en unos minutos, la conclusión de sus estudios fue que la sangre circulaba por todo el organismo, dentro de un sistema cerrado y con un patrón unidireccional. Hoy en día sabemos que el total del volumen sanguíneo –que en un adulto es aproximadamente de 5 litros– es bombeado por completo, es decir, da una vuelta al circuito general en un minuto. Sin duda, cuando el corazón pasa de estar en reposo a una actividad física, ya sea moderada o intensa, los músculos necesitan de un aporte superior de oxígeno al que tienen en condiciones de reposo. Este aporte superior va a depender exclusivamente del sistema cardiovascular, y más concretamente del corazón, para poder así atender las demandas y desempeñar un trabajo físico. Este esfuerzo físico es extraordinario en determinados deportes, pensemos en un ciclista subiendo un puerto de primera categoría en una etapa del Tour de Francia, un corredor de maratón, un nadador que está cruzando el estrecho o un atleta haciendo triatlón. ¿Cómo se puede llevar a cabo esta sobrecarga y atender correctamente dicha demanda? El sistema circulatorio, formado por el corazón, las arterias y las venas, desempeña durante la actividad física 5 funciones: 1. Suministra oxígeno a los tejidos activos. 2. Elimina el CO2 llevando la sangre por las venas a los pulmones e intercambiándolo por el oxígeno del aire inspirado. 3. Transporta la sangre caliente que sale del músculo que realiza el trabajo físico y, de ese modo, como si de un radiador se tratara, facilita que la temperatura corporal no aumente. 4. Suministra los nutrientes a los tejidos activos (sobre todo los hidratos de carbono). 5. Transporta hormonas y mensajeros químicos que van a ayudar y facilitar los cambios y la distribución de la sangre en el organismo durante los momentos de actividad física1.

Diferentes tipos de ejercicios y deportes Básicamente, distinguimos dos tipos de deportes o esfuerzos físicos: los de resistencia y los de potencia o velocidad. Ejem-

PUNTOS CLAVE Tipos de ejercicio y deportes. Básicamente son de dos tipos: deportes de resistencia y deportes de potencia o velocidad, con demandas sistémicas diferentes y repercusión cardiaca diferenciada. Corazón de atleta. Se caracteriza por un grupo de adaptaciones morfofuncionales, constituidas principalmente por: bradicardia sinusal, tercero y cuarto ruidos cardiacos, soplos sistólicos y dilatación cardiaca con hipertrofia excéntrica que condiciona una serie de cambios electrocardiográficos. Umbral anaeróbico. Es el punto entre la fase aeróbica y la anaeróbica en la obtención de energía, que en condiciones habituales se sitúa en torno al 70% de la frecuencia cardiaca máxima (FCM) teórica. En los deportistas entrenados el umbral anaeróbico puede llegar a desplazarse al 80-90% de la FCM. Gasto cardiaco. La adaptación cardiaca al entrenamiento físico permite a los deportistas de élite pasar de los 5 litros por minuto en reposo hasta los 25 litros por minuto, a expensas principalmente de una mejora en el volumen sistólico. Ecocardiograma. Es una técnica de imagen fundamental en la evaluación cardiológica del deportista, tanto desde el punto de vista morfológico como funcional. Capacidad funcional. Se utilizan pruebas de esfuerzo en cinta rodante o sobre bicicleta que permiten cuantificar diversos parámetros del funcionalismo cardiopulmonar.

plos de resistencia son el ciclismo, donde podemos pedalear durante horas y un día seguido de otro, la natación, el esquí de fondo, la maratón, la carrera de medio fondo, la marcha rápida o el paseo a ritmo rápido y el aeróbic, entre otros. Ejemplos de esfuerzos físicos de potencia son las carreras de corta distancia o velocidad por excelencia como son las de 100 y 200 metros, donde se corre a una velocidad de alrededor de los 10 metros por segundo, hasta los 800 metros aproximadamente (los tiempos utilizados oscilarían entre los 9 y los 110 segundos), ya que partir de ese tiempo comienzan a ser esfuerzos físicos de tipo mixto (potencia/resistencia), Medicine. 2009;10(44):2927-33

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ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES (X)

finalidad de estas adaptaciones es que en el ejercicio de resistencia el gasto cardiaco (GC) o cantidad de sangre que se bombea en el ejercicio submáximo y máximo sea mucho mayor, pudiendo llegar incluso a duplicarse y triplicarse con respecto al basal. De este modo, el fin último es poder llevar mayor cantidad de oxígeno a los tejidos que están trabajando, a los músculos esqueléticos. Estas adaptaciones que se producen con este tipo de esfuerzos físicos y entrenamientos aeróbicos o de resistencia son las que acabarán configurando el síndrome del corazón de atleta2,3.

