Fisioterapia. 2013;35(6):243---251
www.elsevier.es/ft
ORIGINAL
Incidencia de lesiones en profesionales de la guitarra clásica M. Sánchez-Padilla a , V. Bayo-Tallón a , J. Esquirol-Caussa a,b,∗ , E. Guerrero-Forteza a , I. López-Iglesias a y D. Salas-Gómez a a
Servicio Universitario de Investigación en Fisioterapia, Escola Universitària de Fisioterapia Gimbernat, Universitat Autònoma de Barcelona, Sant Cugat del Vallès, Barcelona, Espa˜ na b Centro Médico Teknon, Barcelona, Espa˜ na Recibido el 21 de septiembre de 2012; aceptado el 7 de noviembre de 2012 Disponible en Internet el 17 de enero de 2013
PALABRAS CLAVE Incidencia; Epidemiología; Enfermedades profesionales; Educación para la salud; Ergonomía; Música
KEYWORDS Incidence; Epidemiology;
∗
Resumen Objetivos: Conocer la incidencia de lesiones en la práctica profesional de la guitarra y analizar la distribución lesional (último a˜ no y últimos 5 a˜ nos), según la edad, los a˜ nos de experiencia, las horas de ensayo, los hábitos deportivos, la realización de estiramientos, la asistencia sanitaria recibida en lesión y en prevención, el índice de recuperación de las lesiones. Analizar la formación básica en ergonomía. Material y métodos: Estudio descriptivo analítico a través de encuesta dise˜ nada ad hoc para los 40 participantes de 2 ediciones del Certamen Internacional de Guitarra de Barcelona. Resultados: El 67,5% había presentado alguna lesión en los últimos 5 a˜ nos (media de 2,25), destacando la columna vertebral y la extremidad superior. El 56,4% no realizaba estiramientos, el 17,9% realizaba estiramientos antes de tocar y 9 los realizaban tanto antes como después. Únicamente 2 de los 40 participantes habían recibido formación en ergonomía de la práctica de la guitarra. El 40,7% no había consultado con ningún profesional de la salud en caso de lesión y el 59,3% de las lesiones habían cronificado. El 38,2% no acudía nunca al fisioterapeuta, el 38,2% únicamente acudía al fisioterapeuta en caso de tener una lesión. Conclusiones: Los resultados son consistentes con estudios anteriores de otros ámbitos. Se observa un alto índice de cronificación en las lesiones presentadas y una importante falta de demanda de asistencia sanitaria en caso de lesión. Se confirma la necesidad de aumento del tiempo que se dedica a aspectos preventivos en la ense˜ nanza de la guitarra, tanto durante como después del período de formación. © 2012 Asociación Espa˜ nola de Fisioterapeutas. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
Incidence of injuries among classical guitar professionals Abstract Objectives: To determine the incidence of injuries in guitar professionals and to analyze the lesion distribution (last year and last 5 years) by age, years of experience, hours of rehearsal,
Autor para correspondencia. Correo electrónico:
[email protected] (J. Esquirol-Caussa).
nola de Fisioterapeutas. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. 0211-5638/$ – see front matter © 2012 Asociación Espa˜
http://dx.doi.org/10.1016/j.ft.2012.11.001
244
Occupational diseases; Health education; Ergonomics; Music
M. Sánchez-Padilla et al sports habits, performing stretching, healthcare received in case of injury and prevention, recovery rate of injuries. To analyze basic training in ergonomics. Material and methods: A descriptive analytical study using an ad hoc designed survey for the 40 participants in two editions of the International Guitar Competition in Barcelona was conducted. Results: Injuries were suffered by 67.5% in the last 5 years (mean 2.25), highlighting the spine and upper limb lesions. Stretches had never been performed by 56.4%; 17.9% performed stretches before playing and 9 performed them both before and after playing. Only 2 of the 40 participants had received training in ergonomics when practicing guitar. In case of injury, 40.7% had not consulted any health care professional and 59.3% of the lesions became chronic. A physiotherapist was never consulted by 38.2% and 38.2% went to the physiotherapist only if they suffer injury. Conclusions: The results are consistent with previous studies of other areas. There is a high rate of chronic injuries and there is a serious lack of demand for health care in case of injury. These results confirm the need to increase the time devoted to preventive aspects when teaching guitar, both during and after the training period. © 2012 Asociación Española de Fisioterapeutas. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved.
