Fisioterapia. 2012;34(6):237---238
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EDITORIAL
La fisioterapia acuática, un ejemplo de crecimiento en la evidencia y la práctica clínica centrada en el paciente Aquatic physiotherapy: an example of growth in evidence and patient focused clinical practice care La fisioterapia acuática (FA) es entendida como la práctica especial de la fisioterapia, con objetivos específicos de recuperación funcional del individuo en el medio acuático1 . En cambio, el termino «ejercicio acuático» tiene la intención de entrenamiento físico en personas sanas y asintomáticas2 . La Asociación de Fisioterapia Acuática de Fisioterapeutas Británicos define la fisioterapia acuática como «Un programa dise˜ nado por un fisioterapeuta debidamente cualificado, que utiliza las propiedades del agua para mejorar la función de un individuo»3 . Sin embargo, los programas de FA son dise˜ nados en distintos países por una amplia gama de personas a través de la comprensión de los principios fundamentales de la hidrodinámica y la aplicación de esos principios a la fisiología humana4 . Se diferencia del término más genérico «hidroterapia», que conlleva una gran variedad de técnicas, desde la ingesta de agua hasta la inmersión, pasando por la aplicación de agua a diferentes temperaturas y presiones, la irrigación del colon, etc.5 La FA, los ejercicios acuáticos y la hidroterapia se consideran útiles para el fisioterapeuta. En numerosos centros de salud existen instalaciones acuáticas, y aunque se ofrecen cursos de posgrados en FA y existen algunos libros sobre la recuperación en el agua, la investigación acerca del tema puede resultar aún insuficiente. En una revisión exhaustiva de la literatura sobre el uso de la FA, los artículos disponibles son de un nivel de calidad limitado, con la notable excepción de la FA en el área músculoesquelética1 . La FA en el área musculoesquelética cubre el 85% de los estudios de investigación1 y el 75% de la dedicación de los fisioterapeutas en FA, según una encuesta en el Reino Unido6 . La base de evidencia para la práctica de FA continúa creciendo y mejorando en calidad. Las descripciones de las intervenciones acuáticas se han mejorado cualitativa y cuantitativamente. La dosis-respuesta del ejercicio acuático parece haber sido estandarizada. Del mismo modo, la selección de las medidas de resultados funcionales y autoinformadas por el
paciente para los estudios de FA son de mayor fiabilidad y la validez7,8 . Algunos instructores de ejercicios acuáticos ofrecen intervenciones para las alteraciones crónicas del área musculoesquelética, en detrimento de que estas intervenciones sean desarrolladas por fisioterapeutas. Esto puede ser debido a que el coste profesional impide a veces a˜ nadir una eficacia adicional derivado del conocimiento especializado que demuestra la investigación en este campo9 . La FA en el área musculoesquelética aguda está poco estudiada en comparación con la práctica de la FA musculoesquelética en condiciones crónicas, fracturas del tren inferior, inestabilidad articular, desequilibrio muscular y el miedo a moverse10 . La FA en el área de neurología pediátrica y en adultos presenta evidencias limitadas debido a la dificultad de encontrar grupos de casos homogéneos e intervenciones reproducibles para desarrollar ensayos clínicos1 ; sin embargo, es la segunda área de interés en la práctica de FA en el Reino Unido6 . Otras áreas emergentes de FA, como los mayores frágiles, el dolor crónico generalizado11 , la enfermedad pulmonar obstructiva12 , la enfermedad de Parkinson, el linfedema y la oncología13 , son poco estudiadas y muy utilizadas para estos grupos de pacientes6 . Un número de estudios ha intentado medir el mismo movimiento realizado en agua y en seco; sin embargo, la falta de control del esfuerzo dificultado por la flotación y la viscosidad del agua ha impedido que sean comparables4,14,15 . Dificultando el control y el seguimiento de la progresión de tareas ejecutadas en el medio acuático durante la FA. Sin embargo, muchos aspectos centrados en el paciente enriquecen las intervenciones, como la corrección por parte del fisioterapeuta de los patrones de movimiento, la alta variabilidad de la condición de cada paciente, las modificaciones prescritas sobre la base de las variaciones hidrodinámicas, los determinantes de la función específica, etc.16 La investigación nunca sustituirá a la experiencia clínica y el razonamiento del profesional para decidir qué intervención
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http://dx.doi.org/10.1016/j.ft.2012.06.006
238 aplicar17 . Este sigue siendo un reto para el desarrollo de la FA y puede que, en un futuro inmediato, los paradigmas deductivo e inductivo encuentren un equilibrio en el desarrollo de ésta apasionante modalidad de la fisioterapia.
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A.I. Cuesta-Vargas Departamento de Psiquiatría y Fisioterapia, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Málaga, Málaga, Espa˜ na Correo electrónico:
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