11 100

200

Velocidad (m/seg)

10 400

9

800 1.000 1.500 Milla 2.000 3.000 5.000

8 7 Distancias (m)

6

10.000 Hora Maratón

5 1

10

100

1.000

10.000

Tiempo (seg) Fig. 1. Representación de los récords mundiales, en carreras de velocidad y resistencia en escala logarítmica.

siendo el punto central de esta zona mixta los 1.500 metros, ya que después de llegar a los 2.000 y 3.000 metros comienzan los esfuerzos físicos de resistencia. Por supuesto que hay deportes que están a mitad de camino entre estos dos tipos de esfuerzos físicos, pero desde un punto de vista didáctico haremos esta división. Lo que acabamos de explicar se entiende viendo la figura 1, donde se representan en una escala logarítmica las velocidades y los tiempos invertidos en cada una de las marcas olímpicas, apreciándose tres líneas rectas que se correlacionan, además, con los tres sistemas de obtención de la energía. Las demandas o necesidades que estos tipos de ejercicios físicos van a exigir del organismo son muy diferentes y, sobre todo, esto se va a manifestar de una manera muy clara en cómo repercute en el corazón. Los ejercicios de velocidad o potencia suelen ser, como hemos visto antes, de corta duración, y por ello tanto la fuente de energía como la respuesta del sistema cardiovascular es diferente si los comparamos con los deportes de resistencia. Si un esfuerzo físico es de corta duración, la energía utilizada fundamentalmente es la almacenada en el músculo esquelético en forma de creatinfosfato (CRP) y adenosina trifosfato (ATP) y tiene una duración corta y limitada (entre 10 y 30 segundos), y por ello la participación del oxígeno respirado en la obtención de dicha energía es prácticamente inexistente, de ahí que se les llame también deportes anaeróbicos, en comparación con los aeróbicos, en los que sí es muy importante el oxígeno respirado para la obtención de la energía, desde los hidratos de carbono y, dependiendo de la duración en el tiempo, también desde las grasas de depósito almacenadas. Si el esfuerzo físico es corto y la necesidad de oxígeno escasa, lógicamente la adaptación de todo el sistema cardiovascular para cumplir las 5 funciones anteriormente mencionadas será relativamente escaso; encontraremos que el corazón está nada o muy poco aumentado de tamaño, mientras que en el otro extremo, si el esfuerzo físico es de larga duración o resistencia, será lógico encontrar corazones aumentados de tamaño, con volúmenes diastólicos incrementados. La 2928

