Imagen Varicela ampollosa J. Pericas-Bosch Pediatra. CAP La Mina. Sant Adrià de Besós. Barcelona. España.
A
unque la varicela se presenta casi siemp...
Imagen Varicela ampollosa J. Pericas-Bosch Pediatra. CAP La Mina. Sant Adrià de Besós. Barcelona. España.
A
unque la varicela se presenta casi siempre con un exantema constituido por los elementos típicos de esta enfermedad, en algunas ocasiones puede haber lesiones de otros tipos. En las imágenes de la figura 1 se presenta un caso de varicela en el que, junto a las lesiones maculosas, papulosas, vesiculosas y costrosas habituales, aparecen grandes ampollas. Esta forma de presentación, infrecuente, se denomina varicela ampollosa, “bullosa”, vesiculosa o penfigoide. En la varicela ampollosa, las lesiones de varicela evolucionan a grandes ampollas debido a la sobreinfección por Staphylococcus aureus productor de toxina exfoliante, causante de la epidermólisis. Las ampollas suelen ser numerosas y de tamaño variable, hasta bastantes centímetros de diámetro. En su interior puede detectarse o no el estafilococo que las causa. El diagnóstico diferencial debe establecerse con el impétigo ampolloso (habitualmente, escasas ampollas, de 1-2 cm de diámetro) y con una serie de cuadros clínicos de alguna forma relacionados entre ellos: eritema multiforme mayor (Stevens-Johnson), necrólisis epidérmica tóxica (Lyell) y síndrome del shock tóxico. La presencia de otras lesiones típicas de varicela suele permitir el diagnóstico preciso sin necesidad de ulteriores estudios. El pronóstico de la varicela subyacente, si no hay otras complicaciones (infecciosas o no), es excelente, y responde bien a la antibioterapia antiestafilocócica.
A
B
C
Figura 1. Varicela ampollosa. A: vista de las lesiones de cara y tórax; B: vista de las lesiones en las nalgas y en los pies; C: vista de las ampollas de las plantas de los pies. Imágenes facilitadas amablemente por el Dr. Miguel Puente Capdevila.