P i e l ( B a r c . , E d . i m p r. ) 2 0 1 0 ; 2 5 ( 9 ) : 5 3 3 – 5 4 3
fototerapia son los tratamientos que consiguen mejores resultados. La lipodermatosclerosis es una complicacio´n cro´nica de la insuficiencia venosa en los miembros inferiores resultado de la hipoxia cro´nica y de la fibrosis de´rmica y del tejido celular subcuta´neo. Consisten en placas induradas, constrictivas, bien delimitadas de la piel sana circundante, con facilidad para la formacio´n de erosiones y u´lceras ante pequen˜os traumatismos. Su tratamiento es la prevencio´n en fase de dermatitis de estasis. Al igual que sucede con las dermatosis perforantes, las principales enfermedades siste´micas asociadas son la hipertensio´n arterial, la diabetes mellitus y la nefropatı´a cro´nica3–5, las cuales estaban presentes en nuestra paciente. A pesar de que ambos procesos parecen relacionarse con las mismas enfermedades de base, no hemos encontrado en la literatura consultada ningu´n caso de coexistencia de estas dos entidades en un mismo paciente. Tambie´n es relevante la curacio´n de las lesiones ulcerativas con una solucio´n de hidrogel poco tiempo despue´s del inicio del tratamiento.
541
2. Rapini RP, Hebert AA, Drucker CR. Acquired perforating dermatosis: evidence for combined transepidermal elimination of both collagen and elastic fibers. Arch Dermatol. 1989;125:1074–8. 3. Heymann WR. Lipodermatosclerosis. J Am Acad Dermatol. 2009;60:1022–3. 4. Damian DL, Yiasemides E, Grupta S, Armour K. Ultrasound therapy for lipodermatosclerosis. Arch Dermatol. 2009;145:330–2. 5. Huang TM, Lee JYY. Lipodermatosclerosis: a clinicopathologic stuy of 17 cases an differential diagnosis from erythema nodosum. J Cutan Pathol. 2008;36:453–60.
Eva Marı´a Gutie´rrez Paredesa,, Jose´ Marı´a Martı´n Herna´ndeza, Nuria Santonja Lo´pezb y Esperanza Jorda´ Cuevasa a Servicio de Dermatologı´a, Hospital Clı´nico Universitario, Valencia, Espan˜a b Servicio de Anatomı´a Patolo´gica, Hospital Clı´nico Universitario, Valencia, Espan˜a
Autor para correspondencia.
Correo electro´nico:
[email protected] (E.M. Gutie´rrez Paredes).
B I B L I O G R A F I´ A
1. Saray Y, Sec-kin D, Bilezikc-i B. Acquired perforating disorders: clinicopathological features in twenty-two cases. J Eur Acad Dermatol Venerol. 2006;20:679–88. doi:10.1016/j.piel.2010.09.004
Descamacio´n fisiolo´gica en el recie´n nacido Physiologic desquamation in the newborn
Sr. Director: La descamacio´n fisiolo´gica del recie´n nacido es un proceso muy frecuente. Existe una gran variabilidad en su prevalencia entre los distintos estudios, 1,91–83%2, al diferir el momento de exploracio´n3. El te´rmino xerosis es empleado por algunos autores cuando la descamacio´n no es clı´nicamente aparente4, mientras otros engloban ambos procesos en un mismo grupo5. La mayorı´a de recie´n nacidos presenta descamacio´n superficial en los primeros dı´as de vida. Comienza en los tobillos en las primeras 72 h de vida. Puede permanecer localizada, con frecuencia queda limitada a las manos y los pies (fig. 1), o puede extenderse gradualmente6. Normalmente alcanza su ma´xima intensidad y extensio´n entre el sexto y de´cimo dı´a2. La descamacio´n es similar en ambos sexos, aunque algunas series encuentran un leve predominio en varones3. En un estudio reciente Boccardi et al7 observan diferencias en funcio´n
de la raza, con mayor frecuencia en neonatos de origen sudamericano o asia´tico y menor en los procedentes del norte ´ frica. Sachdeva et al3 encuentra variaciones segu´n para´mede A tros maternos como el nu´mero de gestaciones previas, siendo inferior la prevalencia en las primigestas. Aunque es un tema controvertido7, la mayorı´a de estudios encuentran con ma´s frecuencia descamacio´n en los neonatos de mayor peso5 y edad gestacional1,3–5,9. Para otros autores, solo varı´a el momento de aparicio´n. Mientras los lactantes a te´rmino sufren una descamacio´n fina a las 24–48 h de vida, los prematuros no la presentan hasta pasadas 2–3 semanas8. Los neonatos poste´rmino frecuentemente ya nacen en una fase descamativa intensa (escamas gruesas). Tambie´n suele ser ma´s extensa, afectando a´reas distales de miembros y tronco. Se acompan˜a de otros signos cuta´neos propios de su edad gestacional, como ausencia de ve´rnix caseosa, mayor longitud de las un˜as y el pelo y disminucio´n de la grasa subcuta´nea8.
542
P i e l ( B a r c . , E d . i m p r. ) 2 0 1 0 ; 2 5 ( 9 ) : 5 3 3 – 5 4 3
Figura 2 – Ictiosis en un neonato.
Figura 1 – Descamacio´n fisiolo´gica en la planta del pie.
