Correo de los lectores
Figura 2. Después de la intervención quirúrgica. (Los procedimientos utilizados en la paciente y controles han sido realizados tras la obtención del consentimiento informado).
zar un diagnóstico diferencial con otras lesiones pigmentadas como el melanoma maligno, el nevus azul, el carcinoma de células basales pigmentadas y los angiomas, entre otras1. Debemos tener en cuenta que aunque sea muy poco frecuente, el hidrocistoma puede degenerar en un adenocarcinoma apocrino1, por lo que, y dado que se trata de una lesión bien circunscrita, el tratamiento más adecuado es la exéresis quirúrgica. Pueden ser marcadores de dos síndromes congénitos extremadamente raros: el síndrome de Schopf-Schulz-Passarge y un tipo de hipoplasia dermal focal2. En la figura 2 se puede observar a la paciente tras el tratamiento quirúrgico, con escisión de la lesión principal del hidrocistoma y del nevus intradérmico. Una vez explicada la etiología de las lesiones se le planteó el tratamiento de la totalidad de las mismas, pero la paciente, viendo la naturaleza benigna del proceso y el buen resultado estético actual, prefirió por el momento posponer la realización de nuevas intervenciones. Se puede plantear, principalmente en lesiones pequeñas, como alternativa a la escisión quirúrgica, la incisión-drenaje asociada a electrofulguración1, dado que son menos agresivas y presenta buenos resultados.
Lorena Gómez García y Alberto Sabando Carranza Centro de salud de Zaramaga. Osakidetza. Vitoria. Álava. España.
Bibliografía 1. Petter CY, Humphreys T, Goldberg L. Hidrocistoma apocrino: diagnóstico diferencial con otras lesiones pigmentadas de la piel. Derm Venez. 1995;33:131-4. 2. Terón M, Sandoval B, De la Cruz J. Hidrocistoma apocrino múltiple. Folia Dermatol. 2003;14:31-2.
Masa cervical que causa disnea nocturna Sr. Director: Mujer de 82 años que refiere tumoración cervical derecha desde hace 4-5 meses con tos nocturna en decúbito lateral izquierdo, ade-
Figura 1. TAC cervical: glomus carotídeo.
más de otalgia refleja derecha y espasmos laríngeos de predominio nocturno sin otras manifestaciones locorregionales ni generales. La exploración muestra una tumoración pulsátil voluminosa en región parotídea y parafaríngea derecha, que propulsa la región amigdalina muy discretamente y realiza procidencia externa en la glándula parótida. No se aprecian lesiones en oído medio derecho ni se palpan adenopatías cervicales. La ecografía cervical revela una tumoración en íntimo contacto con la carótida compatible con paraganglioma. El angioTAC pone de manifiesto una lesión de aspecto neoformativo de 3,7 cm centrada en la bifurcación carotídea derecha con marcado realce tras la administración de contraste que traduce un proceso muy vascularizado con separación de carótidas interna y externa compatible con tumor de glomus (figs. 1 y 2). Las catecolaminas en orina (vanilmandélico y metanefrinas) están dentro de la normalidad. El estudio gammagráfico mediante In111-octreótido confirma la presencia de depósito patológico a nivel laterocervical derecho compatible con paraganglioma. El juicio clínico es paraganglioma de corpúsculo carotídeo no secretor de catecolaminas. La paciente elige como opción terapéutica la observación debido a su edad y riesgos quirúrgicos. Los paragangliomas de cabeza y cuello son neoplasias que se originan en un tejido paraganglionar ligado al desarrollo de los arcos branquiales que incluye los paraganglios yugulotimpámicos, carotídeos, vagales, orbitarios, subclavios, laríngeos y nasoparanasales1,2. Los paragangliomas carotídeos son poco frecuentes y derivan de los ganglios del cuerpo carotídeo. Son más frecuentes en las mujeres y son bilaterales en un 10%. Suelen ser tumores benignos, pero existen casos que cursan con malignidad y se caracterizan por producir metástasis locales, regionales o a distancia3. Sólo los muy avanzados provocan alteraciones neurológicas por afectación de IX, X, XI y XII par. Es poco frecuente que aparezcan síntomas dependientes de la producción de catecolaminas3. La clasificación de los paragangliomas carotídeos de Shamblin se basa en el tamaño del tumor, dato de la mayor importancia para la expresión de síntomas y para la previsión terapéutica. En el gruFMC. 2011;18(4):237-42 239
Correo de los lectores
3. Luna-Ortiz K, Rascón-Ortiz M, Villavicencio-Valencia V, Granados-García M, Herrera-Gómez A. Carotid body tumors: review of a 20 year experience. Oral Oncol. 2005;41:56-61. 4. Tripp HF, Fail PS, Beyer MG, Chaisson GA. New approach to preoperative vascular exclusion for carotid body tumor. J Vasc Surg. 2003;38:38991. 5. Plukker JT, Brongers EP, Vermey A, Krikke A, Van den Dungen JJ. Outcome of surgical treatment for carotid body paraganglioma. Br J Surg. 2001;88:1382-6. 6. Mall J, Saclarides T, Doolas A, Eibl-Eibestfeld B. First report of hepatic lobotomy for metastatic carotid body tumor. J Cardiovasc Surg. 2000;41:759-61.