Introducción La profesión de músico entra˜ na una serie de riesgos que hasta hace pocos a˜ nos no eran contemplados desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales1 . El instrumento que con más frecuencia eligen los estudiantes de música en Espa˜ na es la guitarra. La práctica de este instrumento ocupa el primer lugar en la producción de lesiones (junto al violín, la viola y el violoncelo), debido a la gran exigencia muscular y articular en la práctica de estos instrumentos; el piano, los instrumentos de viento y los instrumentos de percusión ocasionan una menor incidencia de lesiones. Muy a menudo, la carrera musical se caracteriza por la precocidad en su inicio, una gran duración y un retiro tardío, y la aparición de problemas de salud podrían correlacionarse con estas circunstancias. Bejjani et al. encontraron que un 39,4% de los músicos habían comenzado su carrera a la edad de 6 a˜ nos o antes y un 46,5% se inició entre las edades de 7 y 13 a˜ nos o posterior2 . Así, puede considerarse que una abrumadora mayoría de músicos profesionales empiezan a tocar su instrumento mucho tiempo antes de que haya finalizado la fase de crecimiento y desarrollo de su sistema musculoesquelético1 . Este escenario suele agravarse por la escasa importancia que suele dar el músico al trabajo físico que conforma su actividad, por la escasa formación recibida de pregrado en ergonomía en la mayoría de los conservatorios. El músico frecuentemente da la espalda a los principios básicos del entrenamiento físico y la recuperación, y realiza un escaso trabajo corporal de preparación y mantenimiento. Aun siendo un instrumento relativamente nuevo en la historia de la música, ha experimentado cambios que otros instrumentos más tradicionales ya habían sufrido en épocas pasadas. Las mejoras en el proceso de construcción de la guitarra han aumentado la gama de recursos del instrumento, y como consecuencia ha evolucionado la ense˜ nanza de la
técnica de ejecución instrumental, y las obras que se componen para guitarra son cada vez más complejas y difíciles de abordar (el repertorio es más extenso, las velocidades de ejecución son más altas y el nivel de competencia profesional exigido es más elevado). Sin embargo, el desarrollo de la técnica instrumental que ha sucedido en otros instrumentos no se ha complementado de manera satisfactoria con el trabajo de la mecánica corporal del guitarrista y puede ser el origen del aumento de lesiones en guitarristas por carencias en la mecánica interpretativa3 . El rápido crecimiento de la exigencia se ha visto reflejado en las estadísticas médicas de problemas de salud en los intérpretes: la guitarra, que 25 a˜ nos atrás no figuraba en las estadísticas, ha pasado a ocupar el primer lugar en la producción de lesiones funcionales y problemas músculo-esqueléticos (PME)1 y las edades en que estas aparecen son cada vez más tempranas. Entre los problemas más comunes que presentan los guitarristas se encuentran lumbalgias, cervicalgias, contracturas musculares agudas y/o crónicas, tendinitis, síndromes de sobreúso, neuropatías, epicondilitis y trastornos del tono muscular. El incremento de los PME llevó a que en el a˜ no 1981 se fundara en Rotterdam una nueva rama de la medicina llamada «Medicina para las artes interpretativas», dedicada a la investigación de este tema. Actualmente, funcionan en todo el mundo centros médicos especializados en el tratamiento de los PME de los músicos y existen publicaciones especializadas en este tema. Médicos traumatólogos, reumatólogos, kinesiólogos, fisioterapeutas, docentes e investigadores abordan este tema en equipo, tanto en lo que hace referencia al tratamiento como a la prevención, en tanto lo reconocen como causa importante de deserción de los alumnos y de interrupción momentánea o definitiva de las carreras de los profesionales3 . El primer síntoma de alarma se puede observar en la dificultad para resolver los requerimientos técnicos del repertorio interpretativo. Estos primeros síntomas suelen pasar desapercibidos para los estudiantes y a menudo los
Incidencia de lesiones en profesionales de la guitarra clásica consideran una parte del proceso de aprendizaje, suponiendo que con el tiempo, la práctica y el estudio van a desaparecer. Sin embargo, en la práctica un sistema mecánico en tensión siempre tiende a empeorar si las tensiones no son resueltas. Por lo tanto, esos primeros síntomas son los indicadores más tempranos de la necesidad de modificar el sistema mecánico de ejecución, ya que la insistencia podrá llevar a síndromes de sobreúso y fatiga muscular, desembocando en lesiones de mayor importancia4 . Como se desprende de la bibliografía, todos los estudios publicados muestran un alto índice de PME en los músicos profesionales, especialmente en el caso de los guitarristas (véase el apartado «Discusión»). A pesar de que existen rasgos comunes, cada comunidad de músicos, en función de sus características sociales, laborales y educativas, presenta unos patrones de enfermar diferentes que hacen que los datos epidemiológicos obtenidos en un estudio sean difícilmente extrapolables a otras comunidades5 . Es por ello que se plantea un estudio para analizar el índice de lesiones y sus circunstancias en guitarristas profesionales de nuestro entorno. Objetivo principal: conocer la incidencia de lesiones debidas a la práctica profesional de la guitarra entre los asistentes al Certamen Internacional de Guitarra de Barcelona (viiy viii ediciones). Objetivos secundarios: analizar en los participantes la distribución de las lesiones por zonas corporales lesionadas (en el último a˜ no y en los últimos nos), la edad, los a˜ 5 a˜ nos de experiencia profesional, las horas diarias de ensayo, los hábitos deportivos, la realización de estiramientos en relación con la práctica de la guitarra, el porcentaje de asistencia sanitaria profesional en caso de lesión y como prevención de las mismas, y el índice de recuperación de las lesiones. Asimismo, se previó también analizar la existencia de guitarristas que hubieran recibido formación básica en ergonomía.
