Mujer de 77 años con parestesias en las extremidades inferiores de un año de evolución

Mujer de 77 años con parestesias en las extremidades inferiores de un año de evolución

ARTICLE IN PRESS Med Clin (Barc). 2009;132(9):351–358 www.elsevier.es/medicinaclinica Conferencia Clinicopatolo´gica ˜ os con parestesias en las ex...

919KB Sizes 52 Downloads 204 Views

ARTICLE IN PRESS Med Clin (Barc). 2009;132(9):351–358

www.elsevier.es/medicinaclinica

Conferencia Clinicopatolo´gica

˜ os con parestesias en las extremidades inferiores Mujer de 77 an ˜ o de evolucio´n$ de un an A 77 years-old woman with a leg paraesthesia for one year Eduard Sanjurjo Golpe a,, Carlos Cardenal b, Jordi Blasco b y Carme Mallofre´ c a b c

˜a Servicio de Urgencias, Hospital de Igualada, Igualada, Barcelona, Espan ´stico, Centro de Diagno ´stico por la Imagen, Hospital Clı´nic, Barcelona, Espan ˜a Servicio de Radiodiagno ´gica, Centro de Diagno ´stico Biolo ´gico, Hospital Clı´nic, Barcelona, Espan ˜a Servicio de Anatomı´a Patolo

´ N D E L A R T ´I C U L O INFORMACIO

On-line el 6 de febrero de 2009

La paciente no tenı´a alergias medicamentosas, no fumaba, consumı´a 20 g de etanol al dı´a y habı´a sido diagnosticada ˜ os, tratado con histerectomı´a de fibroma uterino hacı´a 30 an y anexectomı´a; fibroma de mama izquierda, diagnosticado por ˜ os y actualmente estable; hipertensio´n arterial, citologı´a hacı´a 6 an que trataba con irbesarta´n (150 mg/dı´a), y dislipemia, que controlaba con dieta. ˜ o presentaba parestesias en ambas extremiDesde hacı´a un an dades inferiores, intermitentes, de pocos minutos de duracio´n. Consulto´ de forma ambulatoria y se le realizo´ una resonancia magne´tica (RM) lumbar donde se observo´ una estenosis foraminal bilateral que afectaba a L1, L2 y L3. Inicio´ tratamiento con vitaminas del grupo B, sin mejorı´a de los sı´ntomas. Durante el u´ltimo mes las parestesias se hicieron pra´cticamente constantes y se intensificaron sobre todo en la pierna derecha, a la que ˜ adio´ debilidad de predominio distal. La paciente paso´ en se an cama los dı´as previos a su consulta en el Servicio de Urgencias del Hospital Clı´nic, por imposibilidad para deambular a causa de la ˜o paresia en la extremidad inferior derecha. Durante el u´ltimo an ˜ imiento intermitente y alguna rectorragia habı´a presentado estren aislada. No presentaba cuadro constitucional. En la exploracio´n fı´sica destacaba pe´rdida de fuerza en la extremidad inferior derecha (3/5) e izquierda (4/5), con reflejos osteotendinosos rotulianos y aquı´leos discretamente aumentados de forma sime´trica, atrofia muscular especialmente de cua´driceps y musculatura peroneal, reflejo cuta´neo-plantar indiferente bilateral, disminucio´n de la sensibilidad nociceptiva en ambas extremidades y un nivel sensitivo en D10. El resto de la exploracio´n fue normal. En la radiografı´a posteroanterior de to´rax $ Conferencia celebrada el 14 de noviembre de 2007 en el Hospital Clı´nic de Barcelona.  Autor para correspondencia. ´nico: [email protected] (E. Sanjurjo Golpe). Correo electro

se observaban cardiomegalia moderada y una imagen paracardı´aca derecha. El electrocardiograma era normal. En los ana´lisis de sangre se obtuvieron los siguientes resultados: velocidad de sedimentacio´n globular de 10 mm/h, hematı´es de 4,21 1012/l, hemoglobina de 120 g/l, hematocrito de 0,36 l/l, volumen corpuscular medio de 85 fl, hemoglobina corpuscular media de 28,5 pg, leucocitos de 5,4  109/l (un 65% S, un 1% NS, un 2% eosino´filos, un 25% linfocitos, un 7% monocitos), plaquetas de 205  109/l, actividad de protrombina del 100%, glucemia de 125 mg/dl (6,9 mmol/l), nitro´geno ureico en sangre de 33 mg/dl (5,1 mmol/l), creatinina de 0,9 mg/dl (79 mmol/l), sodio de 144 mmol/l, potasio de 4,5 mmol/l, calcio de 8,9 mg/dl (2,2 mmol/l), fo´sforo de 3,4 mg/dl (1,1 mmol/l), sideremia de 72 mg/dl (12,8 mmol/l), aspartato-aminotransferasa de 16 U/l, alanina-aminotransferasa de 49 U/l, lactatodeshidrogenasa de 306 U/ l (valor normal [VN]: 250–450), gammaglutamil transpeptidasa de 45 U/l, fosfatasa de alcalina 124 U/l, bilirrubina total de 0,3 mg/dl (5,1 mmol/l), amilasa de 19 U/l, lipasa de 58 U/l, colesterol de 223 mg/dl (2,7 mmol/l), triglice´ridos de 274 mg/dl (3,0 mmol/l), creatincinasa de 25 U/l, proteı´nas totales de 55 g/l (albu´mina: 60%; alfa-1-globulina: 4%; alfa-2-globulina: 9%; betaglobulina: 13%; gammaglobulina: 14%). Se realizo´ una RM dorsolumbar urgente en secuencias DP-T2, supresio´n grasa y T1, donde se observo´ una infiltracio´n con compresio´n del cordo´n medular dorsal bajo, de localizacio´n epidural anterior y posterior, y tambie´n lateroforaminal derecho, asociada a infiltracio´n del cuerpo vertebral de D9, que se extendı´a al pedı´culo derecho, arco neuronal posterior y la apo´fisis espinosa, junto con una masa paravertebral derecha de 6,2  3,7 cm del a´ngulo costovertebral, asociada a discreto derrame pleural derecho. Sobre la base de estos hallazgos se inicio´ tratamiento con dexametasona intravenosa (26 mg/6 h con pauta descendente), ası´ como radioterapia (27 Gy total, repartida en 6 sesiones). La paciente ingreso´ en una sala de hospitalizacio´n, donde durante las 24 h posteriores se le realizo´ una tomografı´a

