Tasas de prevalencia de depresión en atención primaria en relación con las características metodológicas de los estudios

Tasas de prevalencia de depresión en atención primaria en relación con las características metodológicas de los estudios

Med Clin (Barc). 2011;137(13):612–615 www.elsevier.es/medicinaclinica Artı´culo especial Tasas de prevalencia de depresio´n en atencio´n primaria e...

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Med Clin (Barc). 2011;137(13):612–615

www.elsevier.es/medicinaclinica

Artı´culo especial

Tasas de prevalencia de depresio´n en atencio´n primaria en relacio´n con las caracterı´sticas metodolo´gicas de los estudios Prevalence of depression in primary care according to the methodology of the studies Elena Ezquiaga Terrazas a,b,*, Aurelio Garcı´a Lo´pez c, Rau´l Huerta Ramı´rez a y A´lvaro Pico Rada a a

Servicio de Psiquiatrı´a, Hospital Universitario La Princesa, Madrid, Espan˜a Departamento de Psiquiatrı´a y Psicologı´a Me´dica, Universidad Auto´noma de Madrid, Madrid, Espan˜a c Servicios de Salud Mental, Distrito de San Blas, Madrid, Espan˜a b

´ N D E L A R T I´ C U L O INFORMACIO

Historia del artı´culo: Recibido el 21 de marzo de 2010 Aceptado el 25 de mayo de 2010 On-line el 8 de octubre de 2010

Introduccio´n Los trastornos depresivos se consideran un problema de salud pu´blica de primer orden por su elevadas prevalencia, morbilidad fı´sica y disfuncio´n social asociadas, adema´s de por su alto coste social1,2. Constituyen un grupo heteroge´neo de cuadros clı´nicos, muy prevalentes no so´lo en contextos clı´nicos psiquia´tricos, sino en pacientes me´dicos no psiquia´tricos3,4. Desde los cla´sicos estudios de Goldberg y Huxley5 se ha constatado que la mayorı´a de los trastornos depresivos son atendidos en dispositivos sanitarios no psiquia´tricos, especialmente en atencio´n primaria, y se ha llamado la atencio´n sobre las dificultades y deficiencias en la identificacio´n de los mismos, si bien en una reciente revisio´n sistema´tica6 se observa que los me´dicos tienen ma´s riesgo de realizar falsos diagno´sticos positivos que negativos, adema´s de que la capacidad diagno´stica del me´dico parece estar claramente en relacio´n con la gravedad de los trastornos depresivos, de manera que los cuadros depresivos ma´s graves parecen ser aceptablemente bien identificados7,8, y que el abordaje farmacolo´gico con antidepresivos en pacientes me´dicos podrı´a exceder lo justificable9. Las cifras de prevalencia de depresio´n que se manejan en la literatura me´dica son muy variables10,11, lo que se ha achacado a diferencias metodolo´gicas11,12, a problemas con los instrumentos diagno´sticos que tenderı´an a la sobreestimacio´n13,14, a la validez de los propios criterios diagno´sticos15, a diferencias culturales que modificarı´an el umbral diagno´stico10,y a diferencias en la calidad metodolo´gica de los estudios, de manera que algu´n autor ha

* Autor para correspondencia. Correo electro´nico: [email protected] (E. Ezquiaga Terrazas).

