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espalda, el eccema numular, el eritema anular centrı´fugo, el lupus eritematoso subagudo, la micosis fungoide, la sarcoidosis, el granuloma anular, la lepra, la pitiriasis rosada y la pitiriasis versicolor8–12. Para el diagno´stico definitivo correcto se requiere la toma de muestras de las lesiones por raspado cuta´neo, con un mayor rendimiento diagno´stico si el material se obtiene del borde activo. La visualizacio´n directa mediante preparacio´n con hidro´xido pota´sico (KOH) permite mostrar las hifas segmentadas y las artrosporas caracterı´sticas de cualquier dermatofito. El cultivo es positivo entre las 2 y las 4 semanas, confirmando el diagno´stico1. En la mayorı´a de los casos de la tinea corporis el tratamiento antifu´ngico es to´pico mediante el empleo de derivados imidazo´licos o alilaminas. El tratamiento siste´mico esta´ indicado ante casos de dermatosis extensa, refractariedad o intolerancia a la terapia to´pica, infeccio´n cro´nica o inmunosupresio´n1,13. Es recomendable un perı´odo de aislamiento de contacto entre 10 y 15 dı´as desde el inicio del tratamiento. El contacto con el reservorio es relevante para la propagacio´n de la infeccio´n, de manera que es fundamental el estudio de contactos familiares o ı´ntimos del paciente para identificar la fuente de infeccio´n, ya que pueden existir portadores asintoma´ticos que requerira´n tratamiento to´pico para evitar nuevas reinfecciones14,15.
Conflicto de intereses
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Los autores declaran no tener ningu´n conflicto de intereses.
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Adria´n Imberno´n-Moyaa*, Micaela Churruca-Grijelmoa, Marcela Martı´nez-Pe´reza y Eva Pablo-Hernandob a
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Servicio de Dermatologı´a, Hospital Universitario Severo Ochoa, Legane´s, Madrid, Espan˜a b Servicio de Microbiologı´a, Hospital Universitario Severo Ochoa, Legane´s, Madrid, Espan˜a * Autor para correspondencia. Correo electro´nico:
[email protected] (A. Imberno´n-Moya). http://dx.doi.org/10.1016/j.piel.2014.07.004 0213-9251/ # 2014 Elsevier Espan˜a, S.L.U. Todos los derechos reservados.
Sifiloides de Jacquet: una entidad desestimada Jacquet erosive diaper dermatitis: An underestimated entity La sifiloides de Jacquet (SJ) es una dermatitis irritativa cro´nica severa de la regio´n del pan˜al, afecta principalmente a lactantes mayores de 6 meses. Se presenta con mu´ltiples lesiones papuloerosivas en la regio´n anogenital, y esta´ considerada junto con las pa´pulas seudoverrucosas
perianales (PPP) y el granuloma gluteale infantum/adultorum (GGIA) como distintos espectros de un mismo cuadro clı´nico. A continuacio´n presentamos el caso de un paciente adulto aquejado por este trastorno clı´nico que aunque es ma´s
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frecuente en pacientes pedia´tricos, tambie´n puede presentarse en adultos con incontinencia urinaria y/o fecal. Paciente varo´n de 87 an˜os de edad, con antecedentes de hipertensio´n, diabetes, hipotiroidismo, cirrosis hepa´tica y enfermedad cerebro vascular, con limitacio´n motora la cual obliga al uso de pan˜al de manera permanente. Acude a consulta dermatolo´gica por una dermatosis de un an˜o de evolucio´n localizada en la regio´n perianal constituida por mu´ltiples pa´pulas y no´dulos, algunos de ellos erosionados, que confluyen hasta formar una placa verrucosa eritematoviola´cea ligeramente exudativa, bordeada por intenso eritema (fig. 1). En el contexto de un paciente encamado con uso permanente de pan˜al nuestra primera impresio´n diagno´stica fue la SJ, por lo que decidimos iniciar con fluconazol y controlar en 15 dı´as para valorar la necesidad de una biopsia segu´n la respuesta al tratamiento instaurado, ya que no descartamos la posibilidad de un carcinoma escamoso, tuberculosis verrucosa y micosis profunda. El paciente acudio´ a control sin lesiones y asintoma´tico. La SJ es una forma rara, severa de dermatitis irritativa ulcerada de contacto que afecta a la piel del a´rea anogenital ocluida y expuesta a orina y/o heces durante un perı´odo prolongado de tiempo. Antes de ser descrita en 1905 por Jacquet, se creı´a que los infantes que la padecı´an tenı´an sı´filis conge´nita, lo cual dio origen a su nombre1. Hasta hace unos an˜os este trastorno se veı´a con cierta frecuencia en infantes mayores de 6 meses, sin embargo la prevalencia en este grupo etario ha disminuido considerablemente por el advenimiento del pan˜al desechable; por otro lado, au´n existen reportes de su ocurrencia en nin˜os y adultos, que segu´n algunos autores se ve relacionada exclusivamente con incontinencia urinaria y/o fecal cro´nica2–5. Mu´ltiples elementos contribuyen a la patoge´nesis de la SJ, entre ellos destacan la oclusio´n y roce persistente del pan˜al, que sumado al aumento de la temperatura y exceso de humedad, producen maceracio´n y fisuras del estrato co´rneo, hacie´ndolo ma´s permeable y susceptible a la colonizacio´n bacteriana; el cuadro se ve agravado por la presencia de irritantes potentes como la proteasa y la lipasa pancrea´tica de las heces, ası´ como por el amoniaco presente en la orina, que