˜ a, S.L. Todos los derechos reservados. 0025-7753/$ - see front matter & 2008 Elsevier Espan doi:10.1016/j.medcli.2008.05.004

ARTICLE IN PRESS 352

E. Sanjurjo Golpe et al / Med Clin (Barc). 2009;132(9):351–358

computarizada (TC) de to´rax y abdomen. En el to´rax se observo´ la masa paravertebral derecha descrita en la RM, hipervascular, con extensio´n a trave´s del agujero de conjuncio´n al interior del canal raquı´deo, a la altura de D9, adema´s de un hemangioma vertebral en D9 y diversos defectos de replecio´n en las ramas segmentarias de las arterias pulmonares. En el abdomen se apreciaban hemangiomas hepa´ticos, el mayor de ellos, de 5,5 cm, en el lo´bulo derecho, y un no´dulo de 1,2 cm en la gla´ndula suprarrenal izquierda. Se realizo´ una puncio´n aspirativa con aguja fina de la lesio´n vertebral o´sea guiada por TC, cuya citologı´a evidencio´ celularidad escasa, y el cultivo fue negativo. La ecografı´a Doppler de extremidades inferiores mostro´ una trombosis parcial de la vena femoral comu´n izquierda y normalidad del resto del territorio venoso. En la gasometrı´a basal el pH era de 7,41, la presio´n parcial de oxı´geno de 82 mmHg y la presio´n parcial de anhı´drido carbo´nico de 40 mmHg. Se inicio´ tratamiento con enoxaparina (60 mg/12 h), se continuo´ con la dexametasona y se completaron las sesiones programadas de radioterapia. Los valores de los marcadores tumorales fueron los siguientes: alfafetoproteı´na, 2 ng/ml (VNo10); antı´geno CA 153, 19 U/ml (VNo40); CA 125, 28 U/ml (VNo40); CA 19.9, 21 U/ml (VNo37); antı´geno carcinoembrionario, 4,2 ng/ml (VNo4); CYFRA 21/1, 1,0 ng/ml (VN, 0,5–3,3); enolasa neuronal especı´fica, 7 ng/ml (VNo20), y TAG 72, 0,4 U/ml (VNo6). A continuacio´n se realizo´ una exploracio´n que resulto´ diagno´stica.

Diagno´stico diferencial ˜ os de Dr. Eduard Sanjurjo. La paciente es una mujer de 77 an edad, con antecedentes de fibroma uterino, fibroma de mama, hipertensio´n arterial y dislipemia, que presento´ un cuadro de parestesias en las extremidades inferiores de lenta instauracio´n. Por este motivo se habı´a realizado de forma ambulatoria una RM de la columna lumbar, que indico´ la presencia de una estenosis foraminal de L1, L2 y L3. La paciente recibio´ tratamiento con vitaminas del complejo B, sin experimentar mejorı´a clı´nica. Un ˜ adio´ afectacio´n motora con mes antes de la consulta, se an dificultad, y finalmente imposibilidad para caminar. En la historia ˜ imiento clı´nica u´nicamente se recogio´ la presencia de estren intermitente y alguna rectorragia aislada, sin otra clı´nica siste´mica ni sı´ndrome de afectacio´n del estado general. En el momento del ingreso la exploracio´n fı´sica mostraba pe´rdida de fuerza en ambas extremidades inferiores, ma´s evidente en la derecha, reflejos

osteotendinosos rotulianos y aquı´leos discretamente aumentados, atrofia muscular, sobre todo en cua´driceps y peroneales, reflejo cuta´neo-plantar indiferente, disminucio´n de la sensibilidad nociceptiva en ambas extremidades y un nivel sensitivo en D10. Las pruebas de laboratorio reflejaban discreta hipoproteinemia y una mı´nima elevacio´n del antı´geno carcinoembrionario. Las pruebas de imagen realizadas (RM de columna dorsolumbar, TC toracoabdominal y ecografı´a Doppler de extremidades inferiores) revelaron una trombosis venosa profunda con tromboembolia pulmonar y la existencia en el mediastino posterior de una masa hipervascularizada, con afectacio´n del cuerpo vertebral de D9 y extensio´n al pedı´culo derecho, arco neuronal posterior y apo´fisis espinosa, junto con compresio´n del cono medular. Tambie´n hallaron un hemangioma vertebral en D9, mu´ltiples hemangiomas hepa´ticos y un no´dulo suprarrenal. Con los resultados se iniciaron tratamiento con corticoides y radioterapia, ası´ como descoagulacio´n con heparina de bajo peso molecular, y se realizo´ una puncio´n aspirativa de la lesio´n, de la que se obtuvo un cultivo negativo y una citologı´a con celularidad escasa. En este punto, agradecere´ el comentario del radio´logo de las pruebas de imagen realizadas. Dr. Carlos Cardenal. Se practico´ una RM de la columna dorsolumbar con cara´cter urgente, sin contraste, que detecto´ una infiltracio´n del espacio epidural dorsal bajo con captacio´n ˜ al en T1, que condicionaba la heteroge´nea y focos de hipersen compresio´n y el desplazamiento del cordo´n medular exce´ntrico, y de predominio anterolateral derecho, al nivel de D9. En el estudio ˜ al en el cuerpo vertebral D9, axial se observo´ una alteracio´n de sen que se extendı´a a pedı´culos y arco neuronal posterior, adyacente a una masa isointensa en el a´ngulo costovertebral derecho de 6,5  5 cm, con extensio´n lateroforaminal derecha. No se evidenciaron otros focos de alteracio´n del hueso trabecular en las ve´rtebras lumbares o dorsales que hiciesen pensar en un proceso metasta´sico diseminado (figs. 1 y 2). La TC toracoabdominal confirmo´ la tumoracio´n hipervascular en la regio´n paravertebral derecha, a la altura de T9, con extensio´n al canal raquı´deo a trave´s del agujero de conjuncio´n. La masa descrita presentaba una captacio´n heteroge´nea progresiva, al igual que el componente epidural (fig. 3). Se apreciaba una alteracio´n del hueso trabecular vertebral de D9 con predominio de las trabe´culas verticales. En el ˜ o normal, se identificaron 3 lesiones hı´gado, que era de taman focales, indicativas de hemangiomas, la mayor, de 5,5 cm, en el lo´bulo hepa´tico derecho. Dr. E. Sanjurjo. Toda conferencia clinicopatolo´gica se basa inicialmente en desgranar cada uno de los datos aportados para, de esta manera, decidir cua´les son relevantes, cua´les son

˜ al en D9 con afectacio´n de apo´fisis espinosa y ocupacio´n del espacio epidural Figura 1. Ima´genes en T1 (A) y T2 (B) de la columna dorsal, que muestran alteracio´n de sen anterior y posterior, que condiciona compresio´n con edema de la me´dula dorsal.

