PANICULECTOMÍA: algo Tras una pérdida masiva de peso corporal, el paciente puede presentar un nuevo e importante problema: exceso de tejido adiposo abdominal. En este artículo vamos a ver lo último en cirugía correctora y qué es lo que el profesional de enfermería puede enseñar al paciente acerca de ello. SUSAN GALLAGHER, RN, CWOCN, PhD
LOS PACIENTES CON OBESIDAD MÓRBIDA que pierden una gran cantidad de peso corporal mediante cirugía bariátrica o mediante dieta y ejercicio pueden presentar un nuevo e importante problema: un panículo adiposo abdominal grande y problemático. Denominado en ocasiones delantal abdominal, el panículo adiposo es una capa de grasa subcutánea que puede llegar a pesar hasta 45,5 kg, según la cantidad de peso que pierda el paciente (véase el cuadro anexo Gradación de la curva: ¿qué tamaño tiene el panículo adiposo?). La piel y el tejido adiposo adicionales que quedan después de una pérdida de peso importante pueden dar lugar a problemas médicos y psicosociales que alteran tanto el funcionalismo del paciente como su calidad de vida. Para conseguir el efecto beneficioso máximo de la pérdida de peso, el paciente puede necesitar un procedimiento de cirugía de reconstrucción denominado paniculectomía. El paciente debe mantener una situación de estabilidad nutricional antes de la intervención quirúrgica. En ocasiones, el paciente presenta un panículo adiposo grande y problemático incluso sin haber perdido peso corporal. En este artículo se revisan las ventajas e inconvenientes de este procedimiento quirúrgico cada vez más frecuente, y se expone lo que usted, como profesional de enfermería, debe enseñar a su paciente. Algo más que una barriguita arrugada Aunque en ocasiones se considera simplemente una intervención de carácter estético debido a su denominación despectiva como “barriguita arrugada”, la paniculectomía conlleva una serie de problemas graves (véase el cuadro anexo Problemas que se pueden abordar mediante la paniculectomía). No obstante, debido a que muchas compañías de seguro sanitario consideran este procedimiento como una intervención quirúrgica optativa de carácter estético, el paciente puede tener problemas para afrontar su coste económico. Es necesario evaluar detalladamente la situación clínica del paciente para ayudarle a establecer la indicación médica. En este sentido, pueden ser importantes las fotografías antiguas del panículo adiposo por delante y por los lados del mismo. Algunas compañías de seguro sanitario pueden rechazar la cobertura de la cirugía a menos que el panículo adiposo abdominal caiga sobre la zona púbica u origine cuadros de dermatitis eccematosa u otros procesos inflamatorios en la piel que cubre. Si no concurren las medidas citadas, el paciente puede consultar a algún abogado especializado en estas cuestiones. Una vez que usted ha ayudado al paciente a conseguir la cobertura económica del procedimiento, le debe preparar 34 Nursing. 2005, Volumen 23, Número 9
para la propia intervención quirúrgica. Si el paciente fuma, le debe recomendar que deje de hacerlo antes de la cirugía. El paciente tiene que saber que una buena nutrición y un buen nivel de ejercicio físico harán que se recupere antes. El paciente tiene que preguntarle al cirujano la duración estimada de la hospitalización. Si el paciente pesa más de 135 kg, va a requerir medidas especiales, como una cama suficientemente ancha, un dispositivo de ayuda para caminar que le permita hacerlo durante los primeros días tras la intervención y un trapecio colocado por encima de la cama para que el propio paciente pueda cambiar de posición. Estos elementos le pueden ayudar a mantener su fuerza e independencia y son útiles para disminuir las posibilidades de que el paciente se pueda causar lesiones a sí mismo o a las personas que le atienden. Usted debe enseñar al paciente cómo utilizar este equipo antes de que se someta a la intervención quirúrgica. Cuidados de enfermería, antes y después Al igual que en otros pacientes, usted debe apoyar emocionalmente al paciente durante su hospitalización. Es muy posible que el paciente esté avergonzado por su enfermedad, de manera que hay que respetar su intimidad y ayudarle a mantener la dignidad.
más que una barriguita arrugada Gradación de la curva: ¿qué tamaño tiene el panículo adiposo? Grado
Tamaño del panículo adiposo
1 2 3 4 5
Llega hasta el pelo púbico, pero no cubre por completo el pubis Cubre por completo el pubis Llega hasta la parte superior de los muslos Alcanza la parte media de los muslos Llega hasta la rodilla o más allá
A
Fuente: “Panniculectomy adjuvant to obesity surgery”, Obesity Surgery, D. Igwe, Jr. et al, diciembre de 2000.
