Ayudar a los cuidadores informales a abordar la demencia del paciente

Ayudar a los cuidadores informales a abordar la demencia del paciente

ENVEJECIMIENTO SALUDABLE Cuidar de las personas ancianas Ayudar a los cuidadores informales a abordar la demencia del paciente LA LÓGICA NO FUNCIONA...

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ENVEJECIMIENTO SALUDABLE Cuidar de las personas ancianas

Ayudar a los cuidadores informales a abordar la demencia del paciente LA LÓGICA NO FUNCIONA. Comunicarse eficazmente con un paciente que tiene la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia es, a menudo, contrarrestar la intuición –que es exactamente lo contrario de cómo reaccionaría usted ante una persona que no tiene problemas de memoria y conocimiento. Ofrezca al cuidador de su paciente estos consejos prácticos.

1 Ser razonable, racional y lógico, precisamente puede causar el problema. Cuando las acciones de una persona no tienen sentido, su impulso es explicar la situación haciendo un llamamiento a su sentido de lo apropiado para modificar el comportamiento. Pero el paciente con demencia no puede entender los

argumentos lógicos. Habitualmente son mejores las afirmaciones sencillas y directas al respecto de lo que va a pasar a continuación.

2 Una persona con demencia no tiene por qué estar conectada a la realidad. Debido a su pérdida de memoria, el paciente ha olvidado sucesos importantes, como la muerte de su madre. Si le pide ver a su madre, el hecho de recordarle la muerte de ésta hace que el paciente rememore el dolor de la pérdida. Si insiste en que quiere irse a “casa,” asegurarle que está en su casa puede, sencillamente, provocar una discusión. Reconducir al paciente y pedirle que hable sobre su madre o su casa es una manera mejor de calmar a una persona con demencia.

3 Nadie puede ser el cuidador perfecto. La persona que proporciona cuidados tiene el derecho a toda la gama de las emociones humanas –como son la ira, la impaciencia y la frustración. Estimule al cuidador informal a reconocer sus emociones y aprender a perdonarse a sí mismo y a su ser querido. 4 La mentira terapéutica reduce el estrés de todos los afectados. Muchas personas son escrupulosamente honestas. Pero la honestidad no es, forzosamente, la mejor norma de actuación con una persona que tiene demencia, así que no rectifique malentendidos inocentes. ¿Importa realmente si el paciente cree que la cuidadora es la voluntaria del centro de día?

5 Hacer pactos no funciona. Colocar recordatorios escritos puede ayudar a las personas que están en las fases tempranas de la demencia, pero la mayor parte de los pacientes no pueden recordar ninguno de los tratos que puedan haber hecho con sus cuidadores. Tomar la iniciativa o modificar el entorno es una estrategia mejor que tener una discusión. Por ejemplo, proporcionar al paciente una tetera eléctrica que se desconecta automáticamente es mejor que pedirle que prometa apagar el fuego. 6 El cuidador tiene que comunicar al profesional sanitario lo que pasa en la casa. Recuerde a los cuidadores que un profesional sanitario no puede saber, a partir de una exploración, que el paciente estuvo despierto toda la noche andando de un lado para otro, por ejemplo. 7 Un cuidador no puede hacerlo todo; está bien aceptar ayuda. Cuando la gente se ofrece a ayudar, el cuidador debe decir sí. Hágale que

prepare un listado de la ayuda que puede utilizar, sea trayendo una comida, recogiendo una prescripción, ayudando a podar los rosales o quedándose con el paciente mientras hace un recado. Aceptar la ayuda estimulará a las personas a seguir ofreciéndola. Dígale al cuidador que pedir ayuda más tarde puede ser más difícil que aceptarla ahora.

8 Es fácil subestimar o sobreestimar lo que el paciente puede hacer todavía por sí mismo. Hacer las tareas que el paciente aún puede desempeñar suele ser más fácil que dejar que las haga por sí mismo, pero esto acelera su pérdida de independencia en esta tarea. Por otra parte, si el cuidador insiste en que el paciente haga una cosa por sí solo y no puede hacerla, éste puede conmocionarse sin conseguir ninguna mejora en su capacidad para realizar esta tarea. Es difícil encontrar el equilibrio correcto entre hacer demasiado o hacer poco, y este equilibrio puede cambiar de día en día. El cuidador tiene que ser paciente y flexible.

9 Diga; no pregunte. La pregunta “¿qué quiere para cenar?” puede haber sido una pregunta totalmente normal en el pasado. Pero ahora el paciente puede ser incapaz de expresar lo que quiere o podría no querer la comida cuando se la sirva. Sencillamente, ofrezca la comida y diga “vamos a comer ahora”. Esto estimula al paciente a comer y no lo coloca en la posición de no poder dar una respuesta. 10 Es perfectamente normal cuestionarse el diagnóstico cuando la persona tiene momentos de lucidez. En algunos momentos, una persona con demencia puede tener una lógica perfecta. Entonces el cuidador puede preguntarse si el paciente ha estado fingiendo o si ha estado exagerando su problema. Asegúrele que no está imaginándose las cosas; el paciente justamente está teniendo un momento lúcido que el cuidador debe guardar como oro en paño. N Adaptado y utilizado con permiso de Family Caregiver Alliance/National Center on Caregiving. Para más información, visite http://www.caregiver.org.