ARTICLE IN PRESS E. Sanjurjo Golpe et al / Med Clin (Barc). 2009;132(9):351–358

Figura 2. Imagen por resonancia magne´tica axial en T2, que muestra una masa en la regio´n paravertebral dorsal derecha en D9, con afectacio´n epidural y compresio´n del cordo´n medular.

Figura 3. Seccio´n axial de la tomografı´a computarizada de to´rax tras contraste intravenoso, que muestra hipercaptacio´n heteroge´nea de la masa paravertebral y de su componente epidural. Derrame pleural derecho.

epifeno´menos y cua´les pueden ser factores de confusio´n, y finalmente, tomar un punto de partida basa´ndose en un diagno´stico sindro´mico. La sintomatologı´a neurolo´gica en forma de parestesias y posteriormente paraparesia con un nivel sensitivo en D10 se enmarca dentro de un cuadro clı´nico de compresio´n medular, producida de forma lenta y progresiva por la masa que afecta al cuerpo de la novena ve´rtebra dorsal. Los hallazgos en la exploracio´n neurolo´gica son congruentes con el nivel en que se encuentra la lesio´n. Si bien no hay otros datos clı´nicos relevantes, ˜ imiento, que sı´ debemos tener en cuenta los perı´odos de estren

353

podrı´an tambie´n explicarse por la disfuncio´n autono´mica secundaria a la afectacio´n medular, ası´ como los episodios aislados de rectorragia, que posteriormente discutiremos. Los para´metros analı´ticos ba´sicos, como hemograma, reactantes de fase aguda, proteinograma, perfil hepa´tico, renal, ionograma, etc., se encuentran dentro de la normalidad. Lo mismo ocurre con los valores de los marcadores tumorales medidos, entre ellos el antı´geno carcinoembrionario, ya que su elevacio´n no puede considerarse significativa. Estos dos aspectos, lejos de orientar hacia alguna causa en concreto, aportara´n la suficiente informacio´n para descartar algunos de los procesos que pueden cursar con compresio´n medular. De la misma manera, podemos considerar la negatividad del cultivo de la lesio´n, ası´ como la descripcio´n de la citologı´a obtenida por puncio´n aspirativa. En cambio, son las pruebas radiolo´gicas las que nos ofrecen la mayor informacio´n para discutir el caso. En la radiografı´a de to´rax se aprecia una masa paracardı´aca derecha. Tanto en la RM de columna dorsolumbar como en la TC toracoabdominal se define como una masa en el mediastino posterior, al nivel de D9, que no so´lo afecta al cuerpo vertebral, sino tambie´n al canal medular en forma de compresio´n, e invade el pedı´culo derecho, el arco neuronal posterior y la apo´fisis espinosa. Destaca que esta masa esta´ hipervascularizada y que en D9 se observa adema´s un hemangioma vertebral. La presencia de defectos de replecio´n en las arterias pulmonares se relaciona con la existencia de una trombosis venosa profunda en la vena femoral comu´n izquierda, probablemente precipitada por la inmovilizacio´n secundaria a la paraparesia en los dı´as previos a la consulta. El no´dulo suprarrenal de poco ma´s de 1 cm es un hallazgo casual, ya que se encuentran en el 6% (entre el 1 y el 32%) de las necropsias y en el 4% de las TC abdominales, incidencia que aumenta con la edad, y la mayorı´a de ellos son adenomas no funcionantes1. De la misma manera podemos considerar la presencia de mu´ltiples hemangiomas hepa´ticos, ya que son los tumores ma´s frecuentes en el hı´gado, sobre todo en mujeres, con una prevalencia entre el 0,4 y el 7,4%2, ˜ o. aunque e´stos destacan por ser mu´ltiples y alguno de gran taman Finalmente, el derrame pleural derecho, aunque sin evidencia de caracterı´sticas celulares o bioquı´micas, podrı´a ser reactivo a la enfermedad tromboembo´lica o bien a irritacio´n pleural por la propia masa mediastı´nica. Por lo tanto, desde el punto de vista sindro´mico, discutiremos las posibilidades diagno´sticas a partir del estudio de un caso de compresio´n medular por una masa hipervascularizada con afectacio´n vertebral y de mediastino posterior. Hay un buen nu´mero de enfermedades capaces de producir clı´nica de compresio´n medular3, como fractura vertebral por osteoporosis, discopatı´a, absceso pio´geno, tuberculosis vertebral, hematoma epidural, entre otros. Aun ası´, en lo primero que debemos pensar en este caso es en la existencia de un proceso neoproliferativo, ya sea benigno o maligno, con crecimiento hacia el canal raquı´deo y con la consiguiente afectacio´n nerviosa, que da lugar a manifestaciones clı´nicas por debajo del nivel de la lesio´n. La naturaleza de esta tumoracio´n debera´ establecerse sobre la base de las estructuras que se encuentran en esta situacio´n anato´mica: nervios, tejidos blandos de soste´n, ganglios paravertebrales y hueso. Los sarcomas de tejidos blandos se originan en los mu´sculos, los tendones, la grasa, el tejido fibroso, el tejido sinovial, los vasos y los nervios. El 30% se localiza en el tronco, su incidencia anual es cercana a 2 casos por 100.000 habitantes y constituyen el 0,7% de los tumores malignos en la poblacio´n general, que alcanza el 8% en ˜ os4. Tumores como el neuroblastoma y el ganglioneuroma, los nin que invaden el espacio epidural a trave´s de los agujeros de conjuncio´n y dan lugar a clı´nica compresiva, son tı´picos de la infancia. La degeneracio´n de tumores que afectan a las vainas nerviosas, como el neurofibrosarcoma o el schwannoma maligno,