Material y métodos Se realizó un estudio descriptivo analítico a través de los resultados de una encuesta dise˜ nada ad hoc. Se incluyó a todos los participantes en el Certamen Internacional de Guitarra de Barcelona (vii y viii ediciones). En todo momento, se aseguró el total anonimato de los participantes en el estudio y la encuesta fue autocumplimentada de manera voluntaria por los participantes. El cuestionario incluía un total de 15 ítems con respuesta cerrada, que incluía la recogida de información sobre las características antropométricas de los participantes (sexo, edad, peso, altura y lateralidad dominante), los a˜ nos de práctica de la guitarra, el hábito de ensayos diarios, los antecedentes de formación en ergonomía, el hábito de realización de ejercicio físico, la práctica de estiramientos y calentamiento, y la eventualidad de haber sufrido molestias físicas y lesiones en el último a˜ no y en los últimos 5 a˜ nos, su topología y su recuperación; se solicitó asimismo información sobre el hecho de haber acudido a algún profesional de la salud y explícitamente sobre asistencia fisioterapéutica. Los datos obtenidos como variables del estudio fueron codificados al finalizar la recogida de los datos, procesados y analizados estadísticamente. Se realizó un análisis estadístico analítico univariante y bivariante mediante el programa estadístico IBM SPSSv.20, para evaluar el objetivo primario
245 y los objetivos secundarios del estudio. Se aplicaron las técnicas de la chi al cuadrado y el estadístico exacto de Fischer para evaluar la significación estadística de las variables categóricas. Las respuestas en blanco se codificaron como pérdidas del sistema y no se contabilizaron en el análisis de las variables. Limitaciones del estudio: cabe considerar que, por las características de la muestra, los resultados del estudio no pueden extrapolarse a la totalidad de profesionales de la guitarra; sin embargo, al ser los participantes todos ellos profesionales de este instrumento que se presentan a un concurso internacional de renombre, se puede considerar que forman un grupo homogéneo en cuanto a técnica interpretativa e intensidad de ejecución.
Resultados La encuesta fue autoadministrada por todos los participantes que acudieron a las sesiones de fisioterapia para guitarristas «El cuerpo y la guitarra», que tuvieron lugar durante el Certamen Internacional de Guitarra de Barcelona (vii y viii ediciones). La muestra final fue de 40 guitarristas profesionales (tabla 1): 30 hombres (el 75%) y 10 mujeres (el 25%). Solo el 10% (n = 4) de los participantes era zurdo y la media de edad se situó en 42,18 a˜ nos, estando la mayoría de los participantes entre los 40 y los 60 a˜ nos; el índice de masa corporal (IMC) medio fue de 24,15 kg/m2 , y el 66,7% (n = 26) se situaba entre los límites del normopeso. El 95% de los participantes en el estudio no había recibido formación alguna sobre ergonomía e higiene postural en ningún momento de su vida profesional. El 84,2% de los participantes realizaba algún deporte con regularidad (en este ítem 2 casos quedaron sin responder). El 57,5% (n = 23) llevaba más de 20 a˜ nos de práctica del instrumento y la media de horas de ensayo diarias era de 2,47 h. De los 39 guitarristas que respondieron a la pregunta sobre la realización de estiramientos, 22 de ellos (el 56,4%) no realizaban estiramientos en relación con la práctica de la guitarra y únicamente el 42,5% los realizaba; el 17,9% hacía estiramientos antes de tocar el instrumento, el 2,6% después de tocar, y el 23,1% antes y después de tocar (tabla 2). El 67,5% había presentado alguna lesión relacionada con la práctica de la guitarra en los últimos 5 a˜ nos (n = 27) (fig. 1). La media de lesiones era de 2,25 lesiones (entre 0 y 15, desviación estándar 2,968); la mayoría se situaba entre 1 y 3 lesiones, y uno de ellos había presentado hasta 15 lesiones. La zona corporal más afectada por las lesiones resultó ser la columna cervical (con un 27,5% de lesiones en el último a˜ no y un 47,5% en los últimos 5 a˜ nos), seguida del codo/brazo y la mu˜ neca (con un 22,5% y 20%, respectivamente, en el último a˜ no, y un 40% de lesiones en ambos en los últimos 5 a˜ nos). A continuación, se situaba el hombro (17,5% de lesionados en el último a˜ no y 27,5% en los últimos 5 a˜ nos), seguido por la columna dorsal y lumbar (12,5% en el último a˜ no y 22,5% en los últimos 5 a˜ nos). Por otra parte, la extremidad inferior apenas había referido lesiones (17,5% de cadera, el 7,5% de rodilla y ninguna lesión de tobillo/pie en los últimos 5 a˜ nos). De los 27 participantes que referían haber presentado alguna lesión, el 59,3% (n = 16) había acudido a algún
246 Tabla 1
M. Sánchez-Padilla et al Características de la muestra Muestra (n = 40)
Sexo Masculino Femenino
30 10
75% 25%
Dominancia Diestra Zurda
36 4
90% 10%
Formación en ergonomía No Sí
38 2
95% 5%
A˜ nos de práctica < 5 a˜ nos 5-20 a˜ nos > 20 a˜ nos
6 11 23
15% 27,5% 57,5%
Práctica de ejercicio físico (n = 38) Sí No
32 6
84,2% 15,8%
IMC (kg/m2 )
nos) Edad (a˜ Media Máx. Mín. Desv.
