Best Practice
Resumido de Best Practice. 2002;6:1-6
Evidence Based Practice Information Sheets for Health Professionals
Best Practice Evidence Based Practice Information Sheets for Health Professionals
Sujeciones mecánicas (II): disminución del uso en unidades de agudos y residencias Antecedentes Las sujeciones mecánicas de los pacientes durante su ingreso en unidades de agudos y residencias ha sido una práctica común durante muchos años.
Objetivo y método Existe una creciente preocupación con respecto al uso de las sujeciones mecánicas en instituciones sanitarias, y muchas unidades han investigado las formas de reducir el uso de estos mecanismos. Sin embargo, la información recogida en la bibliografía a veces no es muy consistente y se han propuesto una serie de enfoques para disminuir el uso de sujeciones mecánicas. Por ello, el Instituto Joanna Briggs realizó una revisión sistemática acerca del tema1. Esta revisión sistemática engloba diferentes aspectos, como programas de disminución del uso de las sujeciones mecánicas y sus componentes, e intervenciones utilizadas como alternativa a las sujeciones mecánicas. Mientras que hay varios ejemplos de cuidados sin sujeciones en residencias, existe escasa información en las unidades de agudos.
Resultados En las unidades de agudos existe poca investigación que evalúe los programas de disminución del uso de las sujeciones mecánicas, así como la evaluación posterior de su impacto. Sólo 3 estudios investigaron al respecto y, basándose en ellos, se puede afirmar que el uso de sujeciones mecánicas puede reducirse, aunque la disminución del uso de sujeciones mecánicas no era tan grande como en la residencias. En las residencias, un ensayo clínico evaluó el impacto de un programa de formación sobre sujecio-
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La versión completa gratuita está disponible electrónicamente en inglés en www.joannabriggs.edu.au, y en castellano en www.joannabriggs. edu.au/collab_ctrs/esp.php Niveles de recomendación Todos los estudios se clasificaron según el nivel de la evidencia según el siguiente sistema de clasificación revisado: Nivel I: evidencia obtenida de una revisión sistemática de todos los ensayos clínicos relevantes. Nivel II: evidencia obtenida de al menos un ensayo clínico bien diseñado. Nivel III.1: evidencia obtenida de ensayos clínicos sin asignación aleatorizada bien diseñados. Nivel III.2: evidencia obtenida de estudios de cohortes, estudios de casos y controles o series temporales con un grupo control. Nivel III.3: evidencia obtenida de estudios analíticos con control histórico, o series temporales sin un grupo control. Nivel IV: evidencia obtenida de estudios descriptivos, pretest y postest, o sólo postest.
nes mecánicas para personal combinado con consulta de enfermeras especialistas, comparado con sólo la formación sobre sujeciones mecánicas, y con la no intervención. La formación apoyada por la consulta tuvo como resultado la reducción del 56% de las sujeciones mecánicas en un período de 12 meses, mientras que la formación sin consulta
produjo una reducción del 23%. A esta reducción no la acompañó ningún aumento en el número de trabajadores, medicamentos psicoactivos o lesiones serias ligadas a las caídas. Otros estudios de antes y después apoyan estas conclusiones. Aplicaciones para la práctica Al evaluar la estructura y los enfoques sobre la disminución del uso de sujeciones en la bibliografía, surgen 2 cuestiones comunes: la formación a los profesionales y las actividades alternativas. Sin embargo, en la evaluación de programas de disminución del uso de sujeciones mecánicas se plantean más cuestiones. En primer lugar, todos los programas incorporaron formación para ayudar a cambiar la cultura organizativa de la institución y para proporcionar estrategias para que la supresión de las sujeciones fuera efectiva. Dicha formación tomaba diferentes enfoques en cuanto a la forma y a los contenidos, pero todos coincidían en temas comunes, como el impacto del uso de sujeciones, los aspectos éticos y legales, los mitos y falsas creencias al respecto, los efectos adversos, los problemas conductuales específicos y las alternativas a la sujeción. Aunque se ha tratado de resumir la información contenida en los programas de formación, se ruega precaución a la hora de interpretar y utilizar esta información, pues estas actividades individuales no han sido rigurosamente evaluadas. Además, hay poca información sobre el protocolo óptimo, la distribución del tiempo y la duración o combinación de las actividades formativas. En segundo lugar, se utilizaron múltiples actividades para facilitar la disminución del uso de sujecio-