La ve´rnix caseosa sirve como lubricante para proteger la piel frente al lı´quido amnio´tico. Aumenta la hidratacio´n cuta´nea y aporta una barrera natural. A medida que va avanzando la gestacio´n se vuelve ma´s espesa, si bien los lactantes posmaduros generalmente no tienen. Despue´s del nacimiento puede cubrir toda la superficie corporal o acumularse u´nicamente en los pliegues, sobre todo los inguinales, sin que se sepa el motivo de esta variabilidad individual. A las pocas horas de nacer empieza a secarse y se desprende esponta´neamente, dando paso a la piel seca caracterı´stica del neonato. Se ha sugerido que la descamacio´n esta´ relacionada con la pe´rdida de la ve´rnix caseosa y la funcio´n barrera pobre de la piel neonatal. Esto causa durante los primeros dı´as de vida pe´rdida de agua transepide´rmica y posterior deshidratacio´n del estrato co´rneo5,9. Los recie´n nacido poste´rmino al no poseer ve´rnix caseosa, tendrı´an una maceracio´n de la capa co´rnea en el u´tero causando una descamacio´n temprana. Esto ha sido criticado por Rivers et al10 ya que no justifica la mayor descamacio´n acral (manos y pies). Esta descamacio´n se reduce aplicando cremas emolientes. En las formas extensas o ma´s intensas del neonato poste´rmino el diagno´stico diferencial incluye procesos ma´s raros como algunas formas de ictiosis y la displasia ectode´rmica hipohidro´tica. La distincio´n entre estas entidades es importante dado que la historia natural y el manejo de estas entidades difiere considerablemente. El recie´n nacido con descamacio´n fisiolo´gica no presenta hallazgos propios de algunas ictiosis: afectacio´n del estado general, ectropio´n, historia familiar de ictiosis, distribucio´n caracterı´stica, descamacio´n continua o eritema en la piel subyacente (fig. 2)6,8. El eritema to´xico neonatal es una erupcio´n benigna transitoria que comporte algunas caracterı´sticas con la descamacio´n fisiolo´gica: proceso muy frecuente (afecta a casi
la mitad de los recie´n nacidos), suele aparecer entre el segundo y el cuarto dı´a de vida y se correlaciona con la edad gestacional y el peso del neonato3,5. Sin embargo, difiere en las localizaciones ma´s comunes (la cara, el tronco, las nalgas y la zona proximal de las extremidades), respeta el a´rea palmoplantar y en su etiopatogenia6,8.
B I B L I O G R A F I´ A
1. Moosavi Z, Hosseini T. One-year survey of cutaneous lesions in 1000 consecutive Iranian newborns. Pediatr Dermatol. 2006;23:61–3. 2. Baruah CM, Bhat V, Bhargava R, Garg RB, Kumar V. Prevalence of dermatoses in the neonatos in Pondichery. Indian J Dermatol Venereol Leprol. 1991;57:25–8. 3. Sachdeva M, Kaur S, Nagpal M, Dewan SP. Cutaneous lesions in new born. Indian J Dermatol Venereol Leprol. 2002;68:334–7. 4. Gokdemir G, Erdogan HK, Koslu A, Baksu B. Cutaneous lesions in Turkish neonates born in a teaching hospital. Indian J Dermatol Venereol Leprol. 2009;75:638. 5. Ferahbas A, Utas S, Akcakus M, Gunes T, Mistik S. Prevalence of cutaneous findings in hospitalized neonates: a prospective observational study. Pediatr Dermatol. 2009;26:139–42. 6. Herna´ndez A. La piel del recie´n nacido. En: Torrelo A, editor. Dermatologı´a en Pediatrı´a General. Madrid: Grupo Aula Me´dica, S.L.; 2007. p. 15–38. 7. Boccardi D, Menni S, Ferraroni M, Stival G, Bernardo L, La Vecchia C, et al. Birthmarks and transient skin lesions in newborns and their relationship to maternal factors: a preliminary report from Northern Italy. Dermatology. 2007;215: 53–8. 8. Lucky AW. Transient benign cutaneous lesions in the newborn. In: Eichenfield LF, Frieden IJ, Esterly NB, editors. Neonatal Dermatology. Second Ed. Philadelphia: Saunders Elsevier; 2008. p. 85–97. 9. Griffiths AD. Skin desquamation in the newborn. Biol Neonat. 1966;10:127–39. 10. Rivers JK, Frederiksen PC, Dibdin C. A prevalence survey of dermatoses in the Australian neonate. J Am Acad Dermatol. 1990;23:77–81.
P i e l ( B a r c . , E d . i m p r. ) 2 0 1 0 ; 2 5 ( 9 ) : 5 3 3 – 5 4 3
543
Benigno Monteagudoa, Elvira Leo´n-Muin˜osb, Alba Corralesc e Iria Carballeirac
c ´ rea Sanitaria Servicio de Pediatrı´a, Hospital Arquitecto Marcide, A de Ferrol, SERGAS, Ferrol, Galicia, Espan˜a
a ´ rea Servicio de Dermatologı´a, Hospital Arquitecto Marcide, A Sanitaria de Ferrol, SERGAS, Ferrol, Galicia, Espan˜a b ´ rea Sanitaria de Ferrol, Pediatra, Centro de Salud de Serantes, A SERGAS, Ferrol, Galicia, Espan˜a
Autor para correspondencia.
doi:10.1016/j.piel.2010.03.012
Correo electro´nico:
[email protected] (B. Monteagudo).