ARTICLE IN PRESS 354

E. Sanjurjo Golpe et al / Med Clin (Barc). 2009;132(9):351–358

es propia de los pacientes con neurofibromatosis. En cambio, los que derivan de las estructuras de soste´n de la columna vertebral, como el rabdomiosarcoma o el liposarcoma, o bien de los vasos como el angiosarcoma, son tumores muy poco frecuentes y, al ser de elevada malignidad, suelen dar lugar a sı´ntomas compresivos o dolorosos en pocas semanas. Por ello, es muy baja la probabilidad de que nos encontremos ante un tumor primario de estas caracterı´sticas y, dado que hay otros datos radiolo´gicos de intere´s, descartaremos de inicio este diagno´stico. En segundo lugar, debemos considerar los tumores espinales o del hueso vertebral, que se presentan habitualmente como lesiones ocupantes de espacio con manifestaciones clı´nicas secundarias al proceso expansivo y compresivo. La incidencia anual se estima en 0,5–2,5 casos por 100.000 habitantes3. Adema´s de las caracterı´sticas radiolo´gicas de la lesio´n y del contexto clı´nico en que e´sta aparece, se deben tener en cuenta la edad del paciente y su localizacio´n en el cuerpo vertebral. En este sentido, la mayorı´a de los carcinomas (y, por tanto, de las meta´stasis o´seas) ˜ os, el 70% de los tumores se diagnostican entre los 40 y los 60 an ˜ os sera´n primarios de columna que aparecen a partir de los 21 an malignos y la afectacio´n del cuerpo vertebral anterior y de los pedı´culos tambie´n orientara´ hacia un proceso maligno5. Las meta´stasis o´seas6 son los tumores vertebrales ma´s frecuentes y constituyen adema´s una de las primeras causas de compresio´n medular de origen no trauma´tico en los adultos. Este cuadro clı´nico aparece entre el 5 y el 10% de todos los pacientes con ca´ncer, y los ma´s frecuentes son los de pulmo´n, mama, ˜ o´n y hema´ticos, tanto linfoma como mieloma. La pro´stata, rin compresio´n se produce por invasio´n directa del tumor primario o, ma´s frecuentemente, por crecimiento de las meta´stasis. E´stas suelen producirse por diseminacio´n hema´tica, por lo que asientan en las zonas ma´s vascularizadas de la ve´rtebra. La columna tora´cica es la ma´s afectada (entre un 60 y un 80%), y existe ma´s de un nivel con meta´stasis en el 10–40% de los pacientes. El sı´ntoma ma´s frecuente es el dolor, seguido de claudicacio´n motora y posteriormente sensitiva, mientras que la disfuncio´n autono´mica con la pe´rdida del control de los esfı´nteres se establece en la u´ltima etapa del proceso de compresio´n medular. La rapidez de instauracio´n depende de la agresividad del tumor y de la localizacio´n de la meta´stasis, pero en general se establece en pocos dı´as o semanas, excepto en casos de neoplasia hema´tica, que puede preceder en meses al diagno´stico. La bu´squeda del tumor primario debe realizarse en los casos en que la compresio´n medular se establece como primera manifestacio´n clı´nica de la neoplasia, lo que ocurre en el 10% de los pacientes con ca´ncer. En ˜ a adema´s de un cuadro de afectacio´n del general se acompan estado general con anorexia y pe´rdida de peso. Las pruebas a realizar se basan en la sospecha clı´nica inicial, o bien en los hallazgos de la TC toracoabdominal cuando no hay clı´nica que oriente hacia la localizacio´n del tumor primario. Con esta primera evaluacio´n se logra evidenciar la neoplasia principal en la gran mayorı´a de los pacientes. La determinacio´n de los marcadores tumorales en ningu´n caso es diagno´stica ni excluyente, aunque si esta´n elevados reflejan en general una enfermedad diseminada con elevada carga tumoral. Finalmente, es necesaria la confirmacio´n anatomopatolo´gica en los casos en que no hay tumor primario detectable o accesible, mediante puncio´n aspirativa o biopsia de la lesio´n vertebral. En el caso que nos ocupa, la clı´nica es de lenta instauracio´n, sin dolor ni afectacio´n del estado general. Tampoco hay datos clı´nicos, de exploracio´n fı´sica o hallazgos en la TC toracoabdominal que muestren lesiones indicativas de un tumor primario, ya sea en o´rgano so´lido o bien en territorios ganglionares; adema´s, la RM de columna dorsolumbar no evidencia otras lesiones tumorales en otros cuerpos vertebrales. Se podrı´a pensar que los perı´odos de ˜ imiento con algu´n episodio de rectorragia aislada son estren