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nes. La evaluación de las alternativas a la sujeción mecánica ha sido escasa y la descripción de las alternativas identificadas en la bibliografía a menudo resultó inadecuada. Por eso, un objetivo de la revisión sistemática fue el desarrollo de un listado de posibles intervenciones alternativas, incluidas en el Best Practice Information Sheet original (tabla 1), para proporcionar un número de posibles opciones para los profesionales de la práctica clínica. Sin embargo, se ruega precaución al utilizar tal información, pues estas sugerencias han sido escasamente evaluadas. Se consideró que una alternativa a la sujeción mecánica era cualquier otro tipo de intervención utilizada en lugar de un sistema de contención mecánica, como modificación ambiental, sistemas de seguridad en la cama, higiene postural en sedestación, así como uso de asientos y adaptaciones especiales, programas de rehabilitación y terapia ocupacional, programas de incontinencia, cuidados específicos en el aseo, cuidados específicos de enfermería y tratamiento médico, alternativas psicosociales y sistemas de alarma. Todos los programas observaban un enfoque multidisciplinario. En tercer lugar, se identificaron una serie de sugerencias relacionadas con el manejo terapéutico de grupos específicos de pacientes, resumido en la tabla 2 del Best Practice Information Sheet original. Una vez más encontraron que este tema ha sido poco evaluado, y también se ha incluido para proporcionar un número de posibles opciones para los profesionales de la práctica clínica. Las actividades se agruparon en personas con deterioro cognitivo, usuarios con riesgo de caídas, personas con
Hay evidencia que apoya el hecho de que el uso de este tipo de programas aporta ciertas ventajas, ya que no es necesario aumentar el número de personal asistencial, no aumenta el número de lesiones serias asociadas a caídas y no aumenta el uso de psicotropos. Sin embargo, es importante en este tipo de programas mantener un enfoque multidisciplinario, proporcionar formación continua y específica al personal, crear comités de seguimiento y evaluación de las intervenciones en cada centro o unidad, tener acceso a la asesoría de expertos en la materia, desarrollar programas de intervención individualizados según las necesidades y evaluación de dicha intervención a medida que se produzcan cambios del estado basal del usuario; y sobre todo concienciar paulatinamente de la importancia de estos programas tanto a las organizaciones (gerencias, hospitales, organismos públicos y privados) como a su personal asistencial.
deambulación errática, usuarios que manipulan equipos médicos, personas con agitación o comportamiento violento, y personas con inmovilidad. Por último, se resumen las actividades de apoyo múltiple utilizadas en los programas de disminución de sujeciones. En la mayoría de los programas hay implicación en toda la organización, y no sólo en unidades o servicios específicos. Este enfoque organizativo implicaba la creación de un comité de sujeciones multidisciplinario y a menudo se llevaban a cabo cambios en las políticas de organización. También implica el desarrollo de planes multidisciplinarios, programas con procesos graduales de incorporación en la práctica profesional, utilización de formularios médicos y de enfermería individualizados que incorporan nuevas pautas e intervenciones alternativas, utilización de expertos en sujeciones a la hora de desarrollar los programas, utilización de servicios de consultas a expertos para los profesionales, evaluación periódica para determinar si las sujeciones mecánicas podían ser retiradas y para ayudar al desarrollo de un plan de cuidados individualizado.
Raquel Luengo González Diplomada en Enfermería y Licenciada en Antropología. Centro Colaborador Español del Instituto Joanna Briggs para los Cuidados de Salud Basados en la Evidencia.
Comentario Se puede concluir, según la información descrita en el Best Practice Information Sheet original, que el desarrollar programas que regulen y evalúen la utilización de sujeciones mecánicas es fundamental tanto en unidades de agudos como en residencias. Pero a la vista de los resultados, se debería tender a utilizar programas que disminuyan el uso de sujeciones al estrictamente necesario, desarrollando intervenciones alternativas.
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Bibliografía 1. Evans D, Wood J, Lambert L, FitzGerald M. Physical restraint in acute and residential care. A systematic review No. 22. Adelaide: The Joanna Briggs Institute; 2002. 2. NHMRC. A guide to the development, implementation and evaluation of clinical practice guidelines. Canberra: NHMRC; 1999.
Recomendaciones Con respecto al uso de sistemas de sujeción mecánica, según un único ensayo clínico, se concluye que la formación sobre sujeciones con consulta clínica de un experto o sin ella puede reducir de forma segura el uso de sujeciones mecánicas en residencias (nivel II de evidencia).
THE JOANNA BRIGGS INSTITUTE Margaret Graham Building. Royal Adelaide Hospital. North Terrace. South Australia, 5000. http://www.joannabriggs.edu.au
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