Aneurisma aórtico abdominal calcificado
Figura 2. AngioTAC: lesión de 3,7 cm centrada entre las carótidas compatibles con glomus carotídeo derecho.
po I se incluyen los tumores de pequeño tamaño que pueden ser disecados fácilmente de la bifurcación carotídea; del grupo II son los tumores de tamaño medio que comprimen la carótida interna y la externa pero que pueden ser separados de los vasos mediante cuidadosa disección subadventicial; el grupo III reúne a los parangliomas carotídeos de gran tamaño que engloban ampliamente las carótidas, y para su exéresis completa se requiere la parcial o total resección de estas arterias4. Es muy importante realizar pruebas de imagen como la arteriografía o tomografía computarizada (TAC). Debe realizarse un diagnóstico diferencial con otras tumoraciones laterocervicales, teniendo en cuenta que puede tratarse de malformaciones vasculares, por lo que la punción espirativa con aguja fina (PAAF) o biopsia deben descartarse como métodos de diagnóstico de rutina5,6. El tratamiento de elección es la exéresis quirúrgica, aunque en casos de edad avanzada e incluso escasa sintomatología se puede optar por la observación4.
Sr. Director: Presentamos el caso de un varón de 77 años que acude a urgencias por vómito en poso de café. En la exploración destaca una tumoración abdominal redondeada paraumbilical izquierda dura, pulsátil, indolora y con soplo a la auscultación. Los pulsos periféricos están conservados. Se realiza una radiografía simple de abdomen (fig. 1), anteroposterior, en bipedestación, que muestra un cúmulo de calcificaciones a la izquierda de los cuerpos vertebrales lumbares (de L2 a L5) de diámetro craneocaudal aproximado de 10 cm y un contorno externo bien definido que impresiona forma tubular y que borra la línea del psoas. Todo ello sugestivo de dilatación aórtica aneurismática calcificada. Se realiza ecografía abdominal que informa de dilatación aneurismática de 3,5 cm a nivel renal y de hasta 6 cm a nivel infrarenal con engrosamiento mural por trombo laterodorsal izquierdo, dejando luz permeable de 2,7 cm, sin extensión a iliacas primitivas.
Rebeca de la Fuente Cañibano y Mateo Jáñez Moral Servicio de Otorrinolaringología (ORL) y Patología Cérvico-Facial. Hospital Clínico Universitario de Salamanca. Salamanca. España.
Bibliografía 1. Álvarez C, Rodrigo JP, Suárez C. Aspectos clínicos y terapéuticos de los tumores de las partes blandas del cuello. En: Tratado de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello. Suárez C, Gil-Caicedo LM, Marco J, Medina J, Ortega P, Trinidad J, editor. Madrid: Proyectos Médicos; 2000:3402-33. 2. Pellitery PK, Rinaldo A, Myssiorek D, Gary-Jackson C, Bradley PJ, Devaney KO. Paragangliomas of de Head and Neck. Oral Oncol. 2004;40:563-75. 240 FMC. 2011;18(4):237-42
Figura 1. Aneurisma aórtico abdominal calcificado.