Al obtener su historia, es necesario que valore los posibles factores de riesgo y las contraindicaciones. Además del estudio preoperatorio convencional, pueden ser necesarias la endoscopia y la radiología para evaluar la intervención quirúrgica anterior que posibilitó la pérdida de peso. Si hay que efectuar una revisión de la cirugía inicial, posiblemente éste sea el momento adecuado. Proporcione educación sanitaria a su paciente sobre todos los aspectos de la intervención quirúrgica y sobre lo que puede esperar de ella. Explíquele que puede presentar un dolor importante durante el postoperatorio, con necesidad de uso de una bomba de analgesia controlada por el paciente; además, le debe enseñar a utilizar este dispositivo. Tiene que reforzar todo lo que haya señalado el cirujano respecto a la intervención quirúrgica y lo que se espera del propio paciente. Cuidados postoperatorios Después del procedimiento quirúrgico, hay que vigilar al paciente para descartar la aparición de signos y síntomas de complicaciones tales como compromiso respiratorio, trombosis venosa profunda, lesiones cutáneas, infección, atelectasias y hemorragia. La cirugía prolongada y la hipotermia durante el procedimiento incrementan el riesgo de complicaciones. Los pacientes de edad avanzada, los fumadores y los hipertensos son especialmente vulnerables, así como también los pacientes que padecen enfermedades crónicas, como la diabetes. Muchos pacientes pueden cambiar de posición, pueden caminar y pueden ser trasladados durante las primeras 8 h desde la intervención quirúrgica; en otros casos este período puede ser mayor debido a la presencia de dolor o de sedación. Según lo prescrito, estimule a su paciente a caminar lo antes posible tras la cirugía. Es necesario mantener un control adecuado del dolor, de manera que el paciente se pueda desplazar; una de las principales amenazas a la recuperación completa del paciente es la aparición de complicaciones debidas a la inmovilidad, como atelectasias, trombosis venosa profunda, lesiones cutáneas y embolia pulmonar. Valore y documente el nivel de dolor de su paciente aplicando de manera regular una escala numérica estándar para la determinación del dolor, y compruebe que los compañeros de cada turno utilizan la misma escala para documentar la intensidad de su dolor. En los casos en que la movilidad es limitada, el paciente puede requerir tratamiento con un dispositivo de compresión secuencial para impedir la trombosis venosa profunda, o bien puede necesitar un tratamiento de rotación corporal total para prevenir las atelectasias postoperatorias. Enseñe a su paciente a
“sujetarse” la zona de la incisión para toser y para respirar profundamente, y también a utilizar el espirómetro de incentivo. Asegúrese de que la nutrición e hidratación son adecuadas; también es necesario que valore con frecuencia los signos vitales, descartando la aparición de fiebre o de otros signos de infección.
B
C
Cuidado de la herida Tras la paniculectomía, el paciente presenta una herida quirúrgica en T (véase el cuadro anexo La técnica finaliza con una T). Entre los posibles problemas A y B: antes de la paniculectomía. que puede presentar la herida C: después de la cirugía. están la dehiscencia de las Fuente: “Panniculectomy as an adjuvant to suturas, la formación de seroma y bariatric surgery”, Annals of Plastic la infección. Controle de cerca el Surgery, T. Acarturk et al, octubre de 2004. drenaje de la herida respecto a la coagulación, y también para comprobar que se mantiene en su sitio y que es permeable. Lo habitual es el drenaje de una cantidad pequeña o moderada de líquido seroso o serosanguinolento. Si su paciente vuelve a casa con los drenajes conectados a una bolsa, enséñele al propio paciente o a las personas que le cuidan cómo vaciar la bolsa y qué hacer con el drenaje. Asegúrese de que el paciente o las personas que le cuidan saben qué deben hacer si el tubo de drenaje se obstruye o se desplaza. Si su paciente todavía muestra obesidad mórbida, es posible que padezca alguna enfermedad que retrase la curación de la herida, tal como diabetes mellitus. Además, el tejido que no ha sido extirpado puede presentar desvitalización, con necrosis e infección. Mantenga limpias todas las heridas, especialmente las de los pliegues cutáneos. Las heridas con bordes adecuadamente aproximados en las que tiene lugar la curación por primera intención deben estar secas para facilitar el proceso de curación. Es necesario seguir el protocolo de cada hospital respecto a la limpieza rutinaria de la zona. Si la herida se abre o contiene una cantidad excesiva de drenaje, es necesario mantener seca la piel adyacente a la misma. La piel adyacente se debe limpiar con frecuencia con algún producto no tóxico, colocando adecuadamente los vendajes para que absorban el exceso de Nursing. 2005, Noviembre 35
A
C
B
D
A y B: antes de la cirugía. C y D: después de la cirugía. Fuente: “Panniculectomy as an adjuvant to bariatric surgery”, Annals of Plastic Surgery, T. Acarturk et al, octubre de 2004.
líquido. Como parte de la asistencia multidisciplinar que requieren estos pacientes, se debe considerar la consulta a algún profesional especializado en el cuidado de las heridas. Hay que evitar los productos de limpieza de las heridas que son citotóxicos, como la povidona-yodo y la solución de Dakin, puesto que pueden lesionar el tejido en fase de curación. Es necesario que controle la posible separación de los bordes de la herida, especialmente en la parte media baja de la T, en la incisión abdominal. Si la herida se abre, hay que avisar al cirujano. El paciente tiene que saber que debe avisar inmediatamente a su médico si la herida se abre tras el alta hospitalaria. La irregularidad de los contornos corporales puede hacer difícil la colocación del apósito. Puesto que se adaptan a los distintos contornos, las vendas flexibles pueden ser un buen método para mantener los apósitos en su sitio.
