O PINIÓN DE
A RTÍCULO
Profesión de enfermería: ¿Qué logros se han conseguido y qué TAL COMO VENIMOS comentando desde hace un tiempo, y específicamente en el editorial de este mes, este año celebramos el 20 aniversario de la versión española de la revista NURSING. Y una de las formas que lo queremos celebrar es conociendo qué opinión tenemos las/los enfermeras/os españolas/es de nuestra propia profesión.
Para ello, a lo largo de este año saldrán una serie de artículos en que diferentes enfermeras/os de distintos ámbitos de la profesión nos van a responder a algunas preguntas. Al finalizar el año haremos un resumen de todas las respuestas obtenidas y así conoceremos qué logros hemos alcanzado estos últimos años los profesionales de
¿Cuáles son los logros que crees hemos conseguido las enfermeras españolas estos últimos 20 años?
Júlia Esteve Reig Directora. Escuela Universitaria de Enfermería de l’Hospital Santa Creu i Sant Pau. Barcelona.
Rosa González GutiérrezSolanas Formación continuada y calidad. Complejo Hospitalario Juan Canalejo. La Coruña.
Mercedes Ferro Montiu Directora de Enfermería. Hospital de Navarra. Pamplona.
La enfermería no ha evolucionado al margen de los cambios que se han producido en la sociedad. En este sentido, más que de logros puntuales tenemos que hablar de crecimiento generalizado. Crecimiento de la demanda de acceso a la formación, crecimiento de la oferta formativa, crecimiento de la producción científica, crecimiento del asociacionismo profesional. En definitiva, crecimiento en todos los ámbitos de la actividad profesional. Pero, sin duda, a partir de la incorporación a la universidad, cabe destacar: la nueva orientación de la formación; asumir la responsabilidad de formar a los propios profesionales; aceptar la necesidad de delimitar, tanto la razón de ser de la enfermería como su ámbito de actuación profesional, y la incorporación de un método de intervención enfermero que ha ayudado a transformar dicha intervención en un acto consciente, reflexivo y tangible. Todo ello son logros que han contribuido al desarrollo de la disciplina y de la profesión. La unificación de los estudios en todas las escuelas de enfermería con un nivel universitario de primer ciclo. De forma progresiva la enseñanza de enfermería, está pasando a ser impartida mayoritariamente por enfermeras. La utilización del proceso de atención de enfermería y el camino hacia la unificación de un lenguaje propio de la profesión. Esto nos ha permitido intercambiar experiencias, aportaciones teóricas y hacer proyectos conjuntos de investigación. La existencia de direcciones de enfermería con formación en gestión, que ha supuesto una implicación en el planteamiento de objetivos, la medición de actividades, la gestión de los recursos y la evaluación de los resultados. La enfermería ha avanzado considerablemente con la creación y desarrollo del nuevo modelo de atención primaria de salud, aunque no es uniforme en las distintas comunidades autónomas. La creación y el mantenimiento de importantes revistas de enfermería ha contribuido al enriquecimiento profesional de muy diversas formas, entre las cuales destaca el estímulo para publicar experiencias y resultados. En el ámbito académico se ha consolidado la presencia de la disciplina enfermera en la universidad. En el ámbito laboral, creo que hemos alcanzado un pensamiento crítico que nos permite aplicar una metodología científica en la práctica enfermera, y ello ha dado como resultado un importante incremento en la calidad de los cuidados. También veo cómo poco a poco nuestra experiencia u opinión profesional está aportando un valor añadido a las organizaciones sanitarias. En el ámbito social nos hemos cohesionado sustancialmente en torno a un saber disciplinario que está conformando nuestra actual conciencia enfermera y, de forma paralela, estamos asumiendo la corresponsabilidad de pertenecer a equipos multidisciplinarios con voz y responsabilidad propia. En estos últimos años, las enfermeras estamos asumiendo, responsable y laboriosamente, nuestra función social como profesión, es decir, los cuidados enfermeros. En torno a ellos se encuentra, en mi opinión, nuestra responsabilidad profesional y nuestra aportación a la sociedad.