42,18 66 15 14,087
< 20 21-30 31-40 41-50 51-60 > 60
5 5 7 9 11 3
Horas práctica diaria
Media Máx. Mín. Desv. 12,5% 12,5% 17,5% 22,5% 27,5% 7,5%
Bajo peso Normopeso Sobrepeso Obesidad
1 26 11 1
profesional cuando tuvo alguna lesión, mientras que el 40,7% (n = 11) no había consultado con ningún profesional de la salud en caso de lesión (tabla 3). El 40,7% (n = 11) se recuperó totalmente de sus lesiones y el 59,3% (n = 16) no había conseguido la recuperación total de sus lesiones, pasando a ser dolencias que se habían cronificado en el tiempo (fig. 2). En el análisis bivariante, cabe destacar que aquellos que habían consultado con algún profesional sanitario habían conseguido la curación de sus
24,15 33,46 17,26 3,286
Media Máx. Mín. Desv.
2,6% 66,7% 28,2% 2,6%
0,5 h/día 2 h/día 3 h/día 4 h/día 6 h/día
2,47 0,5 6 1,137 1 17 8 7 2,5
2,5% 42,5% 20% 17,5% 2,5%
lesiones en un 62,5% de los casos (10 de 16), frente a una curación total del 54,5% (6 de 11) de los que no habían consultado al profesional, aunque los resultados no fueron significativos (p = 0.679) (fig. 3). En cuanto al hábito de consultar con el profesional de la fisioterapia, el 38,2% (n = 13) de los 34 que respondieron a
Porcentaje 67,5% (n = 27)
60
Tabla 2
Distribución de realización de estiramientos
Realización de estiramientos Válidos Nunca Sí, antes de tocar Sí, después de tocar Sí, antes y después de tocar Total
Frecuencia
Porcentaje válido
40 32,5% (n = 13)
22 7 1 9 39
56,4 17,9 2,6 23,1 100,0
20
0
Perdidos Sistema Total
1 40
No
Sí
¿Ha tenido alguna lesión (últimos 5 años)?
Figura 1 Lesiones relacionadas con la práctica de la guitarra en los últimos 5 a˜ nos.
Incidencia de lesiones en profesionales de la guitarra clásica
247
Porcentaje 60
¿Consultó a algún profesional cuando se lesionó? No Sí
59,3% (n = 16)
50 n = 10 (62,5%)
40,7% (n = 11)
40
n=6 (37,5%)
30 n=6 (54,5%)
20 n=4 (45,5%)
10
0
No
Sí
¿Ha conseguido la total recuperación de las lesiones?
Figura 2 Porcentaje de paso a la cronicidad de las lesiones presentadas.
la pregunta no acudía nunca al fisioterapeuta, mientras que el 61,8% (n = 21) había acudido por lo menos una vez; el 38,2% (n = 13) únicamente acudía al fisioterapeuta en caso de presentar alguna lesión, el 20,6% (n = 7) acude una vez al mes y solo un participante le visitaba semanalmente (fig. 4). En el análisis bivariante entre a˜ nos de dedicación e índice de lesiones no se observaron diferencias significativas: 17 de los participantes que tenían más de 20 a˜ nos de práctica (el 73,9%) había sufrido alguna lesión en los últimos 5a˜ nos y 6 no habían presentado ninguna lesión (el 26,1%). Entre los que llevaban menos de 5 a˜ nos de práctica, el 66,7% (n = 4) había tenido alguna lesión, mientras que el 33,3%, no. En el grupo de los que habían practicado guitarra durante un período de entre 15 y 20 a˜ nos eran mayoría los que no habían presentado lesiones (el 75 frente al 25%) (p = 0,429); entre los 17 que habían practicado la guitarra profesional durante menos de 20 a˜ nos, había presentado lesiones un 58,83%, frente a un 73,91% de los que lo habían hecho durante más de 20 a˜ nos (p = 314). También sin significación estadística (p = 0,387), el 82,4% (n = 14) de los pacientes que ensayan 2 h diarias habían presentado alguna lesión en los últimos 5 a˜ nos. El único que ensayaba 6 h diarias no había presentado ninguna lesión en los últimos a˜ nos. Tampoco se observaron diferencias significativas entre los guitarristas que realizaban estiramientos y el índice de lesiones en los últimos 5 a˜ nos (p = 0,357) (fig. 5); 14 de los profesionales (el 63,6%) que no realizaban estiramientos
No
Sí
¿Ha conseguido la total recuperación de las lesiones?
