Pitiriasis rosada de Gibert

Pitiriasis rosada de Gibert

Correo de los lectores La prevalencia de litiasis escrotal es baja (2,65% en algunas series ecográficas)3. Se han descrito casos en pacientes de edad...

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Correo de los lectores

La prevalencia de litiasis escrotal es baja (2,65% en algunas series ecográficas)3. Se han descrito casos en pacientes de edades que oscilan entre los 4 meses y los 65 años. Los escrotolitos se asocian a otras anomalías en una minoría de pacientes. Las descritas más habitualmente son quistes de epidídimo, epididimitis, hidrocele, varicocele y microlitiasis testicular3. Los cálculos escrotales pueden ser únicos o múltiples. La existencia de estas “perlas” puede ocasionar dudas en la evaluación ecográfica de las anomalías asociadas, aunque no complica su pronóstico ni su tratamiento4. A diferencia de lo que sucede con la microlitiasis testicular, la litiasis escrotal no se asocia a problemas de criptorquidia o infertilidad. Tampoco se ha podido relacionar con neoplasias, pero hasta la fecha no hay información disponible en la literatura científica del efecto a largo plazo de la irritación crónica por litiasis escrotal3.

Araceli Griñó Guimerá, Giovanna Lovatón Villena y Carme Saperas Pérez Centro de Atención Primaria. Terrassa Est. Consorci Sanitari de Terrassa. Terrassa. Barcelona. España.

Figura 1. Lesiones eritemato-escamosas, ovaladas y de bordes regulares características de la pitiriasis rosada.

Bibliografía 1. López-Rasines G, Rado Velázquez MA, Calabia de Diego A, Triana MG, Pereda T. Intrascrotal lithiasis: an infrequent finding? Arch Esp Urol. 1999;52:329-31. 2. De Luis Pastor E, Villanueva Marcos A, Zudaire Díaz-Tejeiro B, Benito Boillos A, Bondía Gracia JM, Rincón A, et al. Ecografía escrotal: perlas, patrones y errores. Actas Urol Esp. 2007;31:895-910. 3. Artas H, Orhan I. Scrotal calculi. J Ultrasound Med. 2007;26:1775-9. 4. Valero Puerta JA, Medina Pérez M, Valpuesta Fernández I, Sánchez González. Differential diagnosis of intrascrotal calcification: lithiasis attached to hidrocele wall. M. Arch Esp Urol. 2000;53:370-2.

Pitiriasis rosada de Gibert Sr. Director: Presentamos el caso de una joven de 17 años que acude a consulta refiriendo presentar desde hace tres semanas unas “manchas” en la piel que en la última semana le han provocado discreto prurito. A la exploración se observan lesiones eritemato-escamosas, ovaladas, de bordes regulares, pruriginosas, localizadas en cuello, tronco, abdomen y raíz de miembros (fig. 1). La erupción se inició como una placa única grande y anular en el cuello (placa madre), y a los 3 o 4 días ya presentaba lesiones en las zonas anteriormente mencionadas. Paciente sin antecedentes médicos de interés, no presenta alergias medicamentosas conocidas, ni medicación habitual, ni historia de catarro previo, ni fiebre, ni amigdalitis. Con el diagnóstico de pitiriasis rosada, se procede a orientar y tranquilizar a la paciente prescribiéndosele antihistamínicos orales para calmar su prurito. La pitiriasis rosada es una enfermedad aguda autolimitada caracterizada por lesiones eritemato-escamosas de forma oval, localizadas en tronco y piernas, afectando aproximadamente al 1 o 2% de la población. Generalmente respeta la cara, cuero cabelludo, palmas de las manos y plantas de los pies. Descrita en 1860 por Gibert pero reconocida por William desde 17981. La mayoría de los casos afectan a mujeres jóvenes entre 10 y 35 años2. En su forma típica, se inicia como una lesión única en forma de placa anular de bordes descamativos denominada “placa heraldo o placa madre”. En los 3 a 10 días siguientes se desarrolla un exantema secundario constituido por máculas ovales eritematosas más pequeñas cubiertas por una fina escama que se levantan por los bordes y que se disponen con el eje longitudinal paralelo a las líneas de los pliegues cutáneos, dando la imagen de árbol de navidad.

Normalmente las lesiones no son pruriginosas, aunque en la mitad de los casos puede aparecer intenso prurito. También se han descrito formas atípicas de la enfermedad (pápulas, vesículas, púrpuras, etc.). Aunque se desconoce la etiología exacta, en los últimos años la atención se ha centrado en los virus HHV6, HHV7 2 e incluso HHV83 como agentes causales. Esta suposición esta reforzada por lo siguiente: – El encuentro de partículas virales en biopsias examinadas en el microscopio electrónico4. – La aparición de las lesiones es precedida en ocasiones por síntomas prodrómicos parecidos a una infección viral (catarro, fiebre, malestar general, náuseas, cefalea, etc.). – Muchos de los casos aparecen como pequeños brotes epidémicos en lugares cerrados2. – La mayoría de los casos se presentan en determinadas épocas del año2. – Casi todos los pacientes presentan un único brote sin recidivas, sugiriendo esto, inmunidad permanente2. – Nunca se ha demostrado asociación de bacterias u hongos ni explicación autoinmune4. En la pitiriasis rosada no existen alteraciones de pruebas de laboratorio, sin embargo éstas nos pueden ayudar a excluir otros diagnósticos. La biopsia, aunque característica, no es patognomónica y muestra una dermatitis espongiótica con exocitosis discreta de linfocitos y focos de paraqueratosis2. El diagnóstico diferencial de la placa heraldo se realiza con el eccema numular y la tinea corporis y la fase de erupción generalizada con la dermatitis seborreica, lúes secundaria, psoriasis guttata, pitiriasis liquenoide, pitiriasis versicolor y toxidermia. El hecho de padecer la enfermedad durante el embarazo no afecta al feto5. La mayoría de los casos se curan de manera espontánea entre 6 a 14 semanas sin dejar lesiones por lo que lo más importante es tranquilizar al paciente. Nos puede ayudar el uso de antihistamínicos orales en caso de prurito intenso. Un reciente artículo de Revisiones Cochrane basado en los diferentes tratamientos utilizados actualmente no evidencia resultados beneficiosos del uso de emolientes, antihistamínicos tópicos o corticosteroides, por el contrario, el uso de éstos de manera tópica podría provocar una eritrodermia. Tampoco se muestran resultados evidentes con la aplicación de luz artificial ultravioleta, luz solar, agentes antivirales o glicirricina IV. FMC. 2011;18(6):379-87   383