secundarios a una neoplasia colorrectal, en este caso asociada a meta´stasis o´sea verterbal con compresio´n medular, pero, teniendo en cuenta el resultado negativo del resto de las pruebas complementarias y el valor normal del antı´geno carcinoembrionario, esta opcio´n es muy poco probable. De la misma manera, la ausencia de elevacio´n de los reactantes de fase aguda, los valores normales de las enzimas lactatodeshidrogenasa y fosfatasa alcalina en sangre, y un proteinograma sin banda monoclonal hacen que la probabilidad de que se trate de un linfoma, un mieloma o un plasmocitoma solitario sea muy escasa. Los tumores o´seos primarios en la columna vertebral, a diferencia de las meta´stasis, son muy poco frecuentes. Entre los benignos cabe considerar el ostecondroma, el osteoblastoma, el osteoma osteoide, el quiste o´seo aneurisma´tico, el tumor de ce´lulas gigantes y el granuloma eosinofı´lico. Entre los malignos figuran el osteosarcoma, el sarcoma de Ewing, el cordoma y el condrosarcoma5. Todos ellos tienen alguna caracterı´stica radiolo´gica tı´pica que no cuadra con las descritas en el caso que nos ocupa, o bien su presentacio´n clı´nica o localizacio´n difiere de la de nuestra paciente, por lo que la probabilidad de su diagno´stico es muy baja. Una consideracio´n aparte merece el hemangioma vertebral, catalogado como un tumor vascular benigno, un tumor o´seo benigno o como una malformacio´n disembrioge´nica vascular poscapilar. Los hemangiomas o´seos primarios vertebrales representan el 0,7% de los tumores o´seos y el 10% de todos los tumores vertebrales. Se encuentran en un 11% de las autopsias, su incidencia aumenta de forma progresiva con la edad y son mu´ltiples en el 34% de los casos. Predominan en las mujeres y el 65% afecta a todo el cuerpo vertebral, pedı´culos y la´mina. La mayorı´a de las lesiones son silentes y se encuentran en exploraciones radiolo´gicas realizadas con otros fines. Menos del 1% producira´ manifestaciones clı´nicas por compresio´n de raı´ces nerviosas o bien del canal medular. En este sentido, la edad adulta joven, el embarazo7, la localizacio´n de la lesio´n en la columna vertebral dorsal y la aparicio´n de dolor son factores que predisponen al desarrollo de complicaciones. Se han publicado mu´ltiples casos y series que describen cuadros clı´nicos de hemangiomas sintoma´ticos. En ellos, el 50% de los pacientes presentaba dolor, el 70% tenı´a compromiso medular y el resto, compresio´n de las raı´ces nerviosas. El diagno´stico se realizo´ con una media de 10 meses de demora desde el inicio de los sı´ntomas, en el 75% de los casos el hemangioma se localizaba en la columna dorsal y el 60% presentaba adema´s expansio´n local extrao´sea8–14. Sobre la base de las observaciones clı´nicas y radiolo´gicas, Djindjian et al15 clasificaron los hemangiomas en 3 tipos: A, B y C. Los de tipo C son los hemangiomas que no producen sı´ntomas y que, por lo tanto, constituyen hallazgos casuales en exploraciones radiolo´gicas. Los hemangiomas de tipo B se asocian a dolor con signos radiculares, y los de tipo A, tambie´n conocidos como hemangiomas agresivos, son lesiones que presentan signos y sı´ntomas de compresio´n medular. En estos u´ltimos, las te´cnicas de imagen suelen revelar extensio´n extrao´sea de la lesio´n, asociada frecuentemente a una fractura patolo´gica del cuerpo vertebral por insuficiencia. La radiografı´a simple muestra focos lı´ticos con trabe´culas que recuerdan un panal de abejas con largas estrı´as verticales. En la RM la lesio´n se muestra hiperintensa tanto en las secuencias obtenidas en T1 como en T2, a diferencia de la mayorı´a de las lesiones tumorales metasta´sicas, sobre todo lı´ticas, que suelen ser hipointensas en T116. La angiografı´a es muy caracterı´stica, lo que permite diferenciar los hemangiomas de las malformaciones arteriovenosas y de la gran mayorı´a de los tumores malignos. En ella se aprecian una opacificacio´n densa del cuerpo vertebral que persiste en la fase venosa, ra´pida circulacio´n del contraste y en ocasiones fı´stulas arteriovenosas. Se realiza para determinar cua´l es la arteria que nutre el

ARTICLE IN PRESS E. Sanjurjo Golpe et al / Med Clin (Barc). 2009;132(9):351–358

hemangioma y la extensio´n de la lesio´n, y sobre todo para evitar la manipulacio´n de vasos que puedan nutrir la me´dula espinal, como puede ser la arteria de Adamkiewicz. El tratamiento se basa en la embolizacio´n preoperatoria para disminuir las complicaciones quiru´rgicas, seguida de descompresio´n medular y, si es posible, de la reseccio´n de la lesio´n con reconstruccio´n y estabilizacio´n de la estructura vertebral. Tambie´n es posible el tratamiento mediante alcoholizacio´n y vertebroplastia percuta´nea. En muchas ocasiones se complementa con radioterapia sobre la lesio´n para intentar evitar al ma´ximo la recidiva, a pesar de tratarse de una entidad benigna17–20. Recordando los datos aportados en el caso, la paciente presenta una masa hipervascularizada que afecta al cuerpo vertebral de D9, con compresio´n medular asociada, sin datos que permitan sospechar la existencia de una enfermedad siste´mica de naturaleza infecciosa o neopla´sica. En cambio, la deteccio´n mediante la TC de un hemangioma en la ve´rtebra comprometida hace que el diagno´stico ma´s probable sea el de un hemangioma vertebral agresivo o de tipo A. Por lo tanto, la prueba diagno´stica que deberı´a realizarse serı´a una arteriografı´a selectiva y, en caso de confirmacio´n, en el mismo acto proceder a la embolizacio´n de la lesio´n para posteriormente intentar su reseccio´n a fin de liberar el cordo´n medular. Dr. Xavier Bosch. ¿Por que´ cree que el tumor infiltra en vez de comprimir? Dr. E. Sanjurjo. El hemangioma es un tumor que por regla general tiene la capacidad de infiltrar; por eso me inclino por esta hipo´tesis. Dr. C. Cardenal. A favor de la hipo´tesis del Dr. Sanjurjo estarı´a el hecho de que en las pruebas radiolo´gicas no habı´a pe´rdida de altura ni fracturas y, en cambio, se observaba un contı´nuum tumoral que se extendı´a a partes blandas. Dr. Alfons Lo´pez-Soto. Creo que la discusio´n ha sido brillante. La u´nica lesio´n que podrı´a hacer lo mismo que la del caso discutido serı´a el plasmocitoma solitario. Dr. E. Sanjurjo. El hecho de que hubiese un hemangioma en D9 me hizo pensar que la masa tenı´a que estar en relacio´n con aque´l. Dr. Josep Maria Grau. ¿Co´mo se explican las rectorragias? Dr. E. Sanjurjo. Desde un punto de vista meramente hipote´tico, se podrı´a especular que la paciente podrı´a tener tambie´n angiomas en el colon.

Diagno´stico del Dr. E. Sanjurjo Hemangioma vertebral agresivo (tipo A).

Diagno´stico Clı´nico Hemangioma vertebral agresivo.