˜ alado que los trabajos de mayor calidad metodolo´gica sen aportarı´an las cifras de prevalencia de depresio´n ma´s bajas11. Por otra parte, los criterios operativos habituales, utilizados en contextos clı´nicos no psiquia´tricos, podrı´an incluir un excesivamente amplio espectro de sı´ndromes afectivos, muchos de escasa significacio´n clı´nica15,16. En este estudio se pretende conocer que´ tipo de trastornos depresivos son objeto de los estudios epidemiolo´gicos realizados en pacientes no psiquia´tricos, determinar el grado de variabilidad de los datos de prevalencia para las distintas categorı´as diagno´sticas y si hay relacio´n entre las caracterı´sticas metodolo´gicas de los estudios y los datos de prevalencia observados. Dada la amplitud del tema, se consideran so´lo los trabajos realizados en poblacio´n me´dica atendida en dispositivos de atencio´n primaria. Metodologı´a Se realizo´ una bu´squeda bibliogra´fica en PubMed de todos los ˜ ol publicados desde 1990 hasta trabajos en idioma ingle´s o espan mayo de 2008, segu´n las palabras clave: primary care, general practice, family practice y prevalence y mood disorders, affective disorders, depression, major depression, adjustment disorders y dysthymia. Se consideraron los trabajos que en el resumen explicitaban como un objetivo el estudio de la prevalencia de depresio´n o de subgrupos clı´nicos de depresio´n unipolar en poblacio´n adulta de atencio´n primaria. Fueron criterios de exclusio´n: trabajos no originales, los que incluyeran pacientes con enfermedades me´dicas especı´ficas, grupos e´tnicos diferenciados, un solo sexo, poblacio´n infantil, grupos especı´ficos (inmigrantes, poblacio´n rural, hiperfrecuentadores o pacientes institucionalizados) y los trabajos que medı´an sı´ntomas depresivos subsindro´micos. Tambie´n se descartaron los trabajos que estudiaban exclusivamente prevalencia-vida. Se intentaron identificar las diversas publicaciones realizadas por un mismo grupo, con la misma metodologı´a y muestras similares, seleccionando so´lo la publicacio´n ma´s reciente o con muestra ma´s amplia. Se distribuyo´ el estudio de los resu´menes y la seleccio´n de los ˜ os de publicacio´n entre los investigadores. trabajos por an

˜ a, S.L. Todos los derechos reservados. 0025-7753/$ – see front matter ß 2010 Elsevier Espan doi:10.1016/j.medcli.2010.05.018

E. Ezquiaga Terrazas et al / Med Clin (Barc). 2011;137(13):612–615

Asimismo, se realizo´ una bu´squeda inversa de trabajos a partir de las referencias bibliogra´ficas de los trabajos seleccionados. Se establecieron reuniones entre los autores para consensuar criterios, tanto en la inclusio´n de los estudios como en la extraccio´n de los datos. Asimismo, el investigador principal superviso´ la calidad en la extraccio´n de los datos en un tercio de los trabajos analizados extraı´dos aleatoriamente. Si hubo discrepancias en la valoracio´n, se plantearon en la reunio´n. Se diferenciaron los estudios que se referı´an a depresio´n mayor (en esta categorı´a se incluyo´ el episodio depresivo segu´n criterios CIE-10), distimia, reaccio´n adaptativa con a´nimo depresivo y ‘‘depresio´n’’. Se consideraron en este u´ltimo grupo los trabajos en los que se utilizaba el te´rmino depresio´n, sin definir ma´s, y los trabajos que estudiaban prevalencia de ‘‘sintomatologı´a depresiva con significacio´n clı´nica’’. ˜ o de publicacio´n, De cada trabajo incluido se consideraron el an ˜ o de la muestra y el los criterios diagno´sticos utilizados, el taman intervalo de edad de la poblacio´n estudiada. Adema´s, se registro´ si quedaban reflejadas las siguientes caracterı´sticas metodolo´gicas: ˜o a) criterios de seleccio´n de la muestra; b) ca´lculo del taman muestral; c) criterios diagno´sticos utilizados; d) prueba diagno´stica patro´n (bien como u´nico instrumento diagno´stico, bien tras prueba de cribado en los estudios en dos fases); e) pe´rdidas de casos en cada fase; f) medidas de prevalencia ajustadas, y g) estimaciones de la precisio´n de los resultados o intervalos de confianza. En la seleccio´n de las variables metodolo´gicas consideradas se tuvieron en cuenta las recomendaciones para mejorar la calidad de los estudios observacionales17.Se considero´ que un trabajo incluı´a cada criterio si se hacı´a referencia al mismo en el texto, incluso aunque fuera de forma somera. Se analizaron las diferencias de las medias de prevalencia para cada uno de los grupos diagno´sticos ma´s frecuentemente estudiados (depresio´n mayor y ‘‘depresio´n’’) en relacio´n con cada uno de los criterios metodolo´gicos considerados. Asimismo, se calculo´ el grado de correlacio´n entre el nu´mero de criterios metodolo´gicos y las tasas de prevalencia. Se utilizo´ para ello el paquete estadı´stico SPSS v.11. Resultados De los 2.344 trabajos identificados por palabras clave, so´lo 237 son estudios originales sobre prevalencia. Se descartaron 150 por utilizar muestras en grupos especı´ficos (adolescentes, mujeres, hiperfrecuentadores, inmigrantes, poblacio´n rural, etc.) o en pacientes con enfermedades me´dicas especı´ficas. De los 87 estudios que cumplı´an los criterios de inclusio´n y exclusio´n, se descartaron 29: 14 comparaban varios instrumentos diagno´sticos y no daban datos de prevalencia, 4 comparaban diferencias de