Figura 3 Grado de curación de las lesiones según consulta al profesional sanitario.
había presentado alguna lesión en los últimos 5 a˜ nos, frente al 70,6% (n = 12) de los que sí realizaban algún tipo de estiramiento. El 66,7% (n = 6) de los que realizaban estiramientos antes y después de tocar y el 85,7% (n = 6) de los que los realizaba solamente antes de tocar referían haber presentado alguna lesión. Al relacionar la edad de los participantes y el índice de lesiones, parece existir un mayor riesgo de lesión en los pacientes que se encuentran entre 31-40 a˜ nos con un 85,7% (n = 6) de personas que habían sufrido alguna lesión en los últimos 5 a˜ nos y entre 41-50 a˜ nos con un 100% (n = 9). Sin embargo, entre los 51-60 a˜ nos solo se observó un 36,4% (n = 4) con lesiones pasadas y un 63,6% (n = 7) sin ellas; entre los que tenían 21-30 a˜ nos el número de lesionados (n = 1, 20%) fue menor que el de no lesionados (n = 4, 80%) (fig. 6).
Porcentaje (n=34) 40
38,2% (n = 13)
38,2% (n = 13)
30
Tabla 3 Frecuencias de acudir al profesional sanitario en caso de lesión ¿Acudieron al profesional sanitario en caso de lesión?
Frecuencia
Porcentaje válido
20,6% (n = 7)
20
10 3,0% (n = 1)
Con lesión No Sí Total
11 16 27
Sin lesiones
13
Total
40
40,7 59,3 100,0
0
Nunca
Semanalmente
Cada mes
Solo si tengo lesión
¿Con qué regularidad visita al fisioterapeuta?
Figura 4 Frecuencia con que acuden al fisioterapeuta con fines preventivos.
248
M. Sánchez-Padilla et al ¿Ha tenido alguna lesión (últimos 5 años)? No Sí
(n = 39)
n = 14 (63,6%) n = 12 (70,6%)
n=8 (36,4%)
n=5 (29,4%)
No
Sí
¿Realiza algún tipo de estiramiento?
Figura 5 Relación entre realización de estiramientos e índice de lesiones.
Discusión Ayensa et al. citan un estudio llevado a cabo por el Instituto de Fisiología y Medicina del Arte de Terrassa, que incluye a músicos catalanes de todas las edades y grados de dedicación pertenecientes a escuelas de música, conservatorios, orquestas, asociaciones de músicos profesionales y formaciones musicales diversas6 . Se identificaron como factores de riesgo la edad, el curso, la dedicación, el hecho de ser profesional, los cambios de rutina y el instrumento que tocan (sobre todo la percusión, el viento metal y la cuerda frotada). A diferencia de otros estudios, en este no se detectó que el sexo o la mano dominante condicionen ningún riesgo adicional. Los profesores de música en la Escuela Municipal
Sueca de Música referían haber presentado alteraciones músculo-esqueléticas en los últimos 12 meses7 , siendo más afectados aquellos que mantenían una postura asimétrica durante la práctica musical comparados con los que adquirían una posición simétrica (p = 0,042). Se observaba una mayor afectación en los que tocaban instrumentos de cuerda que otras disciplinas; en este estudio, no se observó una relación relevante entre las alteraciones músculoesqueléticas y la cantidad de horas semanales de práctica. Paredes et al. citan un estudio de 1983 publicado en EE. UU. en el que aproximadamente la mitad de músicos consultados presentaba alguna disfunción que afectaba la ejecución musical. Posteriormente, la tabla de PME de Fry mostraba el modo en que la incidencia de disfunciones músculoarticulares aumenta a medida que los músicos avanzan en su aprendizaje, desde estudiantes a profesionales3 . Marques et al., incluyendo exclusivamente a guitarristas profesionales, detectaron principalmente síntomas por sobreúso8 . Considerando que la guitarra clásica y la flamenca comportan 2 maneras distintas de tocar, el síntoma específico que permitió ver una clara distribución entre ambos grupos fue una mayor frecuencia de tensión muscular en las extremidades superiores en los guitarristas de flamenco. La mayor incidencia de problemas y la mayor percepción de tensión muscular entre los guitarristas de flamenco se atribuyen principalmente a la técnica de punteo, al requerir un mayor esfuerzo de los músculos extensores de los dedos, y a la necesidad de producir un mayor volumen de sonido, al tocar en grupo. Ayensa et al. observaron en 2006 que la parte del cuerpo más implicada era la espalda6 , por lo que prevé elaborar un estudio ergonómico relacionado con la forma de transportar y tocar el instrumento para, en caso necesario, implantar medidas correctoras. Se concluye que el tiempo que se dedica a los aspectos preventivos en la ense˜ nanza reglada es escaso y podría tener un papel importante.
¿Ha tenido alguna lesión (últimos 5 años)? No Sí
Porcentajes relativos de lesiones por grupo de edad 100% (n = 9)
63,6% (n = 7) 85,7% (n = 1)
80% (n = 4)
80% (n = 4)
36,4% (n = 4) 100% (n = 4)
20% (n = 1)
20% 14,3% (n = 1) (n = 1) 0% (n = 0)
0,0%
20 años o menos
21 a 30 años
31 a 40 años
41 a 50 años
0% (n = 0)
51 a 60 años
61 años más
Edad en grupos
Figura 6
Relación entre edad (en grupos) e incidencia de lesiones.