Problemas que se pueden abordar mediante la paniculectomía La reducción del panículo adiposo abdominal puede aliviar los problemas frecuentes que se citan a continuación: • Linfedema. • Inflamación cutánea y otros trastornos de la piel como paniculitis, celulitis, dermatitis eccematosa, abscesos cutáneos, gangrena, excoriaciones o foliculitis. • Incontinencia urinaria por sobrecarga. • Lumbago o dolor en las extremidades inferiores. • Hernias umbilicales o ventrales. • Alteración de la función respiratoria. • Disminución de la integridad de la pared abdominal o atenuación de la fascia y los músculos. • Dificultades con la ambulación, los cuidados personales y la actividad sexual. • Problemas con la ropa y con la imagen corporal.
36 Nursing. 2005, Volumen 23, Número 9
La técnica finaliza con una T El cirujano que realiza la paniculectomía efectúa una primera incisión desde la apófisis xifoides hasta el pubis y una segunda incisión horizontal inmediatamente por encima del pubis, formando una T invertida. Tras disecar el tejido adiposo y la piel de la parte anterior del abdomen, realiza la escisión de un gran segmento triangular de piel laxa y de tejido adiposo sobrantes. Después une el tejido restante a la pared abdominal anterior. También puede realizar otros procedimientos al mismo tiempo, tales como una laparotomía exploratoria, la revisión de la cirugía primaria o la reparación de una hernia de la pared abdominal o ventral. Al mismo tiempo, el cirujano puede efectuar una abdominoplastia de reconstrucción, que incluye el plegamiento de la pared muscular anterior y de la fascia; además, puede llevar a cabo una lipoplastia para mejorar el contorno de la pared abdominal reconstruida.
Indique a su paciente que puede minimizar el riesgo de complicaciones en la herida utilizando una faja abdominal durante las primeras 4 semanas después de la intervención quirúrgica. Las fajas proporcionan una cierta comodidad y minimizan las fuerzas tangenciales entre la pared abdominal y la piel del abdomen, controlando además el edema y reduciendo las equimosis. Sin embargo, las fajas que no se ajustan adecuadamente pueden ser más perjudiciales que beneficiosas, ya que pueden causar lesiones cutáneas, compromiso respiratorio o molestias que desanimarán a su paciente a utilizarlas. Compruebe que la apófisis xifoides queda al menos 3 cm por encima del borde superior de la faja, y que bajo la misma se pueden introducir cómodamente 2 dedos. La faja se debe quitar de manera regular para valorar la piel que cubre y asegurarse de que no presenta problemas. Vuelta a casa Si su paciente tiene una movilidad limitada debido al dolor o presenta dificultades para acudir a la consulta durante el seguimiento, puede requerir cuidados de enfermería en su casa. Éste es un buen momento para preguntarle cómo le van las cosas y qué es lo que puede hacer usted para ayudarle a conseguir sus objetivos. Ayude a su paciente a establecer comunicación con algún grupo de apoyo local o con un coordinador de cirugía; también le puede recomendar que visite algún sitio web, como el http://www.obesityhelp.com. Finalmente, recuerde que su paciente tiene que saber que la cirugía para perder peso corporal es sólo un eslabón en la batalla frente al peso corporal excesivo. Así pues, es necesario que conozca las medidas nutricionales y de modificación del estilo de vida que le pueden ayudar a mantener un peso adecuado de manera permanente. N BIBLIOGRAFÍA SELECCIONADA Dietal, M., and Cowan, G.: Update: Surgery for the Morbidly Obese Patient. Toronto, Canada, FD-Communications, Inc., 2000. Gallagher, S.: “Panniculectomy, Documentation, Reimbursement and the WOC Nurse,” Journal of WOCN. 30(2):72-77, March 2003. Gallagher, S., and Gates, J.: “Obesity, Panniculitis, Panniculectomy, and Wound Care: Understanding the Challenges,” Journal of WOCN. 30(6):334341, November 2003. Susan Gallagher es coordinadora clínica en SIZEWise Rentals, en Ellis, Kansas, una compañía que fabrica camas y otros dispositivos para los pacientes con obesidad.