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Espondiloartropatía indiferenciada Margarita Servera Gornalsa y Antonio Juan Mas aMédico
de Familia. Centro de Salud Coll d’en Rebassa. Palma de Mallorca. Hospital San Llàtzer. Palma de Mallorca. Mallorca. España.
bReumatólogo.
M
ujer de 54 años de edad, que consulta por un dolor en la zona del tobillo izquierdo, de inicio insidioso y varios meses de duración. La anamnesis dirigida muestra el antecedente de episodios de dolor ocasional en la región glútea derecha, de predominio nocturno, que mejora con la deambulación. La duración de estos episodios suele ser de varios meses; el primero fue hace 10 años, y se repitió en 2 o 3 ocasiones posteriores sin haberse comentado nunca al médico. La paciente no ha presentado dolor en otras localizaciones ni episodios de uveítis ni otros antecedentes patológicos de interés. La exploración física muestra signos de dolor y tumefacción en la zona del tendón aquíleo y del tibial posterior (fig. 1), asociado con dolor a la presión y la movilización de las articulaciones del tarso, una tendencia a pie plano y la presencia del signo de Too many toes (visualización de más dedos de lo esperado con el paciente en bipedestación observado desde detrás): típico de una tendinitis del tibial posterior. Las maniobras sacroilíacas son negativas, y el paciente no presenta dolor ni limitación de la movilidad de la columna vertebral ni dolor en la región torácica anterior. La analítica fue normal (incluidos los reactantes de fase aguda), el factor reumatoide era negativo y se detectó la presencia del antígeno HLA-B27. La radiografía de pelvis muestra una sacroileítis unilateral derecha de grado IV (fig. 2); se solicitó una ecografía del tobillo que confirmó el diagnóstico de tendinitis aquílea y del tibial posterior, y puso de manifiesto una artritis de la articulación subastragalina y del mediopié. Se diagnosticó una espondiloartropatía indiferenciada (EI) y se pautó tratamiento con diclofenaco a dosis de 150 mg cada día, con lo que se obtuvo una mejoría clara de la sintomatología a los pocos días; asimismo, se recomienda el uso de plantillas para evitar la evolución del pie plano. El diagnóstico de EI realizado en nuestra paciente se basa en la presencia de afección articular periférica, sacroileítis clínica y radiológica y antígeno HLA-B27, signos que coinciden con otras enfermedades que pertenecen al grupo de las espondiloartropatías (espondilitis anquilosante, artritis reactiva, espondiloartritis juvenil, artritis psoriásica o artritis de la enfermedad inflamatoria intestinal crónica). La EI es un reumatismo que cumple los criterios de espondiloartropatía del grupo europeo ESSG y/o de B, pero no los de ninguna de las otras entidades del grupo; no se sabe con seguridad si puede tratarse de una for254
FMC. 2007;14(5):254
Figura 1. Zona del tendón aquíleo y tibial posterior.
Figura 2. Radiografía de pelvis que muestra una sacroileítis unilateral derecha de grado IV.
ma fallida de una espondiloartropatía definitiva, un síndrome de superposición, una subcategoría de espondiloartropatía que aún no ha sido etiológicamente definida o bien una fase precoz de una espondiloartropatía definida, motivo por el cual deben seguirse estrechamente a este tipo de pacientes y buscar activamente los datos para encuadrarlos en una enfermedad definida. Consideramos de interés la descripción de este caso clínico, al haberse realizado el diagnóstico de EI tras la aparición de una tendinitis aquílea y del tibial posterior, así como la afección del tarso, en una paciente con signos de dolor glúteo previo de características inflamatorias, recogidos en la historia clínica dirigida.