Lipomatosis escrotal

Lipomatosis escrotal

16 CORREO LECTOR 2194 (596-600) 28/10/04 09:50 Página 597 Correo de los lectores Figura 2. Evolución de la lesión a los 3 meses. Figura 1. En conc...

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16 CORREO LECTOR 2194 (596-600) 28/10/04 09:50 Página 597

Correo de los lectores

Figura 2. Evolución de la lesión a los 3 meses.

Figura 1.

En conclusión, hemos presentado un caso de piodermitis vegetante por P. aeruginosa de difícil diagnóstico y tratamiento, cuyo conocimiento es importante de cara a establecer un correcto diagnóstico diferencial de lesiones vegetantes en las extremidades.

padas 3 lesiones mediante cirugía ambulatoria, con diagnóstico anatomopatológico de lipomas. Los lipomas son tumores benignos de crecimiento lento, formados por tejido adiposo maduro, que se localizan con frecuencia en el tejido celular subcutáneo, y que se manifiestan habitualmente como masas indoloras de consistencia blanda o elástica, de tamaño variable, redondas o lobuladas y fácilmente desplazables sobre planos profundos y superficiales. La grasa de los lipomas está fuera de los circuitos metabólicos del paciente, por lo que no sigue las oscilaciones cuantitativas que afectan al tejido adiposo normal. Si bien la localización más frecuente es el tejido celular subcutáneo del tronco, el cuello y las extremidades superiores, estos tumores también pueden localizarse en tejidos más profundos, como tabiques intermusculares, tórax, abdomen, pelvis y sistema nervioso, entre otros1. Los lipomas de localización escrotal, como los que presentaba nuestro paciente, se han asociado con infertilidad2,3. Aunque los lipomas pueden aparecer a cualquier edad, lo hacen con mayor frecuencia en la segunda mitad de la vida. Pueden presentarse como lesiones solitarias o únicas, más frecuentes en el sexo femenino, o como tumores múltiples o lipomatosis, más común en el varón. Ejemplos de esto último son la lipomatosis múltiple familiar, el síndrome de Gardner, la enfermedad de Madelung o lipomatosis simétrica benigna y la adiposis dolorosa o enfermedad de Dercum1,4. Desde el punto de vista etiológico, se ha descrito la asociación de lipomas-lipomatosis con el consumo crónico de alcohol5, el tratamiento sistémico con corticoides6 y la terapia antirretroviral con inhibidores de la proteasa en pacientes con infección por el VIH7; en algunos casos existe un patrón hereditario claro1,4. En cuanto a su tratamiento, la resección quirúrgica o la liposucción son los métodos terapéuticos más empleados8. También se ha empleado, aunque con menos éxito, por una mayor recurrencia, la inyección de corticoides en lipomas de pequeño tamaño. Dada la benignidad de estos tumores, la actitud terapéutica suele ser expectante, y la cirugía se indica en casos de lipomas dolorosos, de gran tamaño y de crecimiento rápido (para excluir un posible liposarcoma, con el que se plantearía diagnóstico diferencial), compresión de estructuras y por razones estéticas. También está indicada en el caso de lipomatosis escrotal asociada a infertilidad, donde se ha visto que la lipectomía mejora la calidad del esperma del paciente9.

R. Ruiz-Villaverde y J. Blasco Melguizo Unidad de Dermatología. Hospital de Poniente. El Ejido. Almería. España.

Bibliografía 1. Hallopeau H. Pyodermite vegetante, ihre Beziehungen zur Dermatitis Herpetiformis and dem Pemphigus vegetans. Arch of Dermatol y Syph (Vienna) 1898;43:289-306. 2. Brown CS, Kligman AM. Mycosis-like pyoderma. Arch Dermatol 1957; 75:123-5. 3. Su WP, Duncan SC, Perry HO. Blastomycosis-like pyoderma. Arch Dermatol 1979;115:170-3. 4. Welch KJ, Burke WA, Park HK. Pyoderma vegetans: association with diffuse T cell lymphoma (large cell type). J Am Acad Dermatol 1989; 20:691-3. 5. Rongioletti F, Semino M, Drago F, et al. Blastomycosis-like pyoderma (Pyoderma vegetans) responding to antibiotics and topical disodium chromoglycate. Int J Dermatol 1996;35:828-30.