Discusio´n Radiolo´gica Dr. Jordi Blasco. Estamos, pues, ante una paciente de edad avanzada, que presenta una lesio´n vertebral u´nica, asociada a un extenso componente de partes blandas, que muestra una marcada hipercaptacio´n de contraste. Estos factores, junto con el tipo de captacio´n de contraste que presenta el componente de partes blandas, son los que nos van a permitir orientar de forma clara el diagno´stico radiolo´gico de la lesio´n. En primer lugar, la TC muestra en el cuerpo vertebral afectado una trabe´cula o´sea con estriaciones y morfologı´a interna tı´picas de hemangioma. Este aspecto esta´ relacionado con la sustitucio´n de parte del componente o´seo por estructuras vasculares y con la

355

Figura 4. Seccio´n axial de tomografı´a computarizada, centrada en la lesio´n vertebral, donde se aprecia la hipervascularizacio´n de la masa de partes blandas (asterisco), ası´ como el aspecto tı´pico de la trabe´cula o´sea (flecha) en los hemangiomas.

hipertrofia, al mismo tiempo, de las trabe´culas restantes (fig. 4)21. Dependiendo del componente graso del hemangioma, podemos encontrar valores de atenuacio´n dentro de dicho cuerpo vertebral ma´s o menos cercanos a los del tejido graso. Se ha descrito que los hemangiomas de comportamiento agresivo son los que presentan menor componente graso22. En este caso, la lesio´n vertebral muestra un importante componente de partes blandas que se extiende hacia el espacio epidural anterior y el a´rea paravertebral de ese mismo lado. Es ba´sico destacar el comportamiento de esta masa de partes blandas en lo que respecta a su captacio´n de contraste, tanto en la exploracio´n de la TC como en la de RM. Se trata de una captacio´n de contraste que es muy marcada en la RM y que en la TC se realza progresivamente: comienza de forma heteroge´nea y acaba por captar todo el contraste de manera absolutamente homoge´nea. Dicho comportamiento es el mismo que se aprecia en el hemangioma hepa´tico que tambie´n presenta la paciente. Tal como se ha comentado, las diferentes proporciones de tejido graso que pueden presentar habitualmente los hemangio˜ al por RM. Esto es, por mas determinara´n las caracterı´sticas de sen lo comu´n se trata de lesiones hiperintensas tanto en las secuencias potenciadas en T1 como en T2. Tambie´n es caracterı´stico el hecho de que en las secuencias con supresio´n grasa lo´gicamente los hemangiomas sera´n hipointensos, en especial aquellos con mayor componente graso. Estas caracterı´sticas de imagen pueden variar sobremanera en los hemangiomas agresivos, ya que su componente graso es menor y pueden comportarse como lesiones de intensidad intermedia en T1 e hiperintensas en T2. En la paciente, el estudio angiogra´fico puso de manifiesto los aportes vasculares existentes, y se aprecio´ una lesio´n claramente hipervascular (fig. 5). Sin embargo, no hay que olvidar que se trata de una exploracio´n inespecı´fica desde el punto de vista de la imagen y que su objetivo es ba´sicamente terape´utico, con la idea de disminuir al ma´ximo la hipervascularizacio´n de forma prequiru´rgica y reducir la hemorragia perioperatoria.

ARTICLE IN PRESS 356

E. Sanjurjo Golpe et al / Med Clin (Barc). 2009;132(9):351–358

Discusio´n Anatomopatolo´gica

Figura 5. Estudio angiogra´fico con cateterismo selectivo de la arteria segmentaria intercostal izquierda, donde se origina la arteria espinal anterior (asterisco), que pone de manifiesto la notable vascularizacio´n de la lesio´n vertebral.

Mientras que los hemangiomas vertebrales asintoma´ticos son frecuentes, con una incidencia estimada en torno al 10–12%9, los hemangiomas agresivos con compresio´n medular y sı´ntomas neurolo´gicos son extremadamente raros y, cuando aparecen, por lo comu´n son u´nicos y situados en la columna tora´cica. En el caso de aparecer mielopatı´a compresiva, la RM es la exploracio´n indicada con el fin de valorar el grado de afectacio´n de la me´dula. La arteriografı´a con fines terape´uticos tiene como objetivo embolizar las aferencias arteriales para minimizar la hemorragia perioperatoria, que habitualmente es uno de los problemas importantes que se plantea en la cirugı´a de este tipo de lesiones. La indicacio´n de tratamiento quiru´rgico viene determinada por la existencia de de´ficit neurolo´gico progresivo y su objetivo es descomprimir la me´dula. La radioterapia parece tener un papel ma´s claro con cara´cter postoperatorio tras la escisio´n subtotal del tumor y logra evitar en un porcentaje alto de pacientes las recurrencias tumorales17. La paciente presenta, por lo tanto, una causa infrecuente de compresio´n medular en la regio´n tora´cica, que sin embargo deberı´a incluirse siempre en el diagno´stico diferencial, especialmente en los casos con afectacio´n tora´cica y en aquellos en que el aspecto de la trabe´cula o´sea es indicativo de hemangioma. El comportamiento de la masa de partes blandas a la hora de captar el contraste en el estudio mediante TC tambie´n puede ayudar a sospechar el diagno´stico de hemangioma vertebral agresivo. La cirugı´a descompresiva con escisio´n parcial o total de la tumoracio´n estara´ indicada en los casos con afectacio´n neurolo´gica progresiva. La embolizacio´n prequiru´rgica puede ser de gran ayuda a la hora de disminuir el riesgo de hemorragia perioperatoria. Parece ser que el tratamiento complementario con radioterapia tras la escisio´n subtotal del tumor puede disminuir la posibilidad de recurrencia tumoral. El diagno´stico definitivo so´lo puede establecerse con el ana´lisis anatomopatolo´gico de la muestra obtenida mediante biopsia o a trave´s de la pieza quiru´rgica.