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Tabla 1 Prevalencias por subtipos clı´nicos

Depresio´n mayor ‘‘Depresio´n’’ Distimia Reaccio´n adaptativa

n

Media

Mı´nimo

Ma´ximo

DE

32 27 11 2

9,6 20,0 4,9 2,0

1,6 4,4 0,7 0,4

28,0 72,1 12,6 3,6

5,9 13,5 3,4 2,7

DE: desviacio´n esta´ndar.

deteccio´n entre me´dicos de familia y me´todos de cribado, no fue posible el acceso a 2 trabajos, en una revista saudı´ y otra polaca, un estudio era exclusivamente en depresio´n breve recurrente, uno en depresio´n atı´pica, 2 en trastornos ansioso-depresivos y 2 en depresio´n menor (cuadros no claramente aceptados como categorı´as clı´nicas). Un estudio daba resultados excesivamente confusos y dos publicaciones eran metaana´lisis, resultando una muestra final de 58 trabajos analizados. Algunos de ellos daban datos de prevalencia de varias categorı´as diagno´sticas, por lo que la suma total de las categorı´as (tabla 1) es superior a esta cifra. Treinta y dos trabajos (tabla 1) estudiaban la prevalencia de depresio´n mayor, 27, de ‘‘depresio´n’’, 11, de distimia y 2, de trastornos adaptativos. Los ana´lisis estadı´sticos se realizaron sobre los dos grupos de estudios mayoritarios (los referidos a depresio´n mayor y a ‘‘depresio´n’’). Los datos de prevalencia de depresio´n mayor en poblacio´n de atencio´n primaria oscilan (tabla 1) entre 1,6 y 28,0%, y los de ‘‘depresio´n’’, entre 4,4 y 72,1%. ˜ o de publicacio´n ni los intervalos de edad, los criterios Ni el an ˜ o de la muestra se asociaron diagno´sticos utilizados o el taman significativamente con diferencias en las medias de prevalencia para ningu´n trastorno. De los 7 criterios metodolo´gicos considerados, los estudios de prevalencia de depresio´n mayor cumplı´an con una media (DE) de 4,6 (1,6) criterios y los de ‘‘depresio´n’’ con 2,8 (1,5) criterios. ˜ o muestral en un 89,7% de los trabajos y No se justifica el taman no se indica en el 22,4% de los mismos la forma de seleccio´n de la muestra, en el 51,7% los criterios de exclusio´n y en el 39,7% las pe´rdidas. En el 10,3% de los trabajos se selecciona una muestra aleatoria de la poblacio´n diana frente al 89,7% en que la muestra procede de una serie de casos o no se especifica la forma de seleccio´n. En el 43,1% no se utiliza una prueba diagno´stica-patro´n, el 37,9% de los trabajos no aplican criterios diagno´sticos, el 71,2% no calculan estimaciones ajustadas de la prevalencia y el 72,4% no presentan medidas de dispersio´n. La media de criterios metodolo´gicos en los estudios de depresio´n mayor fue de 4,6 (1,6) y en ‘‘depresio´n’’ de 2,8 (1,5). Para cada una de las variables metodolo´gicas las prevalencias resultaron siempre inferiores

