E d u c a c i ó n
S a n i t a r i a
d e l
P a c i e n t e
Cuidado de los pies en la persona diabética ¿Por qué debo poner especial atención a mis pies si tengo diabetes? La diabetes puede dañar los nervios de sus pies, por lo que puede no sentir dolor, calor o frío. Si aparece una úlcera, una ampolla o un corte en el pie, probablemente no lo note hasta que esté infectado. Otros problemas podales comunes (como callos, uñas encarnadas, juanetes e incluso piel seca) pueden conducir a infecciones serias en personas con diabetes. Si no se trata, una infección puede incluso llegar a ser tan peligrosa que comporte la amputación de los dedos o incluso del pie. La diabetes también ralentiza el flujo sanguíneo de sus pies, lo que impide la curación adecuada de una úlcera o una infección. Fumar provoca problemas de circulación sanguínea incluso peores.
t No lleve calcetines con gomas estrechas en la parte superior, ya que pueden ralentizar el flujo sanguíneo. t Nunca ande descalzo, ni en su casa. Lleve siempre zapatillas o zapatos con calcetines. Asegúrese de llevar calzado cómodo, a la medida y que proteja sus pies. Antes de ponerse los zapatos revíselos siempre y quite las piedrecitas u otros objetos que puedan dañarlos. t No utilice esterillas eléctricas, botellas de agua caliente o mantas eléctricas en sus pies, porque pueden quemarse sin que usted se dé cuenta. t Mueva los dedos y los pies de arriba abajo durante 5 min, dos o tres veces al día, para mejorar la circulación sanguínea de sus pies y piernas. No cruce las piernas durante largos períodos de tiempo, ya que ello reduce la circulación de los pies.
¿Qué debo hacer para cuidar mis pies? Siga cada día los siguientes pasos para tener un buen cuidado de sus pies:
¿Qué más puedo hacer para prevenir problemas? Llame inmediatamente a su cuidador sanitario si encuentra cualquier corte en la piel, una ampolla, una uña encarnada, o cualquier otro cambio en sus pies si no desaparece en 24 h. Cuando acuda para controles médicos regulares de la diabetes, pida a su cuidador sanitario que le examine los pies y le advierta sobre las zonas donde debe de tener cuidado. Probablemente necesite acudir a un podólogo para el cuidado rutinario de los pies o para posibles problemas con ellos. Pregunte a su cuidador sanitario si necesita calzado especial para proteger sus pies. El coste normalmente lo puede cubrir el seguro u otros programas de salud. Siga una dieta saludable para mantenerse en el peso y en las concentraciones de azúcar en sangre adecuados, lo que le ayuda a prevenir la lesión nerviosa y contribuye a la curación. N
t Compruebe que no tiene cortes, ampollas, rojeces, hinchazón u otros problemas en sus pies. Si no puede inclinarlos o levantarlos para ver la planta del pie, ayúdese con un espejo. t Lávese los pies con agua tibia cada día. Asegúrese de secarlos bien, especialmente entre los dedos. t Si percibe que están muy secos, aplíquese una suave capa de crema hidratante. t Recorte sus uñas de forma recta cuando sea necesario, y límeselas. No se las corte demasiado, ya que podría herirse o padecer uñas encarnadas. No se lime los callos usted mismo; su cuidador sanitario lo hará si es necesario.
Este artículo ha sido adaptado para el nivel de quinto grado, utilizando el Flesch-Kincaid y las fórmulas SMOG. Puede fotocopiarse para su utilización clínica o adaptarse para cumplir los requisitos de su centro.
Nursing. 2010, Noviembre 37