Lipomatosis escrotal Sr. Director: Presentamos el caso de un varón de 25 años que consulta por presentar varias masas escrotales no dolorosas, de aproximadamente 5 años de evolución y crecimiento lentamente progresivo. Entre sus antecedentes personales destacan ser fumador de 20 cigarrillos al día, tener un consumo moderado-alto de alcohol y haber sido sometido a extirpación de varios lipomas abdominales. No sigue ningún tratamiento farmacológico y niega historia familiar de lesiones similares. En la exploración física presenta múltiples masas (fig. 1), en ambas bolsas escrotales, de consistencia blanda y de tamaño variable. También se evidencian nódulos de características parecidas y de menor tamaño, bilaterales, en las zonas retroauricular y glútea. Los parámetros analíticos se encuentran en los rangos normales. El paciente es derivado a la consulta de urología, donde le son extir87

E. Bouzas Senandea, E. Cerrada Cerradab y C. López Olmedaa aResidente

de Medicina Familiar y Comunitaria. Área IX. Leganés. Madrid. bMédico de Familia. Centro de Salud Dr. Mendiguchía. Leganés. Madrid. España. FMC 2004;11(9):596-600

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Bibliografía 1. Anders KH, Ackerman AB. Neoplasms of the subcutaneous fat. En: Freedberg IM, Eisen AZ, Wolff K, Austen KF, Goldsmith LA, Katz SI, et al, editores. Fitzpatrick’s dermatology in general medicine. 5th ed. New York: McGraw-Hill, 1999; p. 1292-300. 2. Lander EB, Lee I. Giant scrotal lipomatosis. J Urol 1996;156:1773. 3. Shafik A, Olfat S. Scrotal lipomatosis. Br J Urol 1981;53:50-4. 4. Salam GA. Lipoma excision. Am Fam Physician 2002;65:901-4. 5. Grau A, González-Huix F, Ricart W, Masabeu M, Acero D, Soler S. Multiple symmetrical lipomatosis and chronic alcoholism. An Med Interna 1989;6:635-8. 6. Lipomatosis due to chronic steroid therapy. Prescrire Int 1999;8:84-5. 7. Tornero C, Sánchez P, Castejón P, Rull S. Regresión de la lipomatosis múltiple con la administración de indinavir. Med Clin (Barc) 1999;113:278-9. 8. Pinski KS, Roenigk HH Jr. Liposuction of lipomas. Dermatol Clin 1990; 8:483-92. 9. Shafik A, Olfat S. Lipectomy in the treatment of scrotal lipomatosis. Br J Urol 1981;53:55-61.

Importancia del reconocimiento precoz de los síntomas de alarma en pacientes con cardiopatía isquémica para la disminución de la mortalidad prehospitalaria del síndrome coronario agudo Sr. Director: Hemos leído con interés el editorial de Torcal Laguna sobre el síndrome coronario agudo (en APS)1, donde, de modo muy acertado, explica todos los modos posibles en que un paciente con un síndrome coronario agudo (SCA) se puede poner en contacto con la atención primaria (sin electrocardiograma, con electrocardiograma y desfibrilador) y el modo más efectivo de tratarlo. Asimismo, y con buen criterio, expone que la mortalidad prehospitalaria, la más importante, puede mejorarse con la atención estandarizada en los centros de salud, la formación del personal y la equipación técnica, además de la coordinación adecuada con los sistemas de transporte y el ámbito hospitalario. Nosotros creemos que el autor no hace referencia a un aspecto importante que podría disminuir la mortalidad prehospitalaria del síndrome coronario agudo: la educación sanitaria de nuestros cardiópatas, y decimos que podría disminuir porque en la actualidad no hay estudios que demuestren el beneficio de la educación sanitaria (cómo actuar ante los síntomas de alarma) en la supervivencia de la cardiopatía isquémica2, aunque parece evidente que si esto sucediese disminuiría la mortalidad por esta enfermedad. En un artículo publicado por nosotros en la revista Atención Primaria en 2003 nos proponíamos, entre otros objetivos, conocer el grado de información que tienen los pacientes con cardiopatía isquémica y su actuación ante situaciones de alarma (dolor torácico de perfil isquémico en esfuerzo, en reposo, agravamiento en esfuerzo, de más de 20 min) y la fuente de dicha información3. Sólo citaremos 3 de los resultados: a) el 79,5% de los encuestados desconocía el momento en que debía acudir a urgencias hospitalarias ante una crisis de esfuerzo; b) ninguno de los 93 encuestados conocía la diferente actuación que debía seguir ante una angina de esfuerzo y otra de reposo, y c) quizá lo más preocupante: ningún mé598