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tambie´n es producido por las bacterias fecales al desdoblar la urea; esto incrementa el pH, aumentando la actividad enzima´tica de las heces1,4,6. El uso de talcos, corticoides to´picos halogenados y la infeccio´n por ca´ndida han sido tambie´n implicados como posibles factores etiolo´gicos7. Clı´nicamente la SJ se caracteriza por la presencia de lesiones papulares y nodulares, erosivo-ulceradas en sacabocados, asociados a cambios atro´ficos y discro´micos persistentes localizados en la regio´n genital y perianal7. En la histopatologı´a se puede observar acantosis, hiperqueratosis, espongiosis, ulceracio´n superficial e infiltrado inflamatorio mixto de la dermis constituido por neutro´filos, linfocitos y ce´lulas plasma´ticas, estos hallazgos son inespecı´ficos, por lo que el diagno´stico es fundamentalmente clı´nico7,8. Otros diagno´sticos que se deben considerar en el contexto de una erupcio´n papulonodular eruptiva en la regio´n perineal son: sı´filis secundaria, condiloma acuminata, herpes simple vegetativo, acrodermatitis enteropa´tica, enfermedad de Crohn cuta´nea, histiocitosis de ce´lulas de Langerhans, dermatitis candidia´sica del pan˜al, neoplasias y liquen plano3,4,9. Las PPP y el GGIA son otras formas de dermatitis irritativa que pueden ser difı´ciles de distinguir de una SJ porque la apariencia clı´nica se superpone. Clı´nicamente las primeras se presentan como placas eritematosas conformadas por mu´ltiples no´dulos y pequen˜as pa´pulas rojas, redondeadas, aplanadas, brillantes y suaves, que en la histopatologı´a carecen del infiltrado de´rmico inflamatorio que sı´ se observa en la SJ. Mientras que el GGIA se distingue de la SJ por su patro´n de distribucio´n que compromete las convexidades de los glu´teos, cara interna de muslos, a´rea pu´bica, escroto, con la presencia de placas y no´dulos alargados, firmes, eritematoviola´ceos que histopatolo´gicamente presentan un infiltrado de´rmico inflamatorio mixto y afecta principalmente a pacientes jo´venes6,7. En cuanto al tratamiento, el uso de agentes de barrera como el o´xido de cinc, petrolato y sucralfato son efectivos para proteger la piel de irritantes y maceracio´n. Cremas antifu´ngicas y antibio´ticos orales pueden ser beneficiosos si se sospecha o prueba una sobreinfeccio´n1,4,10. Las medidas generales constituyen el pilar fundamental del tratamiento, ya que si la piel se mantiene limpia y seca las recaı´das son inusuales. La SJ es particularmente importante debido al reto terape´utico que representa, pues la literatura es muy dispersa, y el uso de medicacio´n to´pica y siste´mica es inconsistente. Si la SJ, las PPP y el GGIA realmente representan un mismo espectro clı´nico, hay una alta probabilidad de que la SJ sea exacerbada por ca´ndida, pues ya se ha demostrado su rol en la exacerbacio´n del GGIA, esto explicarı´a la favorable respuesta que presento´ nuestro paciente al uso de fluconazol6,7.
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Figura 1 – Paciente con incontinencia fecal, se observan pa´pulas y no´dulos ulcerados que confluyen formando una placa perianal.
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Vı´ctor Pinos-Leo´na*, Consuelo Mosquera-Hidalgoab, Je´ssica Cabrera-Cabreraab y Gladys Castillo-Sotoab a Departamento de Dermatologı´a, Hospital San Francisco de Quito, Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, Quito, Ecuador b Facultad de Ciencias Me´dicas, Universidad Central del Ecuador, Quito, Ecuador
* Autor para correspondencia. Correo electro´nico:
[email protected] (V. Pinos-Leo´n). http://dx.doi.org/10.1016/j.piel.2014.07.006 0213-9251/ # 2014 Elsevier Espan˜a, S.L.U. Todos los derechos reservados.
Psoriasis moderado-grave y penfigoide ampolloso tratados satisfactoriamente con ustekinumab Moderate-severe psoriasis and bullous pemphigoid successfully treated with ustekinumab
Un varo´n de 60 an˜os, sin antecedentes personales ni familiares de intere´s, con psoriasis de 15 an˜os de evolucio´n en control que habı´a seguido terapia to´pica salvo un ciclo de un an˜o de tratamiento con metotrexate sin alcanzar PASI 50. Tras una exposicio´n solar recreativa intensa desarrolla un cuadro eritrode´rmico que obligo´ a ingreso hospitalario. No referı´a ingesta de medicacio´n de reciente introduccio´n ni actualizacio´n en su calendario vacunal. Se pauto´ tratamiento con metilprednisolona 40 mg/8 h iv y dexclorfeniramina para control de su proceso. Durante su ingreso el paciente desarrollo´ un cuadro de ampollas a
tensio´n en tronco, miembros inferiores y superiores. No referı´a episodios previos de lesiones similares. No habı´a compromiso de mucosas (fig. 1). El signo de Nikolsky resulto´ negativo. Realizamos estudio histolo´gico de una de las ampollas que mostro´ una de ellas subepide´rmica con eosino´filos. En la parte inferior de la ampolla se observaba un infiltrado inflamatorio eosinofı´lico limitado a la dermis papilar. La inmunofluorescencia directa (IFD) mostraba positividad en la membrana basal y los anejos para IgG y C3, siendo compatible con el diagno´stico de penfigoide ampolloso (PA).
Figura 1 – Imagen clı´nica de la coexistencia de lesiones de psoriasis vulgar y penfigoide ampolloso en nuestro paciente.