Dra. Carme Mallofre´. La prueba diagno´stica que se practico´ fue una biopsia de la lesio´n tras el intento fallido de reseccio´n de toda la lesio´n paravertebral. La muestra histolo´gica estaba constituida por fragmentos o´seos irregulares que se procesaron, como es habitual, mediante inclusio´n en parafina tras un perı´odo de 24 h ˜ idas inicialmente de descalcificacio´n y realizacio´n de secciones ten con hematoxilina-eosina. El examen microsco´pico demostro´ que se trataba de una muestra escasa y que para realizar un correcto diagno´stico se requerı´a de correlacio´n clinicorradiolo´gica. En este caso la clave diagno´stica no estaba en la biopsia, sino en las ima´genes angiogra´ficas. Desde el punto de vista anatomopatolo´gico u´nicamente se podı´a corroborar el diagno´stico. La muestra estaba formada por trabe´culas o´seas de tipo laminar, aunque algo delgadas, que demostraban una cierta osteopenia probablemente debida a osteoporosis (fig. 6). Se identifico´ tambie´n me´dula o´sea roja normal y tejido adiposo. Dados los datos angiogra´ficos, estudiamos de forma exhaustiva la vascularizacio´n. En general los vasos, tanto de tipo arterial como venoso, no presentaban alteraciones morfolo´gicas. No pudo identificarse con claridad una proliferacio´n vascular ano´mala. Sin embargo, se observaron algunas estructuras vasculares que llamaban la atencio´n por ser ˜ o al compararlas con otros vasos al mismo de mayor taman aumento microsco´pico, con las luces dilatadas y de morfologı´a algo irregular (fig. 7). Dichas estructuras eran muy escasas y se visualizaron u´nicamente 3 vasos con dichas caracterı´sticas. Se trataba de formaciones venosas, lo que se confirmo´ por la ausencia de ela´sticas mediante tincio´n especı´fica para las mismas. Mediante estudio inmunohistoquı´mico de actina se confirmo´ la naturaleza leiomiomatosa de la pared. Los hemangiomas son proliferaciones de los vasos sanguı´neos revestidos por endotelio. Existen mu´ltiples formas segu´n sean de origen arterial, venoso o linfa´tico: hemangioma capilar, hemangioma cavernoso, fı´stula arteriovenosa, etc. Pueden ser lesiones aisladas, que suelen identificarse de forma casual mediante exploracio´n radiolo´gica debido a otras causas23. A veces los angiomas son mu´ltiples y pueden afectar al hueso y las partes blandas de toda una regio´n o extremidad24–26. Los hemangiomas o´seos son relativamente frecuentes. En estudios auto´psicos se ha identificado afectacio´n vertebral en hasta un 10% de la poblacio´n adulta26. Afectan a cualquier edad, aunque clı´nicamente suelen manifestarse durante la quinta de´cada de la vida27.

˜ o con Figura 6. Imagen de las trabe´culas o´seas. Irregularidad en el taman trabe´culas claramente adelgazadas. Imagen propia de osteoporosis. (Hematoxilina-eosina, ]*200.)

ARTICLE IN PRESS E. Sanjurjo Golpe et al / Med Clin (Barc). 2009;132(9):351–358

357

patrones de tumor vascular: hemangioma capilar, cavernoso y venoso. Segu´n la clasificacio´n de la Organizacio´n Mundial de la ˜ alan Karlin y Brower25, se pueden Salud29, y como tambie´n sen distinguir 3 tipos de angiomatosis con afectacio´n o´sea: a) la forma regional, no agresiva, o verdadero hemangioma mu´ltiple; b) el tipo diseminado, en forma de angiomatosis quı´stica que se presenta como mu´ltiples a´reas quı´sticas intrao´seas con destruccio´n o´sea y que frecuentemente se asocia a afectacio´n visceral, y c) una variedad agresiva en forma de osteo´lisis masiva, o sı´ndrome de Gorham-Stout30. La verdadera hemangiomatosis mu´ltiple aparece como varios hemangiomas que tienen el aspecto de ser lesiones solitarias. El diagno´stico de hemangioma intrao´seo se basa por lo comu´n en evidencias clı´nicas y radiolo´gicas de una lesio´n que histolo´gicamente tiene caracterı´sticas de hemangioma. El caso que nos ocupa es un claro ejemplo de ello. La presencia de estructuras vasculares algo ano´malas, aunque escasas, sin reaccio´n de tipo inflamatorio, y especialmente la correlacio´n con las ima´genes radiolo´gicas nos permitieron emitir el diagno´stico de alteraciones indicativas de hemangioma. Dr. Francesc Cardellach. La paciente tuvo un curso postoperatorio to´rpido, presento´ hemorragia repetida de la masa y requirio´ soporte transfusional. Posteriormente presento´ una neumonı´a nosocomial con insuficiencia respiratoria y, a pesar de tratamiento antibio´tico, vasopresor y ventilacio´n meca´nica, fallecio´ a los 20 dı´as de la intervencio´n quiru´rgica.

Diagno´stico Anatomopatolo´gico Hemangioma.

Bibliografı´a Figura 7. Imagen histolo´gica (A) correspondiente al espacio intertrabecular, con tejido adiposo y estructuras vasculares normales (CD31, ]*200). Imagen histolo´gica (B) de una de las estructuras venosas de mayor calibre e irregularidad de la luz vista al mismo aumento. (Hematoxilina-eosina, ]*200.)

Los cuerpos vertebrales son los huesos ma´s frecuentemente afectados, seguidos de los huesos craneofaciales. Cuando la afectacio´n es vertebral, suelen ser asintoma´ticos, aunque en algunas ocasiones pueden ocasionar compresio´n medular con dolor y sı´ntomas neurolo´gicos28. El aspecto macrosco´pico de los hemangiomas es de una masa bien delimitada, blanda, de coloracio´n rojo pardusco. Tambie´n pueden tener aspecto en panal de abejas con hueso esclerosado y cavidades vasculares dilatadas y congestivas. Histolo´gicamente existe una gran variedad de caracterı´sticas. Los hemangiomas capilares y de tipo cavernoso esta´n formados por proliferacio´n de vasos de paredes finas, de luces dilatadas y con acumulacio´n hema´tica. Esta´n revestidos internamente por ce´lulas endoteliales. Los hemangiomas cavernosos muestran una mayor dilatacio´n de la luz. En algunos casos los hemangiomas se asocian a abundante formacio´n o´sea reactiva. Las caracterı´sticas histolo´gicas de las angiomatosis son las mismas que las de las formas solitarias, y pueden ser de tipo arterial, venoso, linfa´tico o incluso presentar formas mixtas. El diagno´stico diferencial entre hemangiomas y reacciones vasculares reactivas puede ser difı´cil. En los procesos reactivos suelen identificarse proliferacio´n fibrobla´stica e infiltrado inflamatorio. La diferenciacio´n con procesos malignos, y en especial con el angiosarcoma de bajo grado, puede ser compleja y se basa u´nicamente en criterios citolo´gicos. Los hemangiomas mu´ltiples o angiomatosis pueden mostrar una combinacio´n de distintos

