58 Terapias complementarias
TERAPIAS
14/4/04
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COMPLEMENTARIAS
Poner la visualización a trabajar para su paciente DESARROLLADA CON PROPÓSITOS terapéuticos en la Edad Media, la visualización se utiliza, hoy en día, en diversos entornos sanitarios para mitigar el dolor y mejorar la función inmunitaria. También se emplea como un tratamiento coadyuvante para varias enfermedades, entre las que figura la diabetes mellitus. Muchos de los pacientes que tienen cáncer utilizan la visualización para ayudar a movilizar sus sistemas inmunitarios, aliviar las náuseas y los vómitos asociados a la quimioterapia, mitigar el dolor y el estrés y estimular el aumento de peso. También se emplea en muchos programas de rehabilitación cardíaca y en unidades especializadas en el control del dolor crónico. Según los defensores de la visualización, las personas que tienen una fantasía desbordante –las que pueden, literalmente, “preocuparse hasta morir”– son unas candidatas excelentes para utilizar la visualización para mejorar su salud. Como otras técnicas de relajación, se ha demostrado que la visualización tiene efectos fisiológicos: esta técnica puede reducir la presión arterial, disminuir la frecuencia cardíaca y afectar a la actividad de las ondas cerebrales, el aporte de oxígeno a los tejidos, la constricción vascular, la temperatura de la piel, los reflejos pupilares y cocleares, las reacciones cutáneas, la salivación y la actividad gastrointestinal. Sus defensores creen que las técnicas de visualización aumentan la eficacia de los tratamientos médicos convencionales, permiten que éstos funcionen en menos tiempo y reducen al mínimo las reacciones adversas. La utilización de las palmas de las manos y las imágenes guiadas son las dos técnicas de visualización más extendidas. En la primera, el paciente coloca las palmas de sus manos sobre sus ojos cerrados y trata de ocupar todo su campo de visión con el color negro solamente. Después intenta imaginarse que el negro cambia a un color que él asocia al estrés, como el rojo; después, mentalmente, sustituye ese color por otro que encuentra relajante, como el azul pálido. 58 Nursing 2004, Volumen 22, Número 4
En las imágenes guiadas, el paciente visualiza un objetivo que él quiere conseguir, después se imagina a sí mismo tomando medidas para lograrlo. Seguir el camino de la visualización
El paciente puede practicar la visualización solo o en un grupo conducido por un profesional capacitado. Las sesiones con un terapeuta duran, por regla general, de 20 a 30 min, e incluyen diversas técnicas y trayectorias de imágenes. La muestra de trayectoria que se describe posteriormente, y que se centra en la relajación, es una que usted podría dirigir en casi cualquier institución sanitaria; para las sesiones que se centran en modificar los procesos de enfermedades específicas, consulte con un profesional entrenado en técnicas de visualización. Como muchas enfermeras, usted puede no disponer del tiempo suficiente para hacer esto, pero si alguna vez desea ayudar a un paciente inténtelo, siga estas directrices: localice un lugar tranquilo y privado para conducir este ejercicio. Ayude al paciente a colocarse en una posición cómoda y explíquele el ejercicio. Garantícele que no tendrá que participar si decide no continuar la sesión y responda a todas las preguntas que pueda hacerle. Cuando se sienta cómodo, dígale que cierre los ojos. Si es posible, atenúe las luces. Utilice un tono de voz bajo, relajante y uniforme durante todo el ejercicio. Dígale al paciente que haga unas cuantas respiraciones profundas y que imagine que con cada respiración está recibiendo calma y paz y liberando el estrés, las molestias y las preocupaciones. Dígale que deje que su respiración encuentre su propia frecuencia y ritmo naturales, que continúe respirando tranquila y sosegadamente y que exhale la tensión y las preocupaciones. Ayúdele a que relaje su cuerpo. Enséñele a imaginar que está inspirando la calma dentro de sus pies y sus piernas mientras inhala y libera la tensión al exhalar. Continúe esta secuencia, avanzando desde sus pies hasta su
cabeza, haciendo que inspire la calma dentro de cada parte de su cuerpo, sucesivamente. Recuérdele que no haga ninguna actividad durante este proceso, sino que deje que su cuerpo se relaje de una forma natural. Cuando usted finalice esta parte del ejercicio, recuérdele que deje que todo su cuerpo se sumerja en un estado relajado y pacífico. A continuación, dígale que se imagine a sí mismo en un lugar hermoso y tranquilo. Sugiérale que elija un sitio que haya visitado o imaginado o un lugar especial donde a él le gustaría estar. Déjele pasar en este lugar tanto tiempo como él desee; dígale que cuando esté preparado, debe dejar que las imágenes se desvanezcan y que regrese, lentamente, al mundo exterior. Permanezca callada hasta que abra sus ojos. Si el paciente lo desea, analice la experiencia con él, concentrándose en los sentimientos positivos de relajación y paz. Documente la extensión de la sesión, la trayectoria de imágenes utilizada y la respuesta del paciente. Pocas complicaciones
Una de las ventajas de las técnicas de visualización es la ausencia relativa de complicaciones. No obstante, de vez en cuando, los pacientes recuerdan un momento o un suceso desagradable, durante una sesión de imágenes. Si esto sucede, interrumpa la sesión, estimule a su paciente a que le cuente lo que estaba viendo y sintiendo y ofrézcale apoyo emocional. Consideraciones de enfermería
• Las técnicas de visualización están contraindicadas para los pacientes psicóticos. • Los pacientes que tienen problemas respiratorios pueden tener dificultades para controlar sus respiraciones. N Fuente: Nurse’s Handbook of Alternative & Complementary Therapies (Manual para enfermeras de terapias alternativas y complementarias), segunda edición, Lippincott Williams & Wilkins, 2003. Para nuestros lectores: NURSING 2004 ofrece información sobre diversos temas alternativos y complementarios para que ustedes los analicen. No se intenta ni implica la aprobación.