Tabla 2 Criterios de calidad metodolo´gica y su relacio´n con los datos de prevalencia

Seleccio´n aleatoria ˜ o muestral Ca´lculo del taman Me´todo de seleccio´n Pe´rdidas Criterios de exclusio´n Estudio en dos fases Criterios diagno´sticos Estimaciones ajustadas Medidas de dispersio´n Nu´mero de criterios de calidad metodolo´gica Correlacio´n entre el n.8 de criterios y la tasa de prevalencia DE: desviacio´n esta´ndar; R+: coeficiente de correlacio´n de Pearson. *p = 0,001; **p = 0,001; ***p = 0,02****p = 0,002; *****p = 0,01.

n

Depresio´n mayor

n

Sı´/no

Media (DE)

Sı´/no

‘‘Depresio´n’’ Media (DE)

5/27 3/29 27/5 18/14 16/16 27/5 31/1 12/20 9/23 Media/DE 32

7,8 (4,1)/9,9 (6,3) 4,0 (0,5)*/10,2 (5,9) 8,2 (4,8)**/17,4 (6,2) 8,5 (4,9)/11,0 (7,0) 7,2 (4,9)***/11,9 (6,2) 9,1 (5,9)/12,3 (6,2) 9,5 (6,1)/12,0 7,7 (4,8)/10,8 (6,4) 9,7 (5,8)/9,6 (6,2) 4,6/1,6 R+ = -0,53****

6/21 3/24 18/9 17/10 13/14 8/19 7/20 5/22 5/22 Media/DE 27

14,7 (4,2)/21,5 (14,9) 19,7 (8,8)/20,0 (14,1) 17,9 (10,1)/24,1 (18,6) 17,1 (9,6)/24,9 (17,9) 16,4 (6,6)/23,4 (17,2) 16,4 (5,5)/21,5 (15,6) 15,9 (8,3)/21,4 (14,8) 17,0 (5,7)/20,7 (14,7) 15,5 (4,8)/21,0 (14,6) 2,8/1,5 R+ = -0,47*****