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Corazón de atleta El corazón de atleta está caracterizado por un grupo de adaptaciones anatómicas y fisiológicas, constituidas principalmente por bradicardia sinusal, tercero y cuarto ruidos cardiacos, soplos sistólicos, cardiomegalia o corazón dilatado o aumentado de tamaño, sin que se acompañe de un aumento del grosor de la pared ventricular, pero como consecuencia del alargamiento de la miofibrilla cardiaca el resultado final es un aumento de la masa del miocardio o hipertrofia excéntrica. Por último, encontramos cambios electrocardiográficos, como son las alteraciones de la repolarización, el aumento del voltaje del QRS en las derivaciones precordiales, los bloqueos aurículo-ventriculares de diferente grado, etc. Cuando realizamos un esfuerzo físico, éste puede ser agudo y aislado o crónico y repetitivo. El agudo y aislado es aquel que hacemos una vez cada cierto tiempo (semanas, meses), y por consiguiente no provoca ninguna adaptación por parte del organismo ni del sistema cardiovascular, es decir, si subimos unas escaleras corriendo cada 7 o 10 días, o caminamos un paseo corto cada 2 o 3 semanas no provocaremos en nuestro sistema cardiovascular y, sobre todo, en nuestro corazón, ninguna adaptación de ningún tipo. Pero si cada día damos un paseo, una marcha, una carrera, andamos en bicicleta o practicamos natación, a medida que incrementemos la intensidad del ejercicio y el tiempo de dedicación o duración, con el entrenamiento, estaremos demandando a nuestro organismo y, sobre todo, a nuestro sistema cardiovascular y en concreto a nuestro corazón una adaptación crónica, que es la que puede llevar a desarrollar un corazón de atleta. El corazón de atleta lo encontraremos en todos aquellos deportes de resistencia, como es, por excelencia, el ciclismo de ruta en carretera, la natación de larga duración y el esquí de fondo, mientras que en atletas de 100-200 metros lisos o con vallas, ciclismo en pista de record de velocidad en 1 minuto, 500 metros contrarreloj, velocidad por equipos, esquiadores alpinos, patinaje en 500-1.500 metros, etc. encontraremos corazones de tamaño normal o ligeramente aumentados de tamaño. Es, lógicamente, en esta adaptación crónica del corazón de atleta donde vamos a encontrar unos cambios anatómicos y fisiológicos beneficiosos para el corazón, que hacen que la recomendación de la práctica del ejercicio físico para la población general, incluso para los pacientes con diferentes enfermedades o patologías cardiovasculares, sea aconsejable y aporte beneficios para el individuo que lo practica.

CORAZÓN Y DEPORTE

Umbral anaeróbico 100

Sistema del ATP-PC Sistema del ácido láctico

Capacidad (%)

Para la realización de un esfuerzo físico disponemos de 3 diferentes sistemas de obtención de energía. El que se pongan en marcha los tres va a depender de la duración de dicho ejercicio. En los tres sistemas la moneda de cambio bioquímica final siempre es el ATP, ya que en sus enlaces entre las tres moléculas de fósforo es donde está almacenada la energía que posteriormente se liberará.

Sistema aeróbico

Sistema de la CRP y ATP El primero, tal como se comentó anteriormente, es el que se hace a expensas de la CRP y del ATP. En el músculo existe un depósito 4 veces superior de CRP que de ATP, y cuando se agota el ATP la CRP sirve para resintetizar más ATP, pero la duración de todo este proceso es muy limitada, y oscila entre los 10 y 30 segundos, si el esfuerzo físico se prolonga en el tiempo por encima de esos 30 segundos, comienza a obtenerse la energía a partir del segundo sistema.

Glucolisis anaeróbica. Sistema del ácido láctico El segundo sistema de obtención de energía es desde la glucosa almacenada en forma de glucógeno en el músculo esquelético, pero sin la colaboración del oxígeno, por eso se llama glucolisis anaeróbica o también sistema del ácido láctico. Esta fuente de energía también es limitada, y es capaz de proporcionar energía después de transcurridos los primeros 30 segundos desde que se inició el ejercicio, hasta aproximadamente los 3 minutos. Posteriormente, si el ejercicio se prolonga más en el tiempo, tras superar esta primera fase anaeróbica constituida por los dos sistemas de obtención de energía mencionados, el ejercicio físico pasa a una fase aeróbica, obteniéndose la energía desde el tercer sistema.

Fase aeróbica El tercer sistema de obtención de energía lo hace siempre con la colaboración del oxígeno y con la participación del glucógeno muscular, glucosa de la sangre y del glucógeno hepático (fig. 2).

Concepto de umbral anaeróbico Si la intensidad del ejercicio se incrementa progresivamente, como por ejemplo si corriéramos en una rampa o pendiente y quisiéramos mantener la misma velocidad, llegaría un momento en el que al alcanzar el punto del 70% del esfuerzo máximo comenzaríamos a entrar de nuevo en una fase anaeróbica. Este punto entre la fase aeróbica y la anaeróbica se le conoce como umbral anaeróbico, y en individuos que tienen una actividad física normal o ligeramente superior, está localizado alrededor del 70% de la frecuencia cardiaca máxima (FCM) teórica.