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dico (primaria o especializada) les informó sobre cómo actuar ante una presumible angina de reposo o una de esfuerzo progresivo. Al menos en zonas urbanas, ¿cuántas fibrilaciones ventriculares se podrían evitar si todos los cardiópatas supiesen el momento y el lugar al que acudir, al reconocer síntomas compatibles con un síndrome coronario agudo?, ¿cuántas anginas inestables no se diagnostican porque el paciente desconoce que debe solicitar atención médica urgente?, ¿cuántas anginas de reposo o de esfuerzo progresivo evolucionan a infarto agudo de miocardio o muerte súbita porque el paciente ignora el modo de actuar ante los síntomas de alarma? Sin duda, el conocimiento por parte de los enfermos aumentaría de forma considerable el número de anginas inestables ingresadas en los hospitales (en la actualidad se supone que ingresan cifras parecidas al de primeros infartos) y disminuiría presumiblemente la mortalidad por esta enfermedad. En este sentido, la información a los pacientes se hace totalmente necesaria y creemos que esta actividad de educación sanitaria debería ampliarse y mantenerse al personal sanitario, como recoge el National Heart Attack Alert Program4. En la mejora de la mortalidad prehospitalaria por SCA también influirá el Plan Integral de Cardiopatía Isquémica, del Sistema Nacional de Salud5, ya que tiene entre sus objetivos que en todos los informes de alta hospitalaria se incluyan instrucciones para actuar con rapidez en caso de un nuevo episodio coronario.

J. López de la Iglesiaa y H. Hernández Ovejerob aMédico

de Familia. Centro de Salud Condesa. León. bResidente tercer año Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Condesa. León. España.

Bibliografía 1. Torcal Laguna J. El síndrome coronario agudo (en APS) [editorial]. FMC 2004;11:179-82. 2. Martín-Rabadán M. No informamos a los pacientes con cardiopatía isquémica sobre “cómo actuar” al reaparecer el dolor torácico. Gestión Clínica y Sanitaria 2003;5:143. 3. López de la Iglesia J, Martínez Ramos E, Pardo Franco L, Escudero Álvarez S, Cañón de la Parra RI, Costas Mira MT. Encuesta a los pacientes con cardiopatía isquémica sobre el modo de actuación ante los distintos síntomas de alarma. Aten Primaria 2003;31:239-47. 4. National Heart Attack Alert Program. Educational strategies to prevent prehospital delay in patients at high risk for acute myocardial infarction: a report of the National Heart Attack Alert Program. J Thromb Thrombolysis 1998;6:47-61. 5. Secretaría General de Sanidad. Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud. Plan Integral de Cardiopatía Isquémica 2004-2007. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo, 2003.

Respuesta del autor. Información no equivale a educación sanitaria Sr. Director: Agradezco los comentarios realizados por el grupo encabezado por el Dr. López de la Iglesia en relación con el tema desarrollado en el editorial publicado el pasado mes de abril “El síndrome coronario agudo (en APS)”. Aunque el enfoque del editorial, en principio, estaba dirigido a resaltar la importancia que tiene una buena actuación de los profesionales de atención primaria con los pacientes que padecen un síndrome coronario agudo y entran en contacto con el centro de salud, no cabe duda de que los autores plantean un problema claramente relacionado con el tema, a mi juicio, aún no resuelto en la 88