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cuando en la publicacio´n quedaba reflejada dicha variable, pero las diferencias so´lo resultaron significativas en los estudios de ˜ o muestral, y se depresio´n mayor, cuando se calculo´ el taman hacı´a referencia al me´todo de seleccio´n de la muestra y los criterios de exclusio´n (tabla 2). Se observo´ una correlacio´n inversa entre el nu´mero de criterios metodolo´gicos considerados y las prevalencias estimadas para depresio´n mayor y para ‘‘depresio´n’’ (p = 0,002 y p = 0,01, respectivamente), de manera que a ma´s criterios metodolo´gicos considerados en el texto, menores tasas de prevalencia observadas. Discusio´n Se constata la variabilidad en los datos de prevalencia en estudios realizados en muestras de atencio´n primaria, y una relacio´n inversa significativa entre el nu´mero de criterios metodolo´gicos considerados y la tasa de prevalencia obtenida, de forma que a mayor nu´mero de criterios considerados se observan menores cifras de prevalencia. En un metaana´lisis11 en que so´lo se incluyeron trabajos publicados desde 1980 de alta calidad metodolo´gica, tambie´n se observo´ una importante dispersio´n en las tasas de prevalencia para depresio´n mayor en atencio´n primaria, en un rango que oscilo´, de forma similar a nuestros datos, entre 2,2 y 36,1%. El hecho de que en la mayorı´a de los estudios la seleccio´n de la muestra se haya realizado sobre una serie de casos a demanda, y no de forma aleatoria sobre la poblacio´n diana, puede sobredimensionar los datos de los grandes frecuentadores18, probablemente mucho ma´s proclives a presentar enfermedad psiquia´trica. Las prevalencias de depresio´n mayor y de ‘‘depresio´n’’ han sido los principales objetivos de estudio de prevalencia de trastornos afectivos en atencio´n primaria, de forma que casi la mitad de los trabajos estiman la prevalencia de ‘‘depresio´n’’, te´rmino o concepto impreciso, no fundamentado en criterios diagno´sticos operativos, sino en escalas de cribado, las cuales identifican ‘‘casos’’ desde un criterio epidemiolo´gico, pero de dudosa significacio´n clı´nica19. Se ˜ alado que los cuestionarios de cribado miden con excesiva ha sen frecuencia sı´ntomas depresivos asociados con reacciones emocionales autolimitadas o con rasgos del cara´cter, ma´s que verdaderas estructuras morbosas14,20, adema´s de dar lugar a una elevada proporcio´n de falsos positivos21. Aproximadamente la otra mitad de las publicaciones tiene como objetivo el estudio de la prevalencia de depresio´n mayor, entidad ma´s claramente definida y consensuada y con mayor relevancia clı´nica, a pesar de que tambie´n exista actualmente una fuerte controversia sobre la fiabilidad y validez de esta categorı´a diagno´stica en pacientes me´dicos no psiquia´tricos15,22, en los que el sı´ndrome depresivo mayor se ha observado que frecuentemente es poco consistente en la duracio´n, autolimitado y de escasa gravedad22,23. En nuestra bu´squeda apenas hemos encontrado estudios sobre prevalencia de trastornos adaptativos con sı´ntomas depresivos, escasez que contrasta con la elevada frecuencia con que estos cuadros se diagnostican en contextos clı´nicos, lo que evidenciarı´a la falta de encuentro entre la investigacio´n me´dica y la pra´ctica clı´nica habitual24. Muy recientemente se esta´ llamando la atencio´n sobre la necesidad de diferenciar los trastornos adaptativos con a´nimo depresivo de otros trastornos depresivos25,26, lo que tendrı´a importantes implicaciones asistenciales. Los trastornos depresivos se consideran enmarcados en un continuum de gravedad, y el me´dico, en su toma de decisiones clı´nicas, debe diferenciar aquellos trastornos con mayor significacio´n clı´nica, que requerirı´an un abordaje terape´utico especı´fico, de la sintomatologı´a depresiva, ma´s pro´xima a las reacciones emocionales no patolo´gicas o a los rasgos de cara´cter27. Para ello, se subraya cada vez ma´s la conveniencia de incorporar escalas de

discapacidad, tanto en la clı´nica habitual como en los estudios de investigacio´n, a las habituales escalas de cribado28,29. ˜ alar del presente Debilidades y aspectos metodolo´gicos a sen estudio son: a partir de este trabajo no se pueden estimar tasas de prevalencia de ‘‘depresio´n’’, ni de depresio´n mayor, lo que requerirı´a la seleccio´n de trabajos de alta calidad metodolo´gica. En la bu´squeda no se incluyeron algunas palabras clave como ‘‘mental disorders’’, de manera que algunos estudios de prevalencia pudieron no ser detectados. Este estudio no pretende tampoco medir la calidad metodolo´gica de las publicaciones de depresio´n, ya que hubiera requerido una sistema´tica ma´s estricta y meticulosa en la valoracio´n de un nu´mero mayor de variables metodolo´gicas. Sin embargo, el presente trabajo permite una aproximacio´n significativa al conocimiento de los datos sobre prevalencia en el contexto de la atencio´n primaria, y aporta informacio´n sobre los principales objetivos de intere´s de la literatura, sobre la dispersio´n de los datos publicados y sobre el riesgo de sobreestimacio´n de las prevalencias en los estudios que tienen en cuenta menos criterios metodolo´gicos. La necesidad de utilizar no so´lo una metodologı´a exhaustiva y rigurosa en los estudios de prevalencia, sino de incorporar la valoracio´n de la discapacidad y de la estabilidad temporal de los sı´ntomas, puede ayudar a diferenciar los trastornos depresivos con significacio´n clı´nica de otros cuadros emocionales.

Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningu´n conflicto de intereses. Bibliografı´a 1. Ustun TB, Ayuso-Mateos JL, Chatterji S, Mathers C, Murray CJ. Global burden of depressive disorders in the year 2000. Br J Psychiatry. 2004;184:386–92. 2. Ayuso Mateos JL. Depresio´n: una prioridad en Salud Pu´blica. Med Clin (Barc). 2004;123:181–6. 3. Goodwin GM. Depression and associated physical diseases and symptoms. Dialogues Clin Neurosci. 2006;8:259–65. 4. Peveler R, Carson A, Rodin G. Depression in medical patients. BMJ. 2002;325:149–52. 5. Goldberg D, Huxley P. Mental Illness in the Community. The pathway to psychiatric care. Londres: Tavistock/Routledge Editor; 1980. 6. Mitchell AJ, Vaze A, Rao S. Clinical diagnosis of depression in primary care: a meta-analysis. Lancet. 2009;374:609–19. 7. Coyne JC, Schwenk TL, Fechner-Bates S. Nondetection of depression by primary care physicians reconsidered. Gen Hosp Psychiatry. 1995;17:3–12. 8. Kendrick T, Dowrick C, McBride A, Howe A, Clarke P, Maisey S, et al. Management of depression in UK general practice in relation to scores on depression severity questionnaires: analysis of medical record data. BMJ. 2009;338:b750. 9. Coyne JC, Palmer SC, Shapiro PJ, Thompson R, DeMichele A. Distress, psychiatric morbidity, and prescriptions for psychotropic medication in a breast cancer waiting room sample. Gen Hosp Psychiatry. 2004;26:121–8. ¨ stun TB. Understanding cross-national 10. Simon GE, Goldberg D, Korff MV, U differences in depression prevalence. Psychol Med. 2002;32:585–94. 11. Waraich P, Goldner EM, Somers JM, Hsu L. Prevalence and incidence studies of mood disorders: a systematic review of the literature. Can J Psychiatry. 2004;49:124–38. 12. Reijnders JS, Ehrt U, Weber WE, Aarsland D, Leentjens AF. A systematic review of prevalence studies of depression in Parkinson’s disease. Mov Disord. 2008;23:183–9. 13. Wernicke TF, Linden M. Clinical recognition and drug treatment of depression in cases found by standardized assessment. Pharmacopsychiatry. 1994;27 Suppl 1:54–7. 14. Buntinkx F, De Lepeleire J, Heyrman J, Fischler B, Mijnsbrugge DV, Van den Akker M. Diagnosing depression: what’s in a name? Eur J Gen Pract. 2004; 10:162–5. 15. Parker G. Beyond major depression. Psychol Med. 2005;35:467–74. 16. Patten SB, Bilsker D, Goldner E. The evolving understanding of major depression epidemiology: implications for practice and policy. Can J Psychiatry. 2008; 53:689–95. 17. Ferna´ndez E. Estudios epidemiolo´gicos (STROBE). Med Clin (Barc). 2005;125 Suppl 1:43–8. 18. Aragones E, Pinol JL, Labad A, Masdeu RM, Pino M, Cervera J. Prevalence and determinants of depressive disorders in primary care practice in Spain. Int J Psychiatry Med. 2004;34:21–35.

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