10 seg 30 seg 2 min 5 min Contribución anaeróbica (ATP-PC y ácido láctico) y anaeróbica (%) Duración del ejercicio máximo Contribución energética

Minutos

Segundos

Horas

10 30 60

2

4 10 30 60

Anaeróbica (%)

90 80 70

50 35 15

2

1

Aeróbica (%)

10 20 30

50 65 85 95 98

99

5

2

Fig. 2. Contribución energética de los 3 sistemas de obtención de energía en ejercicios máximos de diferente duración. ATP: adenosina trifosfato; CRP: creatinfosfato.

Por encima de este umbral, la energía vuelve a obtenerse anaeróbicamente (y por ello es limitada en el tiempo), ya que se genera ácido láctico, la sensación de cansancio se va incrementando y al acumularse en sangre sustancias que aumentan su acidez se hace necesario incrementar la ventilación, es decir, el número de veces que respiramos por minuto, con la finalidad de controlar esta acidez en la sangre. Esto se lleva a cabo al transformarse estas sustancias ácidas en CO2 y otros metabolitos, y de este modo el CO2 puede ser transportado por la sangre y así ser eliminado desde la sangre por la respiración alveolar al exterior. Llegado un punto máximo del ejercicio físico, que viene determinado por la FCM que se puede alcanzar en el esfuerzo (en función de la edad del individuo), el ejercicio se detiene ante la imposibilidad de poder continuar incrementando el nivel de esfuerzo. Si queremos realizar un entrenamiento que conlleve una adaptación crónica del corazón, un corazón de atleta, deberemos entrenar desde el principio por debajo del umbral anaeróbico, justo al límite inferior, y de este modo se producirán los cambios cardiacos descritos en el corazón de atleta. De este modo, podremos progresivamente elevar la localización del umbral pasando del 65-70% de la FCM teórica al 80% e incluso al 90%, como en el caso de los corredores de maratón. Si nuestro entrenamiento desde el principio se sitúa siempre por encima del umbral anaeróbico, no produciremos los cambios característicos del corazón de atleta, encontraremos corazones muy poco dilatados. Para poder llevar a cabo actualmente los entrenamientos, se hace necesario localizar el umbral por medio de un estudio de la capacidad funcional aeróbica (CFA), o también midiendo el lactato directamente en lugares estratégicos como son el lóbulo de la Medicine. 2009;10(44):2927-33

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Frecuencia cardiaca máxima

40

Las consecuencias de dicha bradicardia conseguida tienen unos efectos en las dos situaciones mencionadas muy importantes. Como cada latido del corazón se hace a expensas de consumir energía para que el corazón se pueda contraer, a menor número de latidos en reposo, menor consumo de energía, con la bradicardia se producirá un menor gasto energético y su consecuencia será un ahorro de energía por parte del corazón. También durante el ejercicio submáximo lo que se logra es retrasar el momento del agotamiento, per2930

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VE/VO2

45

Bradicardia

UA 600

Frecuencia cardiaca

1.600 VO2 (ml/min)

2.600

3.600

35 30 25

UA

20 700

1.200

1.700 VO2 (ml/min)

2.200

3.000 VCO2 (ml/min)

La FCM para cada individuo viene definida en condiciones normales por la edad, con alguna pequeña variación. La regla clásica es restarle a 220 nuestra edad, y esa será la frecuencia máxima a la que podremos llegar y raramente superar o incluso nos podremos quedar por debajo de ella. De entre los cambios producidos por el entrenamiento en el corazón, uno de los más importantes es el que tiene lugar sobre la frecuencia cardiaca en dos situaciones o momentos, como son durante el reposo y en el ejercicio submáximo. En ambos puntos se manifiesta una bradicardia o reducción de la frecuencia cardiaca, si la comparamos con los parámetros basales o iniciales. En reposo, es por ello habitual encontrar como manifestación de estar ante un corazón entrenado frecuencias cardiacas que van desde 60 latidos por minuto hasta 28-30 latidos, en deportistas de elite profesionales. En el ejercicio submáximo, (es el que está por debajo del umbral anaeróbico, alrededor del 70%) los cambios que se producen con el entrenamiento repetitivo o crónico hacen que para un mismo punto de esfuerzo la frecuencia cardiaca se sitúe en niveles inferiores que al inicio del entrenamiento. Por ejemplo, un ciclista de 20 años que tuviera su FCM teórica en 200 latidos por minuto, y su umbral anaeróbico alrededor del 80%, 160 pulsaciones, en los primeros días de entrenamiento para subir un puerto de segunda categoría llegaría a las 160 pulsaciones en el momento de coronar el puerto, pero tras 4-6 semanas de entrenamiento lo haría a 130-135 pulsaciones.