Incidencia de lesiones en profesionales de la guitarra clásica A pesar de que nuestro estudio no se haya valorado de manera específica la incidencia de distonía focal (DF), parece ser una afección que frecuentemente amenaza la capacidad para tocar. Algunos estudios muestran que la DF es un problema de alta frecuencia: un estudio prospectivo de 4 a˜ nos de duración (n = 658) que incluyó a músicos en un centro especializado en la atención de artistas escénicos mostró que 86 de ellos fueron diagnosticados de distonía focal (13%)9 . En este se identificaron como factores de riesgo para la DF la práctica de la guitarra (representando el 42% de los casos de DF), seguida del piano (el 21%) y el violín (el 6%), ser varón (proporción 7:1) y haber acumulado una cantidad de horas de ensayo superior a la media; según este estudio, la DF aparece en músicos con una edad media de nos y que tocan 4,8 h diarias, mientras que otras afec33,6 a˜ ciones se presentan a los 26,5 a˜ nos en músicos que tocan 3,5 h al día. La DF en el músico parece la consecuencia de un trabajo manual repetitivo, intenso y refinado realizado durante muchos a˜ nos sobre el instrumento musical a lo que se a˜ nadirían otros factores como, por ejemplo, el sexo. Nuestra muestra constó de 40 participantes, 30 hombres (75%) y 10 mujeres (25%); un tama˜ no reducido respecto a otros estudios similares, como el que citan Ayensa et al.6 , en el que participaron 1.639 músicos, o el que citan Paredes et al., con 179, o con la tabla de PME de Fry sobre 1.250 estudiantes de música, 900 músicos de nivel más avanzado o 485 músicos profesionales3 , pero más cercano a los 47 participantes, 28 mujeres y 19 hombres, del estudio de la Escuela Municipal Sueca de Música. Estos estudios mostraban diferencias entre hombres y mujeres respecto a las zonas afectadas, cuello (p = 0,02), hombro (p = 0,025) y columna torácica (p = 0,01) significativamente más lesionadas en mujeres que en hombres7 , y a los tipos de lesión que mostraban problemas tensionales-posturales en mujeres y de sobreúso o sobreesfuerzo en hombres. La incidencia total de lesiones en nuestra muestra fue del 67,5%, menor en comparación con otros estudios anteriores publicados en la bibliografía, en que la incidencia más alta fue del 85,1% en el estudio citado por Ayensa et al.3 ; sin embargo, otros estudios encontraron una incidencia de problemas de salud relacionados con su actividad que abarca entre el 51 y el 79%. En nuestro caso, la incidencia de PME está en la media de los datos encontrados en la bibliografía, en que parecen existir constantes diferencias entre los guitarristas clásicos y los flamencos (mayor afectación de estos últimos con un 87,5% frente a un 62,5% de los guitarristas clásicos; p = 0,021)8 , un poco inferior a nuestros resultados. Fjellman-Wiklund et al. han relacionado la incidencia de lesiones con la postura asimétrica (p = 0,042)7 . Muchos profesionales referían que estas lesiones habían afectado en la capacidad de tocar, al igual que en el estudio citado por Ayensa et al.6 , que afectaba hasta a un 37,3% de los músicos, siendo el sistema músculo-esquelético el más perjudicado (un 85,7% de los afectados). En el estudio de Marques et al. en guitarristas profesionales afectados, el 50% de los guitarristas clásicos y el 82,1% de los guitarristas flamencos refirieron deterioro en sus habilidades a la hora de tocar (p = 0,018)8 . Por lo que respecta a la edad, todos los estudios analizados coinciden en un mayor riesgo de lesión entre los 30 y los 50 a˜ nos; hasta el 90% de los lesionados se encuentran en la cuarta década de la vida en el estudio que citan Ayensa
249 et al.6 Al igual que en estos estudios, en nuestra muestra destaca el período entre los 30 y los 40 a˜ nos como el de mayor riesgo de lesiones, con un 85,7%, y un 100% entre los 40 y los 50 a˜ nos. En el resto de franjas de edad se muestra un porcentaje menor de PME. Aunque estos resultados no son estadísticamente significativos debido al tama˜ no de nuestra muestra, sí muestran consistencia con los estudios publicados por otros autores con anterioridad. La bibliografía muestra un alto porcentaje de participantes que no realizan calentamiento y/o estiramientos, desde un 56,4% hasta un 86% en el estudio de Ayensa et al, de 20066 ; de igual modo, en nuestra muestra solo el 42,5% realizaba estiramientos de algún tipo en relación con la práctica musical. Sin embargo, no parece haber diferencias significativas entre los guitarristas que realizan estiramientos y los que no: ambos habían tenido un índice similar de lesiones. De igual modo, tampoco se encontraban diferencias significativas entre los que realizaban estiramientos antes o antes y después de tocar. En nuestros resultados resalta la implicación de la espalda en las lesiones, con un 87% de afectación, (47,5% en la columna cervical, 22,5% en columna dorsal e igual porcentaje en la columna lumbar). Las lesiones en extremidad superior afectan al 40% de los participantes en los últimos 5 a˜ nos, uniéndose a la columna cervical en las cifras más altas de lesiones; que se correlaciona con los otros estudios, como el de Ayensa et al.6 , que refiere el mismo porcentaje de afectación en