Entrevista con michel paradis

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ENTREVISTAS Y MESAS REDONDAS . ENTREVISTA CON MICHEL PARADIS Por Onésimo Juncos Rabadán Psicólogo. Director de la Escuela de Logopedia de Vigo estu...

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ENTREVISTAS Y MESAS REDONDAS

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ENTREVISTA CON MICHEL PARADIS Por Onésimo Juncos Rabadán Psicólogo. Director de la Escuela de Logopedia de Vigo

estudio riguroso y científico de la afasia en bilingües tiene en la actualidad su mejor exponente en Michel Paradis, profesor en el Departamento de Lingüística de la McGill University de Montreal (Canadá). Entre sus numerosas publicaciones queremos destacar su gran obra Readings on aphasia in bilinguals and polyglots (1983) en que hace una revisión de toda la literatura existente sobre el tema, y un estudio pormenorizado y crítico sobre los diversos problemas planteados. En la actualidad está dirigiendo uno de los proyectos más importantes de toda la historia de la Afasiología: el estudio de los problemas, competencia, recuperación, interferencias, etc., que la presencia de dos lenguas plantea en los afásicos bilingües a través de un test estandarizado y de una muestra que engloba cuarenta comunidades bilingües en todo el mundo.* En sus numerosas obras Michel Paradis ha planteado sus teorías sobre la organización neurolingüística en el caso de los bilingües y políglotas y su integración en un modelo cognitivo en que pensamiento y lenguaje están íntimamente relacionados. En esta entrevista mantenida con él durante su estancia en Barcelona con motivo de su participación en el I Congreso Internacional de Psicolingüística aplicada, en ese clima de amistad y colaboración que él sabe crear, nos ofrece sus opiniones sobre las bases neuropsicológicas y de intervención en la rehabilitación de afásicos bilingües.

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* Entre ellos naturalmente se encuentran los cuatro idiomas del Estado español: catalán, castellano, gallego y vasco.

—¿Cuáles son sus puntos de vista sobre la recuperación de los afásicos bilingües? —Contrariamente a lo que uno podría esperarse, los afásicos bilingües no recuperan necesariamente sus dos idiomas en la misma proporción como cuando hablaban anteriormente. A veces los recuperan parcialmente, un idioma y no el otro; a veces uno mejor que otro; a veces uno antes que otro; a veces uno solo, y a medida que el segundo aparece y progresa, el primera retrocede y desaparece; o a veces los dos idiomas se mezclan inestricablemente, hasta el nivel de palabras monomorfémicas en las tareas de repetición. Es lo que he llamado las recuperaciones paralela, selectiva, diferencial, sucesiva, antagonista y mixta (Paradis, 1977). A veces la recuperación antagonista puede ser alternativa y el paciente tiene acceso a un idioma, o a otro, durante unos periodos que varían de 24 horas a 1 semana (Paradis, Goldblum y Alidi, 1982). —¿Cuál es el papel de la reeducación logopédica y la recuperación espontánea? —En algunos enfermos, el idioma no recuperado ha vuelto de una forma espontánea, y de pronto al cabo de uno o varios meses. A veces el idioma que no se ha recuperado tan bien, ha sido aprendido de nuevo con grandes esfuerzos conscientes considerables. Sin embargo, la literatura de los 150 últimos años (Paradis, 1983) no precisa el papel de la reeducación del idioma en los afásicos bilingües. Sólo algunos casos aislados son relatados donde el primer idioma recuperado era el del ambiente hospitalario y

Correspondencia: Onésimo Juncos Rabadán. Av. de Samil, Bloque 107, 2.º A. Vigo.

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donde el segundo idioma ha sido recuperado sólo después de una estimulación en este idioma. Sin embargo se encuentran muy pocos datos sobre los métodos de rehabilitación utilizados. —¿En qué idioma hay que reeducar al paciente? —Por ahora se tiende a reeducar al paciente en el idioma del ambiente hospitalario. Cuando el hospital es bilingüe, se escoge generalmente el idioma que parece menos afectado, o aquel idioma que el paciente necesitará en su nueva inserción social y profesional. Pero, ya que hasta ahora no sabemos cuáles son los efectos de la terapia en un idioma sobre el idioma no tratado, ni tampoco si sus efectos varían según los factores que acabo de mencionar, es necesario primero, establecer objetivamente cual es el idioma que se puede recuperar más, y para ello se necesita un instrumento de medida estándar equivalente en los dos idiomas del paciente; y segundo, hay que estudiar el efecto de la terapia en un idioma sobre el otro, con diferentes variables que pueden desempeñar un papel. Actualmente todo lo que sabemos es que la recuperación espontánea no depende, al menos únicamente, del orden del aprendizaje de los dos idiomas: la misma cantidad de pacientes han recuperado mucho mejor un segundo idioma que el idioma en su lengua materna; ni con grado de dominio premórbido: algunos pacientes han recuperado de preferencia el idioma que hablaban peor; ni el idioma del ambiente: algunos pacientes han recuperado mejor un idioma que no era el del hospital, aun cuando este idioma era el de su lengua materna y el más familiar. Haciendo referencia a la reeducación habrá que esperar el resultado de experiencias en el mundo entero. Por razones éticas evidentes no se pueden formar grupos controles a los cuales no se les da ninguna reeducación. Sin embargo, de una manera natural en el mundo, algunos pacientes han sido reeducados y otros no. Algunos pacientes son reeducados en este idioma, otros en otros idiomas, será pues posible al cabo de un cierto tiempo comparar poblaciones naturales agrupadas entre ellas según el idioma reeducado (que sea la lengua materna, la más familiar, la mejor recuperada o no), el método logopédico, el tipo de síndrome afásico y la distancia estructural entre los