50 Nursing 2003, Volumen 21, Número 1
ae edición española
retos nos depara el futuro? (I) enfermería respecto a la asistencia, la docencia, la gestión y la investigación y qué retos nos quedan por conseguir. Iniciaremos esta serie de artículos de opinión publicando este mes las respuestas de enfermeras que cuentan con una amplia trayectoria profesional, pero que su ámbito de actuación en la actualidad no está
directamente relacionado con la asistencia, aunque la mayoría de ellas tienen una gran influencia sobre la práctica profesional. Se les ha pedido que respondan de acuerdo con su visión de la profesión, específicamente desde la perspectiva de su ámbito de actuación.
¿Cuáles son los retos que nos quedan por afrontar en estos años venideros? Los retos del futuro ya forman parte del presente. Debemos participar en definir cómo queremos que sea nuestra profesión y situar cualquier planteamiento en un contexto de cambio social, donde la capacidad de adaptación a la diversidad y a la incertidumbre, así como la formación adecuada y la adecuación organizativa, son elementos imprescindibles para poder dar respuesta a las necesidades y demandes sociales. Debemos afrontar la integración en el contexto europeo de la educación superior, el desarrollo progresivo de las competencias profesionales, de la investigación, de la capacidad de gestión y la adopción de un lenguaje común. Es esencial profundizar en la relación teoría, práctica e investigación. En definitiva, es un reto el compromiso con la calidad de nuestro servicio a la sociedad. Respecto al acceso a la licenciatura y doctorado, no sé si es reto u oportunidad, pero estoy plenamente convencida que la licenciatura en enfermería es una necesidad para el desarrollo de nuestra disciplina y una responsabilidad para la mejora de la calidad de nuestro servicio a la sociedad.
La generalización en la práctica del proceso de atención de enfermería como metodología de trabajo con los distintos modelos de enfermería. Esto supondrá la superación definitiva de la enfermería subalterna, entendida como simple ejecutora de actividades prescritas por los médicos. La necesidad de un mayor desarrollo y unificación del lenguaje internacional de enfermería. La aportación de NANDA-NIC-NOC será definitiva y la Unión Europea ya está en condiciones de contribuir de forma importante al desarrollo y la convergencia en un lenguaje común. Estos desarrollos sólo serán posibles con la ayuda de programas informáticos que trabajen con proceso de atención de enfermería (Gacela, e-Osabide, Flor, y otros) y que nos permitan codificar lo que hacemos, unificar progresivamente el lenguaje y comparar las prácticas. La necesidad de fortalecer asociaciones de enfermería cuyo objeto sea estrictamente el desarrollo e intercambio profesional. La enfermería todavía es una profesión débil, entendida como falta de autoestima, de regulación desde ella misma, falta de reconocimiento de las instituciones y de los otros profesionales. En definitiva, falta de poder profesional. La enfermería debe contribuir de forma decisiva, con iniciativas propias, a la relación entre los distintos niveles asistenciales, lo que ahora sólo de forma anecdótica se produce en algunos lugares. La enfermería debe ejercer un papel preponderante en la atención sociosanitaria, cuyas necesidades son básicamente de cuidados, y también en las distintas formas de atención domiciliaria. Que nuestra disciplina universitaria alcance un nivel de licenciatura y podamos conseguir un doctorado en enfermería. Que continuemos desarrollando un pensamiento crítico que nos permita el continuo avance en la mejora de la práctica enfermera y se convierta en nuestro aval profesional. Que nuestra conciencia y experiencia enfermera adquieran mayor voz y opinión en las decisiones u organizaciones sanitarias. Que sepamos demostrar a nuestros ciudadanos el valor añadido que les aportan nuestros cuidados enfermeros y la repercusión de éstos en su calidad de vida o de muerte. Que nuestro reconocimiento profesional y social mejore, aumentando así el legítimo orgullo de nuestra disciplina.
