Prueba de liberación de la aducción para la bursitis subcoracoidea

Prueba de liberación de la aducción para la bursitis subcoracoidea

CAPÍTULO Prueba de liberación de la aducción para la bursitis subcoracoidea La bolsa subcoracoidea se puede lesionar tanto por traumatismos agudos c...

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CAPÍTULO

Prueba de liberación de la aducción para la bursitis subcoracoidea

La bolsa subcoracoidea se puede lesionar tanto por traumatismos agudos como por microtraumatismos repetidos. Las lesiones agudas con frecuencia son en forma de traumatismo directo sobre el hombro durante la práctica deportiva o en caídas sobre el hombro. La distensión repetida que se asocia a los movimientos de repetición puede provocar una inflamación de la bolsa subcoraoidea. Si la inflamación de la bolsa subcoracoidea se hace crónica, esta puede llegar a calcificarse. La bolsa subcoracoidea se encuentra entre la cápsula articular y la apófisis coracoides. Es susceptible de padecer irritación por presión de la apófisis coracoides contra la cabeza humeral durante los movimientos extremos del brazo o cuando una lesión previa en la unidad musculotendionosa del hombro permite movimientos anormales de la cabeza del húmero dentro de la cavidad glenoidea. El paciente que padece una bursitis subcoracoidea normalmente refiere dolor con los movimientos hacia delante con la aducción del hombro. El dolor se localiza en la zona situada por encima de la apófisis coracoides, pudiéndose percibir un dolor referido en la zona medial del hombro. En muchas ocasiones el paciente no es capaz de dormir sobre el hombro afectado y puede quejarse de una sensa-

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ción aguda de «encasquillamiento» cuando abduce el hombro, especialmente al levantarse por la mañana. La exploración física pone de manifiesto un dolor a punta de dedo sobre la apófisis coracoides. La bursitis subcoracoidea se puede distinguir de la bursitis subacromial en que el dolor de la bursitis subcoracoidea se reproduce con la palpación de un punto más inferior a la apófisis coracoides sobre el músculo deltoides (figura 45-1). Los pacientes que padecen bursitis subcoracoidea tendrán también la prueba de la liberación de la aducción positiva. La prueba de liberación de la aducción para la bursitis subcoracoidea se realiza con el paciente de pie y el brazo afectado caído sobre el costado. A continuación se pide al paciente que realice una rotación interna del brazo afectado hasta que se reproduzca el dolor que el paciente ha referido (figura 45-2). Ahora, el examinador sujeta el brazo afectado y le pide al paciente que comience a aducirlo contra la resistencia que opone el examinador (figura 45-3). El examinador libera de forma súbita la resistencia a la aducción (figura 45-4). Si el paciente padece una bursitis subcoracoidea, experimentará un aumento importante del dolor. La impresión del clínico de bursitis subcoracoidea puede confirmarse en este caso mediante resonancia magnética.

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Bursitis subdeltoidea

■ FIGURA 45-1. La bursitis subcoracoidea puede reproducirse con la palpación directa sobre la apófisis coracoides.

Apófisis coracoides Bursitis subcoracoidea

■ FIGURA 45-2. La prueba de liberación de la aducción para la bursitis subcoracoidea: se pide al paciente que realice una rotación interna del brazo afectado hasta que se reproduzca el dolor.

■ FIGURA 45-3. La prueba de liberación de la aducción para la bursitis subcoracoidea: el examinador sujeta el brazo afectado y le pide al paciente que comience a aducirlo contra la resistencia que opone el examinador.

■ FIGURA 45-4. La prueba de liberación de la aducción para la bursitis subcoracoidea: si el paciente padece una bursitis subcoracoidea, experimentará un aumento importante del dolor después de que el examinador libere de forma súbita la resistencia a la aducción.