la espalda, o el de la Escuela Municipal de Música de Suecia, que refiere las zonas de mayor afectación como la extremidad superior y la zona cervical7 . Sin embargo, todos coinciden en que la extremidad inferior parece quedar excluida en gran medida del riesgo de lesión. Se observa un predominio de las lesiones en los guitarristas con menos y con más a˜ nos de práctica, siendo los profesionales con una experiencia media los que menos lesiones presentaban. Tal vez la inexperiencia y la acumulación de a˜ nos de práctica inciden en la producción de nuevas lesiones, o en los más experimentados, de lesiones recidivantes. La mayoría de las lesiones recayó en guitarristas que ensayaban 2 h diarias de media; el hecho de que los participantes que ensayaban más horas diarias hubieran presentado menor índice de lesiones se podría interpretar como que estos utilizan más tiempo para la preparación antes de tocar intensamente y pueden reducir la intensidad de ensayo de manera paulatina antes de finalizar su actividad. Los estudios analizados coinciden también en la falta de asistencia ante la lesión: únicamente el 35% había consultado a algún especialista en el estudio de Ayensa et al.6 ; en nuestra muestra, el 40,7% tampoco acudía a ningún profesional. Un gran porcentaje de recidivas apareció en el estudio de Ayensa et al.6 , con un 95%; en nuestra muestra, un 59,3% de las lesiones no se habían recuperado en el estudio actual, pudiendo ser consideradas como lesiones que se habían cronificado. En el estudio de Ayensa et al. únicamente un 2% reconoce haber recibido indicaciones sobre prevención6 ; en nuestros resultados el 95% no había recibido formación en ergonomía. Y en todos los estudios analizados se reconoce que debería ser necesario. En cuanto al IMC, el mismo estudio de Ayensa et al.6 de 2006 reconocía que era elevado y existía un alto índice de tabaquismo, lo que podría justificar la elaboración de
250 programas de promoción de la salud destinados a disminuir la obesidad y el consumo de tabaco; al contrario, en nuestra muestra predomina un IMC medio de 24 kg/m2 , que se encuentra dentro de la normalidad (no se valoraron los hábitos tóxicos de los guitarristas). En el análisis bivariante no se obtuvieron cifras estadísticas suficientemente significativas, posiblemente debido al tama˜ no de la muestra. Sin embargo, se pueden observar algunas tendencias que podrían ser confirmadas al analizar muestras de tama˜ no mayor. Debido a lo expuesto, y de acuerdo con Paredes et al., pensamos que es imprescindible un enfoque distinto de la ense˜ nanza de la guitarra en el cual en la carrera del músico los programas sean más flexibles y se adapten a las necesidades y las posibilidades reales de los alumnos3 . Desde el punto de vista epidemiológico, existen evidencias de que especialmente las lesiones músculo-esqueléticas afectan a la interpretación musical. Se encuentran diferencias entre géneros, siendo las mujeres en relación con los hombres las que muestran mayor tendencia hacia la lesión. Este hecho por sí solo justifica la intervención preventiva mediante un programa de ejercicio físico, que se ha demostrado beneficioso de cara a mejorar factores de riesgo que predisponen a dicha población hacia la lesión; por lo tanto, no solo crea bienestar entre sus practicantes, sino que actúa a modo de prevención.1 Dentro de la profesión musical a menudo se observan creencias, prácticas sociales, valores y actitudes que conducen tanto a una práctica incorrecta como a una visión distorsionada de la actividad musical que puede derivar en no que en problemas de salud de los músicos. Así, no es extra˜ ocasiones se defienda el tocar con dolor, ya que casi siempre se centra la actividad profesional en el resultado y no en el proceso que supone llegar a la meta ni el sufrimiento que esto implica. Existe una escasa cultura de la salud entre estos profesionales que les eduquen sobre temas de condición física y riesgos de sobreúso. Es fundamental, por ello, concienciar al profesional para que sea capaz de conocer sus limitaciones y los riesgos que implica su profesión para poder así tocar más a˜ nos, en mejores condiciones y con mayor rendimiento interpretativo. La forma de la guitarra no obedece a un dise˜ no ergonómico y puede contribuir a adoptar posiciones forzadas, origen de algunos problemas. La posición de la guitarra es una cuestión sobre la que, como en tantas otras, no existe aún un consenso. Existe un interés por cuidar la posición del cuerpo y muchos guitarristas han efectuado cambios en la posición tradicional de Tárrega que representan una sensible mejora y que evitan algunos de los inconvenientes de esta, como, por ejemplo, evitar colocar un banquito bajo el pie izquierdo, favoreciendo así la simetría lumbar. Tocar la guitarra implica una adaptación a esta que conlleva ciertas incomodidades a las que no estamos acostumbrados antes de iniciar esta actividad. Estos problemas de adaptación al instrumento deberían ser mínimos y de ninguna manera provocar dolores, y mucho menos lesiones. Es importante tener presente que una posición fisiológica no es el único aliciente para tocar mejor y prevenir las lesiones por sobreúso. Por mucho que el guitarrista sea capaz de adquirir la posición ideal, esta postura no debería ser excesivamente mantenida en el tiempo, como si de una estatua se tratara, sino que, por el contrario, dicha posición debería