Agosto

105 95 85 75 65 55 45 35 25 15

VO2 máx

oreja o un dedo; de este modo, y con la ayuda de los pulsímetros (que nos informan de la frecuencia cardiaca en directo) podremos realizar un entrenamiento dirigido y eficaz. La localización del umbral anaeróbico en las pruebas de CFA se hace fácilmente debido a que el cociente respiratorio (R) en ese momento es de 1 (igualdad del numerador VCO2 eliminación de anhídrido carbónico, que del denominador VO2 consumo de oxígeno, es decir VCO2/VO2) y porque en las gráficas en donde se correlaciona durante el ejercicio el VCO2 con el VO2 se pierde la linealidad de la recta, produciéndose un punto de inflexión característico por el incremento del valor del CO24 (fig. 3).

VE (l/min)

ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES (X)

2.500 2.000 1.500

UA

1.000 500 600

1.100

1.600 VO2 (ml/min)

2.100

Fig. 3. Cálculo del umbral anaeróbico (UA) de forma manual. En todas las gráficas se aprecia un cambio de la pendiente. El umbral está en el punto de inflexión. VCO2: eliminación de anhídrido carbónico; VE: ventilación por minuto; VO2: consumo de oxígeno.

mitiendo por ello llevar a cabo esfuerzos cada vez más intensos, aumentamos la resistencia a expensas de un ahorro de energía del corazón o, lo que es lo mismo, con un menor esfuerzo.

Prolongación diastólica Por otro lado, durante el reposo, al disminuir la frecuencia cardiaca, tiene lugar también una consecuencia muy importante, que es la prolongación del tiempo dedicado a la diástole, y esto va a permitir que el llenado de sangre sea mayor,

CORAZÓN Y DEPORTE

y por ello se alcanzan mayores volúmenes telediastólicos en estos corazones entrenados que en un corazón sin bradicardia. De este modo, podremos asegurar que durante el reposo en un corazón de atleta, la propia bradicardia va a permitir que los logros alcanzados con el entrenamiento relacionados con un incremento en los diámetros ventriculares y unos volúmenes telediastólicos mayores se perpetúen y se mantengan. Incluso en reposo, el corazón del atleta trabaja por el mantenimiento y conservación de los logros adquiridos durante el entrenamiento. Los efectos terapéuticos de estos cambios mencionados sobre pacientes enfermos del corazón por diferentes patologías se podrían resumir en dos: 1. Se pueden realizar cargas de trabajo máximas con menor esfuerzo cardiovascular. 2. La disminución de la frecuencia cardiaca en reposo y en el ejercicio submáximo permite disminuir las demandas de energía para un mismo esfuerzo, y en pacientes con angina crónica disminuir por ello su umbral anginoso.

Arterias coronarias El corazón es el único órgano que, aun estando en reposo, extrae de la sangre arterial casi la totalidad del oxígeno disponible que se encuentra en dicha sangre. En condiciones normales la sangre arterial contiene 20 ml de O2 por cada 100 ml de sangre y al pasar por el músculo esquelético en reposo éste “le roba” 6 volúmenes, dejando pasar 14, mientras que en el corazón, de los 20 volúmenes que entran por las arterias coronarias, aun en reposo, éste “le roba” 14 volúmenes a la sangre arterial y deja pasar el resto, que saldrá por el seno coronario. Durante el ejercicio intenso el músculo esquelético “roba” de la sangre 18 volúmenes de oxígeno y el corazón sigue quedándose con 14 volúmenes al igual que lo hacía durante el reposo. Por esta razón el corazón es muy oxígeno dependiente, ya que la energía almacenada en el músculo cardiaco tan solo serviría para 15 segundos en reposo y 4 durante un esfuerzo máximo. Cuando el corazón incrementa sus necesidades durante un esfuerzo físico intenso no puede responder extrayendo más oxígeno de la sangre arterial, como lo hace el músculo esquelético, sino aumentando el flujo de sangre al corazón. Como consecuencia del entrenamiento aeróbico o de resistencia, en las arterias coronarias se producen unos cambios que llevan a aumentar el diámetro de las mismas, habiéndose observado en algunos casos de necropsias en atletas que dicho diámetro había alcanzado el doble o el triple que el encontrado en individuos de su misma edad y que no practicaban ejercicio regular. El beneficio de este cambio sobre las arterias coronarias es muy importante, y sólo se consigue con los entrenamientos aeróbicos o de resistencia5.