Nursing 2003, Enero 51
Profesión de enfermería: ¿Qué logros se han conseguido y qué retos nos depara el futuro? (I) ¿Cuáles son los logros que crees hemos conseguido las enfermeras españolas estos últimos 20 años?
Maite Moreno Unidad de Coordinación y Desarrollo de la Investigación en enfermería. Instituto de Investigación Carlos III. Madrid.
Ángel Vidal Milla Director de Programas y de Calidad Asistencial. Institut Català d’Oncologia. Hospital Duran i Reynals. L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
Rosa M. Blasco Santamaria Profesora Titular Administración de los Servicios de Enfermería. Escuela de Enfermería Universidad de Barcelona.
Pilar Brea Hospital Clínico San Carlos. Subdirectora de enfermería. Madrid.
En materia de investigación en enfermería el año 1987 se convierte en un año clave, ya que es cuando el Fondo de Investigación Sanitaria como Agencia Financiadora de Investigación en Salud abrió el camino de la investigación a los profesionales de enfermería, al no poner mas límite formal al acceso a sus ayudas. Asimismo, introdujo profesionales de enfermería en las Comisiones Técnicas de Evaluación y financió un grupo de Trabajo sobre la Investigación en Enfermería. Posteriormente, esta estrategia de potenciación de la investigación en enfermería se vio reforzada por la creación de una Unidad de Coordinación y Desarrollo de la Investigación en Enfermería (Investén-isciii), que depende formalmente del Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Sanidad y Consumo. Desde 1987 hasta la actualidad, si bien el porcentaje de proyectos presentados para su evaluación y financiación ha ido aumentando paulatinamente año tras año, su presencia corresponde sólo al 3,4% del total de proyectos presentados al FIS. El principal logro es hacernos imprescindibles dentro de cualquier dispositivo sanitario para poder hacer realidad la atención al paciente, la capacidad de realizar cambios organizativos tendentes a mejorar el servicio, tanto en el ámbito de atención primaria como hospitalaria. Estar en la vanguardia de las nuevas ofertas, como la atención domiciliaria o los cuidados paliativos. La normalización de la posición en los organigramas en el ámbito hospitalario con relación a las estructuras directivas. La defensa del trabajo en equipo y la solidaridad frente al individualismo imperante en nuestra sociedad. La consolidación de los estudios universitarios y la irrenunciable licenciatura de enfermería. La puesta en marcha de la carrera profesional por niveles en algunas organizaciones y su extensión previsible en el resto. La identificación con el nombre de enfermería y la denominación de enfermero/a. En mi opinión, hemos recorrido un largo y productivo camino en todos los terrenos, pero específicamente en el de la docencia, que es el que más conozco. Creo que los avances han sido muy importantes, pues no sólo la enseñanza de enfermería forma parte de la universidad como una más de la oferta de primer ciclo, sino que las enfermeras han pasado a ocupar de forma habitual y compitiendo con otros profesionales por las plazas de profesor titular, y se han integrado plenamente en la dinámica universitaria ocupando, de manera habitual, todo tipo de cargos académicos. Todo lo cual se refleja en el nivel y la calidad de las publicaciones con las que contamos hoy en día, ya que cuando nació NURSING, una de las revistas pioneras en nuestro país, apenas teníamos libros escritos por enfermeras españolas ni otro tipo de publicaciones, un panorama que en la actualidad ha cambiado, mejorando la situación y demostrando la capacidad y producción de las enfermeras. Siempre he tenido la sensación de que llevábamos demasiado tiempo diciendo las mismas cosas, reivindicando los mismos posicionamientos para nuestra profesión. Sin embargo, creo que es hora de analizar con rigor y frialdad nuestros propios logros. En el ámbito de la gestión sanitaria, sin duda, hemos consolidado el papel de las enfermeras en los órganos de dirección. Nadie cuestiona ya nuestro papel en puestos de gestión como verdaderos técnicos expertos en este ámbito. Además, utilizando la versatilidad y la capacidad de innovación que caracterizan a nuestro colectivo profesional, hemos sido capaces de incorporarnos a los profundos cambios que se están produciendo en la gestión sanitaria: desde la asunción de nuevos modelos, los cambios conceptuales y organizativos, hasta el desarrollo e incorporación de nuevas herramientas de gestión. Sin embargo, estos cambios sufridos no nos han hecho olvidar nunca lo que somos por encima de todo: enfermeras. Nuestra aportación específica en el ámbito de la gestión sanitaria ha sido y será la gestión de los cuidados.