M. Sánchez-Padilla et al ser una guía sobre la cual el músico oscila permanentemente de forma completamente relajada. No hay que olvidar la planificación del entrenamiento, respetando los tiempos de descanso entre sesión y sesión, que serán tan importantes como el mantenimiento de una postura correcta10 . Se recomienda la introducción de pautas saludables desde la infancia mediante programas de normas ergonónanza de actitudes más idóneas micas que faciliten la ense˜ según las necesidades y características del instrumentista. Para modificar comportamientos corporales, será importante cualquier tipo de acción a partir de la base de un proceso educativo. De esta manera, se trata de integrar conjuntamente los aspectos musicales con los corporales. A partir de la toma de conciencia de cada alumno, de cómo es su postura, cómo tiene colocadas las manos y los brazos, cómo se realiza el apoyo plantar o la sedestación, se puede saber qué aspectos son los que deben corregirse o potenciarse11 . La evaluación clínica del músico debería integrar paciencia y una dedicación considerable de tiempo. Es básico examinar a los músicos con sus instrumentos, poder observar la postura que estos adoptan, las diferentes tensiones, los desequilibrios entre el guitarrista y el instrumento, el rango de movilidad y la posición de las diferentes articulanecas, codos, hombros, cuello y espalda12 . ciones, como mu˜ Es fundamental concienciar a este sector de la profesión para que sea capaz de conocer las limitaciones y los riesgos que implica su profesión para poder así tocar más a˜ nos, con mayor rendimiento y en mejores condiciones1 . En ningún momento se puede inferir que la práctica con instrumentos musicales signifique enfermedad. Solo que en los músicos, al igual que en otras profesiones, existen factores de riesgo que es importante conocer13 . Se aconseja como prevención de lesiones la adopción de rutinas de calentamiento y enfriamiento muscular y de todas las estructuras relacionadas con la interpretación antes, durante y después de la interpretación14 . Como conclusiones podemos objetivar que en nuestra muestra, de manera análoga a la bibliografía existente, se observa una alta incidencia de PME entre los guitarristas profesionales, siendo la columna cervical, las mu˜ necas y el codo/brazo las zonas de mayor riesgo en este colectivo. Se debe destacar el alto índice de cronificación que presentan las lesiones referidas. Cabe hacer hincapié en la falta de asistencia en los casos de lesiones: una gran mayoría no asistió a ningún especialista en caso de lesión. La falta de recuperación y las recidivas son muy comunes entre estos profesionales y posiblemente serían menores si acudieran al profesional en caso de lesión o molestias. Parece necesaria la adquisición de unos mínimos conocimientos anatómicos, fisiológicos, ergonómicos y posturales básicos, imprescindibles para poder cambiar la actitud respecto a los aspectos preventivos de una actividad tan entregada como la guitarra. Tal formación, junto con el trabajo corporal más adecuado para su situación, podría ser la mejor propuesta para optimizar la calidad de vida y el rendimiento del músico (mejor ejecución técnica, durante más a˜ nos de vida profesional), aunque son necesarias nuevas evidencias que respalden de manera suficiente esta suposición. La opinión general es que estos conocimientos deberían transmitirse ya durante la fase de formación de pregrado del músico y actualizarse periódicamente a través de formación
Incidencia de lesiones en profesionales de la guitarra clásica continuada. El tiempo que se dedica a aspectos de educación para la salud en la ense˜ nanza de guitarra es escaso y se reconoce que esta podría ser necesaria y debería formar parte de la docencia básica. A menudo, parece evidenciarse una falta de conocimiento de la biomecánica corporal por parte de los profesionales de la guitarra. Pensamos que esta carencia se debería superar con la aplicación de protocolos docentes en anatomía, fisiología y ergonomía básicas, y posiblemente redundaría en la reducción de la alta incidencia de PME que presentan estos profesionales.
Responsabilidades éticas
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2.
3.
4.
Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales. 5.
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes. 6.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
7.
Financiación 8.
El presente estudio ha sido financiado por la Escola Universitària de Fisioterapia Gimbernat, Av. De la Generalitat 202-206, 08174 Sant Cugat del Vallès, Barcelona (adscrita a la Universitat Autònoma de Barcelona).
9.
Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Agradecimientos Agradecemos la colaboración de toda la organización del Certamen Internacional de guitarra de Barcelona, en especial al maestro Eulogio Dávalos, sin cuyo interés y colaboración este estudio no podría haber tenido lugar.
10. 11.
12.
13.
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