reposo el GC se mantiene aunque exista la bradicardia (5 litros por minuto). Pero sobre todo en el máximo esfuerzo la cantidad de sangre que sale del corazón por minuto puede multiplicarse por dos e incluso por tres, y por ello se produce una mayor oferta de oxígeno en el músculo esquelético entrenado. Este cambio se produce principalmente a expensas de aumentar el volumen de sangre que sale del corazón en cada latido, es decir, se incrementa el volumen sistólico (VS). Si el GC en reposo es de 5 litros por minuto, en el máximo esfuerzo oscilará entre los 15 litros del individuo poco entrenado, los 20 del moderadamente entrenado y los 25 del corazón de un deportista de elite. Por ejemplo, en un deportista de 20 años, que en el máximo esfuerzo alcanza las 200 pulsaciones, expulsaría en cada latido un VS de 125 cc, esto supondría los 25 litros mencionados anteriormente. El VS normal puede oscilar entre los 70-110 cc, por ello un valor de 125 cc es posible encontrarlo en deportistas de elite con deportes de resistencia moderada, pero nosotros hemos observado casos de 200 cc de VS en cada latido en deportistas de elite de deportes de resistencia pura como es el ciclismo, lo que supondría un GC de 40 litros por minuto, situando estos valores entre los más elevados en el mundo del deporte de elite6-8.

Tensión arterial Durante el ejercicio físico aeróbico se producen cambios en la tensión arterial (TA) que consisten en una elevación de la presión arterial sistólica (PAS) alrededor de 180-190 mmHg, no debiendo sobrepasar los 200 mmHg. Esta elevación se debe al GC elevado durante el máximo esfuerzo, tal como se ha mencionado anteriormente. La presión arterial diastólica (PAD) o mínima en atletas entrenados oscila entre los 70-80 mmHg, pudiendo llegar a 90 mmHg, pero nunca sobrepasarlos, incluso es normal que durante el esfuerzo físico la PAD pueda disminuir. Por esto, se aconseja a los pacientes hipertensos el ejercicio como una herramienta beneficiosa. Cualquier elevación de estos valores debe ser considerada anormal y debe explicarse la causa. Durante el ejercicio de fuerza o levantamiento de pesas se producen cambios, sobre todo de la PAD, habiéndose descrito incluso valores de 160 mmHg de PAD o mínima y 220240 mmHg de PAS o máxima. Por ello este tipo de esfuerzos físicos no son recomendables para individuos con la tensión arterial elevada, y tampoco en pacientes con problemas anginosos. Aun sin padecer enfermedades, los esfuerzos físicos intensos de fuerza no son recomendables ni para personas sanas y mucho menos con una edad superior a los 40-50 años, sólo se debería recomendar un entrenamiento de fuerza pero usando cargas ligeras y solamente moderadas según individuos9.

Gasto cardiaco

Electrocardiograma

Una de las características del corazón de atleta es el aumento del tamaño de ambos ventrículos y de los volúmenes telediastólicos, y la consecuencia más importante es que durante el

La variedad de hallazgos en el electrocardiograma (ECG) de un deportista con corazón de atleta oscila entre la simple presencia de vagotonía o elevación del punto “j”con aumenMedicine. 2009;10(44):2927-33

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ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES (X) A