52 Nursing 2003, Volumen 21, Número 1
ae edición española
¿Cuáles son los retos que nos quedan por afrontar en estos años venideros? Al reto de aumentar el número de proyectos que se presenten para evaluación y financiación a las diferentes agencias de financiación estatales o autonómicas, se le une el reto de mejorar (yo diría que iniciar) nuestra presencia en las actividades de investigación de la Comisión Europea, concretamente las del VI Programa Marco (2003-2006); para ello, cada vez es más necesario establecer contacto con los investigadores que en Europa realizan proyectos en el ámbito de la enfermería. Por otro lado, yo apuntaría que la estrategia a seguir en los próximos años debe ir encaminada a conseguir atraer a jóvenes investigadores, a liberar tiempo para que las enfermeras/os asistenciales puedan investigar, a desarrollar la carrera profesional y a crear estructuras de investigación que permitan la coordinación entre las instituciones de investigación y las dedicadas a la asistencia sanitaria.
En primer lugar, más confianza en nosotros mismos. Sólo desde posiciones de optimismo es posible el futuro. Convertirnos en los responsables autónomos del cuidado en todas las facetas de atención al paciente y en toda la organización. Apostar por un modelo de enfermería y llevarlo a la práctica. Realizar investigación propia en línea a los grandes interrogantes a los que, como profesionales, debemos dar respuesta. Hacer visible a la sociedad los logros que hemos alcanzado en nuevos campos y alternativas. Acreditar nuestras actuaciones mediante un sistema de competencias profesionales. La mejora permanente debe incorporarse en el puesto de trabajo. Argumentar las necesidades de profesionales sobre la base de metodologías aceptadas en la gestión. Tener al paciente y familia como el centro de nuestras actuaciones profesionales y poder medir los resultados de las actividades sobre la base de indicadores estandarizados y comparables entre las diferentes organizaciones. Profundizar y construir desde nuestra cultura un conocimiento enfermero, para lo que es imprescindible el desarrollo de niveles superiores de formación en enfermería que capaciten para investigar en este campo específico del saber. Explicar y dar a conocer a la sociedad todo lo que las enfermeras estamos capacitadas para hacer por su salud, asumiendo el liderazgo de los cuidados en todos los terrenos. Formar enfermeras autónomas y responsables, y buscar estrategias para que estas actitudes se mantengan a lo largo de toda la vida profesional.
En los últimos años estamos asistiendo a importantes modificaciones de las pirámides poblacionales, el aumento de enfermedades crónicas, la discapacidad y la minusvalía, los cambios culturales en la sociedad y en la estructura familiar, etc. Esta nueva realidad está condicionando una nueva demanda de servicios caracterizada por la necesidad de recibir cuidados (frente a las intervenciones de tipo “curativo” hasta ahora planteadas). En este escenario, creo que tenemos ante nosotros una excelente oportunidad para dar respuesta a las necesidades de una sociedad que “avanza hacia el cuidado”, demostrar nuestra aportación específica a la sociedad y el sentido de la profesión enfermera. Desde la perspectiva de la gestión, estamos ante un tremendo reto: liderar la gestión de los servicios sociosanitarios, demostrar que es posible racionalizar los recursos, administrando unos cuidados de calidad y mejorando la eficiencia en la gestión sanitaria. ae
Nursing 2003, Enero 53