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Sí se ha encontrado alguna evidencia de que la eritromicina puede acortar la evolución del rash y mejorar el prurito1. En otros estudios el aciclovir a dosis de 400 mg, 5 veces al día durante una semana ha producido un rápido aclaramiento de las lesiones y una rápida resolución del rash6. De todo lo expuesto podríamos concluir que la actuación más recomendable en el momento actual frente a la pitiriasis rosada es tranquilizar al paciente y no administrar tratamiento, debido a la ausencia de evidencias científicas sostenibles.

Omar Ariel Bourdierd Lantiguaa, Ernesto Bozalongo de Aragónb y Altagracia Elisa Bello Ovallesc aMédico

Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Cascajos. Servicio Riojano de Salud. Logroño. La Rioja. España. bMédico General. Centro de Salud Cascajos. Servicio Riojano de Salud. Logroño. La Rioja. España. cMédico Residente de Nefrología. Hospital San Pedro. Servicio Riojano de Salud. Logroño. La Rioja. España.

Figura 1. Manos características del síndrome de Crest.

Bibliografía 1. Drago F, Broccolo F, Rebora A. Pityriasis Rosea: An Update with a critical appraisal of its possible herpes viral etiology. J Am Acad Dermatol. 2009;61:303-9. 2. Requena L, Herrera E, Moreno A, Rodríguez JL. Pitiriasis Rosada. En: Requena L, editor. Dermatopatología: Correlación Clínico Patológica. Madrid: Grupo Menarini SA; 2007. p. 478-80. 3. Prantsidis A, Rigopolous D, Papatheodorou G, Menounos P, Gregoriou S, Alexiou-Moutsatou I, et al. Detection of human herpesvirus 8 in the skin of patients with Pityriasis Rosea. Acta Derm Venereal. 2009;89:6046. 4. Goldstein A, Goldstein B. Pityriasis Rosea. UpToDate [publicación electrónica]. 2010 Ene [consultado 15 Jun 2010];18(1):[20 p.]. Disponible en: http://www.uptodate.com/contents/pityriasis-rosea?source=search_ result&selectedTitle=1%7E8 5. Ribera M, Ferrándiz C. Dermatosis Eritematoescamosas, Plan de Perfeccionamiento en Dermatología. Madrid: Editorial Nedera Internacional SA; 1988. p. 152-55. 6. Rassai S, Feily A, Sina N, Abtahian S. Low dose of Acyclovir may be an effective treatment against Pityriasis Rosea: a random investigador-blind clinical trial on 64 patients. J Eur Acad Dermatol venereal. Publicación electrónica 7 may 2010.

Síndrome de Crest asociado a carcinoma de mama Sr. Director: Presentamos el caso de una mujer de 46 años, intervenida de bursitis calcificada de la rodilla derecha y fumadora de 20 cigarrillos/día como antecedentes de interés. Trabaja en la limpieza. En los últimos años presentaba pirosis y epigastralgia tras la ingesta y disfagia ocasional. Además, notaba episodios de frialdad, palidez y entumecimiento en los dedos de ambas manos al contacto con el frío y poliartralgias, principalmente matutinas. No refería fotosensibilidad. No diarrea ni disuria. En la exploración se podían apreciar unas manos características (figs. 1 y 2) con esclerodactilia, calcinosis y telangiectasias, así como un fenómeno de Raynaud intenso. Ante la sospecha de síndrome de Crest se solicitaron estudios analíticos y radiológicos que confirmaron el diagnóstico de presunción. La analítica (hemograma, bioquímica, proteinograma, crioglobulinas, TSH) fue normal, salvo anticuerpos antinucleares positivos mayor de 1/1.280 con patrón anticentrómero. Radiografía de tórax: calcificaciones en partes blandas en la vecindad de la clavícula derecha y de la articulación glenohumeral izquierda. Resto, sin 384

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Figura 2. Marcada esclerodactilia y telangiectasias periungueales.

hallazgos. Radiografía de pelvis, manos y columna lumbar: múltiples cuerpos osificados a lo largo de las articulaciones de ambas caderas en relación con condromatosis sinovial. Reabsorción de tejidos blandos nivel extremos dístales de las falanges de forma bilateral. Ecocardiograma, espirometría y electrocardiograma dentro de la normalidad. Se demostró un trastorno en la motilidad esofágica en la endoscopia digestiva alta. A la paciente le informamos que se trataba de una esclerosis sistémica limitada, un síndrome de Crest, y le enviamos al servicio de reumatología, donde completan el estudio y le ponen tratamiento con antagonistas del calcio, ácido acetilsalicílico y colchicina. Dos años más tarde la paciente, encontrándose asintomática, es diagnosticada de carcinoma ductal infiltrante en mama izquierda (pT1cpN1bMO estadio IIA) tras apreciarse un nódulo patológico en el programa de screening. Se realiza una mastectomía izquierda y quimioterapia. Tenía una tía materna con carcinoma de mama a