B

Capacidad funcional

Cuando hablamos de la CFA, estamos hablando de la condición física de un individuo. Para poder medir esta condición se utilizan las pruebas de esfuerzo, que pueden ser tanto sobre cinta rodante como sobre bicicleta o cicloergómetro. Durante su desarrollo, en el que se podrán utilizar diferentes protocolos perfectamente estandarizados según la forma física de la que se parta, se realiza simultáneamente la medición del aire inspirado y expirado y de los valores de él extraídos como es el consumo de oxígeno o VO2 ml/min, la eliminación de anhídrido carbónico, el cocienFig. 4. Electrocardiograma de un ciclista profesional de élite. Ondas “T” características de repolarización prete respiratorio (VCO2/VO2), la coz. A. Durante el reposo. B. Durante el esfuerzo máximo. ventilación por minuto (VE/lit/ min), el consumo de oxígeno por kg/min VO2/kg ml/min/kg y el to del segmento ST, pasando por alteraciones de la onda T, umbral anaeróbico (AT, anaerobic treshold). Con estos parátanto picudas o positivas (fig. 4) como negativas, o alteraciometros, pero sobre todo con el VO2 máx –que es el que representa mejor el índice global de la máxima capacidad funnes de la repolarización severas, y bloqueos tanto de rama cional cardiovascular y respiratoria– podemos conocer al como aurículo ventricular de diferente grado. También puedetalle la situación de cada deportista y el efecto del entrede haber ritmos auriculares ectópicos y de la unión. En ocanamiento sobre estos parámetros. Con un entrenamiento de siones estos hallazgos de trastornos de la repolarización se 3 a 6 meses se puede llegar a incrementar o modificar entre acompañan de un aumento del grosor de la pared del venun 15 y un 30% los parámetros anteriormente descritos, sotrículo izquierdo, y en otras la exploración ecocardiográfica bre todo el VO2 máx. Y será la expresión final de las adaptaes normal. En ocasiones se hace muy difícil separar lo que es ciones cardiovasculares para mejorar e incrementar el aporun corazón de atleta de otros hallazgos que pudieran tener te de oxígeno al músculo esquelético11-13. un significado patológico como las miocadiopatías, siendo necesario dejar en reposo al individuo durante 3 meses para observar si dichos cambios son reversibles o no. Si desaparecen se trataría de un corazón de atleta y si no de una miocarPlanificación del entrenamiento diopatía10.

Ecocardiograma Es desde hace varios años una herramienta fundamental, tanto para valorar parámetros basales en deportistas antes de su entrenamiento, como para valorar los efectos del mismo sobre el corazón. Se obtienen resultados sobre la normalidad de todas las estructuras cardiacas y de parámetros importantes como son el diámetro telediastólico del ventrículo izquierdo, el volumen telediastólico, el tamaño de las aurículas, el VS y la fracción de eyección, habiéndose descrito diámetros del ventrículo izquierdo de 70 mm, lo que le situaría en diámetros propios de corazones con patologías, distinguiéndose de ellos gracias al estudio de la función sistólica, al flujo mitral y a la contractilidad segmentaria que en el corazón de atleta, lógicamente, son normales. Sirve para valorar la evolución de un buen entrenamiento aeróbico o para descubrir un mal programa de entrenamiento aeróbico. 2932

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Para poder planificar un entrenamiento debemos disponer de los datos obtenidos por el ecocardiograma y por el estudio de la CFA. Todo ello debe ir dirigido según la disciplina que se vaya a llevar a cabo. Se programan planes donde se trabaja la resistencia o potencia aeróbica, la potencia anaeróbica, el sprint, la velocidad y las series combinando ambos parámetros o por separado. Debemos saber qué queremos y cómo lo hacemos, no es lo mismo entrenar para 5.000 metros que para media maratón, para una maratón o para ciclismo en carretera, ya que el entrenamiento debe ir dirigido a ejercitar diferentes aspectos, todos ellos importantes. Debemos saber que podemos entrenar el músculo esquelético en sus diferentes aspectos de fuerza, técnica, rapidez, coordinación, velocidad y sincronización, y del corazón fundamentalmente podemos entrenar la resistencia. Por último, debemos resaltar que todos los cambios obtenidos en el corazón de atleta, que pueden empezar a manifestarse tras 8 semanas de entrenamiento diario, pueden desaparecer igualmente tras 6 semanas de falta de entrenamiento o reposo.

CORAZÓN Y DEPORTE 5. • Haskell WL, Sims C, Myll J, Bortz WM, St. Goar FC, Alderman ✔ EL. Coronary artery size and dilating capacity in ultradistance run-

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