ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2013;88(11):453–454
ARCHIVOS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE OFTALMOLOGÍA www.elsevier.es/oftalmologia
Carta al Director
Membrana neovascular y embarazo. Tratamiento con bevacizumab Neovascular membrane and pregnancy. Treatment with bevacizumab
Sr. Director: Querría felicitar al Dr. Gómez-Ledesma et al.1 por su excelente caso clínico en el que se apunta un debate que cada vez será más frecuente en la práctica clínica diaria, ya que se han ampliado las indicaciones de la terapia antiangiogénica (membranas idiopáticas, miópicas, inflamatorias, edemas diabéticos, oclusiones vasculares, etc.), por lo que los oftalmólogos debemos ser conscientes de la posibilidad de embarazo y de los posibles efectos secundarios de esta terapia: la neovascularización ocular y su tratamiento en las mujeres embarazadas, algunas de las cuales ni siquiera saben que lo están o no informan de ello, pues consideran que una medicación «local» no puede afectar a su embarazo (algo «sistémico»). La formación de vasos de novo (vasculogénesis) es esencial para el implante embrionario y el correcto desarrollo embrionario-fetal, y es mediada por diferentes factores de crecimiento, entre los que destaca el VEGF. La supresión o disminución de los niveles de VEGF puede afectar tanto a la madre (la concentación media de VEGF sérico en una mujer no embarazada es de 1,10 /l [0,91-1,30] y de 2,13 /l [1,62-2,77] en la embarazada, siendo estas concentraciones uno de los factores responsables de la adaptación cardiovascular de la madre al embarazo)2 como al feto, con secuelas que dependen del momento del embarazo: durante la concepción y los 3 primeros meses (fases críticas) se puede asociar a aborto espontáneo; en el segundo trimestre, a malformaciones incompatibles con la vida y en el tercero, a retraso en el desarrollo en diferentes órganos. Un número limitado de estudios han investigado en detalle el uso de fármacos durante el embarazo. En mujeres embarazadas no hay estudios sobre la utilización de antiangiogénicos durante el mes anterior al embarazo, la implantación del cigoto y el primer trimestre (fases críticas), por lo que no se pueden dar recomendaciones. Actualmente, ranibizumab y bevacizumab son los antiangiogénicos más utilizados en oftalmología. Ambos son
fármacos con categoría C: teratogenicidad fetal probada en estudios animales. No hay estudios en humanos, aunque en las embarazadas, a pesar de los riesgos, hay beneficios en determinadas circunstancias: 1,25 mg de bevacizumab intravítreo tiene una vida media de 10 días con un pico de 2-5 días y una concentración entre 80 y 170 g/ml, y en suero alcanza una concentración entre 20 y 687 ng/ml con una vida media de 1,5 meses con un pico de 5 días. Ranibizumab intravítreo (0,5 mg) tiene una vida media de 10 días y en suero alcanza una concentración entre 0,79 y 2,90 ng/ml con un pico de un día3 . De todo lo anterior, lo clínicamente interesante es que dosis superiores a 10 ng/ml bloquean el efecto VEGF-sistémico3 , por lo que ranibizumab sería de elección frente a bevacizumab en mujeres embarazadas a las que se decida tratar. El aptámero pegaptanib, al ser tan selectivo inhibiendo la isoforma 165, teóricamente es una alternativa segura. Es un fármaco que se asigna a la categoría B: no teratógeno en ratones, pero no hay estudios en humanos. En mujeres en edad fértil el uso de antiangiogénicos debe ser cauto y, por motivos médico-legales, estaría indicada la realización rutinaria de un test de embarazo, discutiendo con la paciente, el pediatra y el ginecólogo los posibles riesgos. Conocer mejor los parámetros que determinan la teratogenicidad-aborto puede permitir al médico oftalmólogo sentirse más seguro con los riesgos y beneficios cuando se utilizan estos fármacos en el embarazo.
bibliograf í a 1. Gómez Ledesma I, de Santiago Rodríguez MA, Follana Neira I, León Garrigosa F. Membrana neovascular y embarazo. Tratamiento con bevacizumab. Arch Soc Esp Oftalmol. 2012;87:297–300. 2. Evans P, Wheeler T, Anthony F, Osmond C. Maternal serum vascular endothelial growth factor during early pregnancy. Clin Sci (Lond). 1997;92:567–71.
454
ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2013;88(11):453–454
3. Asensio-Sánchez VM. Avastin no es lo mismo que Lucentis y Lucentis no es lo mismo que Avastin. Arch Soc Esp Oftalmol. 2009;84:427.
V.M. Asensio-Sánchez Servicio de Oftalmología, Hospital Clínico Universitario, Valladolid, ˜ Espana
Correo electrónico: victor
[email protected]
0365-6691/$ – see front matter © 2012 Sociedad Española de Oftalmología. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. http://dx.doi.org/10.1016/j.oftal.2012.11.002