1. Young W. The incidentally discovered adrenal mass. N Engl J Med. 2007;356: 601–10. ˜ os con lesiones hepa´ticas mu´ltiples. 2. Sala M, Page`s M, Sole´ M. Varo´n de 73 an Med Clin (Barc). 2007;129:551–6. ˜ os R, Gala´n J, Friera G. Enfermedades que causan 3. Iriarte LM, Ferna´ndez-Bolan compresio´n medular. Medicine. 1998;7:4503–11. 4. Patel S, Benjamı´n R. Sarcomas de los tejidos blandos y del hueso. En: Kasper D, Braunwald E, Fauci A, Hauser S, Longo D, Jameson J, editores. Harrison, principios de medicina interna. Me´xico DF: McGraw-Hill; 2006. p. 627. 5. Anderson M, McLain R. Tumors of the spine. En: Herkowitz H, Garfin S, Eismon F, Bell G, Balderston R, editors. Rothman-Simeone, the spine. Philadelphia: Saunders Elsevier; 2006. 6. Romero P, Monterola A, Martı´nez E, Villafranca E, Domı´nguez MA, Arias F. Compresio´n medular. An Sist Navar. 2004;27:155–62. 7. Yuksel M, Yuksel KZ, Turcel D, Zencirci B, Bakaris S. Symptomatic vertebral hemangioma related to pregnancy. Emerg Radiol. 2007;13:259–63. 8. Jaramillo E. Compresio´n medular causada por hemangioma vertebral. Presentacio´n de un caso y ana´lisis de la literatura me´dica. Rev Col de Or Tra. 2005;19:86–9. 9. Lee S, Hadlow AT. Extraosseous extension of vertebral hemangioma, a rare cause of spinal cord compression. Spine. 1999;24:2111–4. 10. Templin CR, Stambough JB, Stambough JL. Acute spinal cord compression caused by vertebral hemangioma. Spine J. 2004;4:595–600. 11. Rudnick J, Stern M. Sypmtomatic thoracic vertebral hemangioma: a case report and literature review. Arch Phys Med Rehabil. 2004;85:1544–7. 12. Nguyen JP, Djindjian, Badiane S. Verterbal hemangioma with neurologic signs. Clinical presentation, results of a survey by the French Society of Neurosurgery. Neurochirugie. 1989;35:305–8. 13. Nassar SI, Hanbali FS, Haddad MC, Fahl MH. Thoracic vertebral hemangioma with extradural extension and spinal cord compression. Case report. Clin Imaging. 1998;22:65–8. 14. Karaeminogullari O, Tunaccy C, Demirors H, Akin K, Sabin O, Ozyurek A. Multilevel vertebral hemangiomas: two episodes of spinal cord compression at separate levels 10 years apart. Eur Spine J. 2005;14:706–10. 15. Djindjian R, Merland JJ, Djindjian M. Vertebral hemangiomas and metameric angiomatosis (Cobb’s syndrome). En: Nadjmi M, Piegras U, Vogelsang H, editors. Angiography of spinal column and spinal cord tumors. Stuttgart: Georg Thieme; 1981. 16. Bilsky MH, Lis E, Raizer J, Lee H, Boland P. The diagnosis and treatment of metastatic spinal tumor. Oncologist. 1999;4:459–65.

ARTICLE IN PRESS 358

E. Sanjurjo Golpe et al / Med Clin (Barc). 2009;132(9):351–358

17. Fox MW, Onofrio BM. The natural history and management of symptomatic and asympltomatic vertebral hemangiomas. J Neurosurg. 1993;78:36–45. 18. Wakhloo A, Akkawi N, Shaibani A. Vascular anatomy of the spine, imaging and endovascular treatment of spinal vascular diseases. En: Herkowitz H, Garfin S, Eismon F, Bell G, Balderston R, editors. Rothman-Simeone, the spine. Philadelphia: Saunders Elsevier; 2006. 19. Acosta FL, Dowd CF, Chin C, Tihan T, Ames CP, Weinstein PR. Current treatment strategies and outcomes in the management of symptomatic vertebral hemangiomas. Neurosurgery. 2006;58:287–95. 20. Heyd K, Strassmann G, Filipowicz I, Borowsky K, Martin T, Zamboglou N. Radiotherapy in vertebral hemangioma. Rontgenpraxis. 2001;53:208–20. 21. Erlemann R. Imaging and differential diagnosis of primary bone tumors and tumor-like lesions of the spine. Eur J Radiol. 2006;58:48–67. 22. Laredo JD, Assouline E, Gelbert F, Wybier M, Merland JJ, Tubiana JM. Vertebral hemangiomas: fat content as a sign of aggressiveness. Radiology. 1990;177:467–72. 23. Dorfmann HD, Czerniak. B. Vascular tumors. En: Dorfman HD, Gzerniak B, editors. Bone tumors. St. Louis: Mosby; 1998. p. 729–814.

24. Dorfman HD, Steiner GC, Jaffee HL. Vascular tumors of bone. Hum Pathol. 1971;2:349–76. 25. Karlin CA, Brower AC. Multiple primary hemangiomas of bone. AJR Am J Roentgenol. 1977;129:162–4. 26. Kenan S, Abdelwahab IF, Klein MJ, Lewis MM. Hemangiomas of the long tubular bone. Clin Orthop. 1992;280:256–60. 27. Adler CP. Hemangioma of the bone. En: Adler CP, editor. Bone disease. Berlin: Springer; 2000. p. 370–5. 28. Schajowitz F. Tumors and tumor-like lesions of bone. Berlin-Heidelberg-New York: Springer; 1994. p. 322–5. 29. Adler CP, Wold L. Hemangioma and related lesions. En: World Health Organization, editor. Classification of tumours. Pathology and genetics of tumours of soft tissue and bone. Lyon: IARC Press; 2002. p. 320–1. 30. Unni K, Inwards CY, Bridge JA, Kindblom LG, Wold LE. Vascular tumors. En: Unni KK, editor. Tumors of bones and joints (AFIP atlas of tumor pathology series IV). Philadelphia: Lippincott; 2005. p. 261–79.