idiomas (vasco-castellano por una parte, catalán o gallego-castellano por otra; finlandés-sueco por una parte; noruego o danés-sueco de otra). La pregunta es importante desde el punto de vista económico, ¿podemos estar satisfechos de una terapia en un solo idioma, con traslado positivo hacia el idioma no tratado, o al contrario, debemos reeducar separadamente los dos idiomas? En este caso hay que investigar si el traslado se hace en los dos sentidos, o solamente del idioma dominante al idioma más débil (o lo contrario); si el traslado se hace entre dos idiomas semejantes pero no entre dos idiomas diferentes; si el traslado varía de positivo, a neutro, o de negativo, según el tipo de afasia, o según el tipo de terapia. La diversidad de poblaciones bilingües en el mundo y de los métodos de rehabilitación deberían responder a nuestras preguntas sin que tengamos la necesidad de formar grupos experimentales y grupos testigos, simplemente agrupando las informaciones de los pacientes según las variables consideradas y comparando los diferentes grupos formados entre ellos. —¿Es importante tener una medida objetiva para determinar la recuperación? —Es evidente que se necesita un instrumento de medida objetivo y normalizado para poder evaluar primero los déficit en cada idioma y poder compararlos, y luego poder medir los progresos en cada idioma. Es esencial que los tests utilizados en cada idioma sean equivalentes. Es una de las razones porque hemos perfeccionado el test de la afasia en los bilingües. Nuestros tests evalúan la actuación lingüística del paciente bajo aspectos fonológico, morfológicos, sintáxico, léxico y semántico en las tareas de comprensión, repetición, juicio de aceptabilidad, acceso al léxico, lectura y escritura, al nivel de la palabra, de la frase y del párrafo, de una manera idéntica en cada idioma. La notación es puramente objetiva y cuantitativa. No se pide al examinador que tenga un parecer sobre la actuación del enfermo. El test es tan normalizado que puede anotarse directamente por ordenador. Luego se obtiene un perfil cualitativo agrupando conjuntamente algunos resultados cuantitativos. De esta manera los resultados en un idioma son comparables a aquellos en cualquier otro idioma. 247

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No solamente se utilizará el test en catalán en Barcelona, en gallego en Vigo, en vasco en San Sebastián o en francés en Bruselas, pero también en turco o en árabe en cada una de estas ciudades cuando el caso se presente. Será pues muy importante que el test sea objetivo y estandarizado de manera que pueda ser llevado por uno que no sea especialista que hable el idioma del paciente. —¿Qué relación existe entre la recuperación del idioma y la recuperación de otras funciones cognitivas? —Ha sido siempre difícil determinar en los tests administrados a los afásicos monolingües lo que era puramente lingüístico de lo que es contaminado por otras facultades cognitivas superiores tales como la inteligencia, la memoria, la capacidad de atención, asimismo el tipo de medicación, o también los déficit asociados tales como la agnosia visual o apraxia. En el bilingüe, evaluado por tests lingüísticamente equivalentes en cada idioma, toda diferencia de actuación sólo puede atribuirse a un déficit importante lingüístico en un idioma más que en otro, ya que en un mismo individuo todos los factores que no son lingüísticos son idénticos, en cualquier idioma que hable. Partimos del principio de que las funciones cognitivas superiores diferentes al lenguaje son independientes del idioma pero que se interactúan con éste en el uso normal del lenguaje. Por un lado la formalización de un mensaje recurre a los conocimientos extralingüísticos, a la memoria conceptual y episódica, en una palabra que constituye el mensaje a formalizar; por otro lado, la formalización ayuda a la clasificación del razonamiento y a unos vínculos lógicos útiles para resolver problemas, a realizar la planificación de argumentos. Será posible ver el efecto del lenguaje en otras funciones cognitivas en la medida en que algunas tareas serán llevadas a cabo mucho mejor gracias al idioma mejor recuperado, y por otra parte el efecto de las funciones cognitivas en la actuación de algunas pruebas lingüísticas en la medida en que los tanteos fueran siempre idénticos en los dos idiomas, como ser el grado de diferencia con las otras pruebas. 248

—¿Los individuos afásicos bilingües están en mejores condiciones que los monolingües para una buena recuperación? —Es posible que la recuperación sea más fácil en el bilingüe ya que posee dos sistemas lingüísticos en vez de uno. Los trabajos sobre la afasia en los bilingües no han mostrado que cada idioma es capaz de una deterioración selectiva. Se puede suponer pues, que cuando una lesión inhibe uno solo de los dos sistemas, y por consiguiente evita relativamente el otro, el bilingüe tiene acceso a uno de sus sistemas que sería totalmente afectado si sólo existiera uno. Pero se trata ahora de una especulación. Ningún estudio empírico nos da informaciones a este respecto por ahora. Habría que comparar sistemáticamente las capacidades lingüísticas residuales de los afásicos bilingües con las de los afásicos monolingües, teniendo lesiones idénticas referentes a la situación y a la extensión, lo que naturalmente es muy difícil. De una manera general se puede pensar que el bilingüe tiene una cierta ventaja cognitiva, ya que tiene la posibilidad de organizar sus conceptos de muchas más formas que el monolingüe (Paradis, 1979, 1980). —En dislexia ¿hay estrategias universales de lectura, cualquiera que sea el idioma? —Según nuestro estudio en los aspectos neurolingüísticos del sistema de escritura japonés (Paradis, Hagiwara y Hildebrandt, 1985), parece ser que las estrategias de lectura son universales y que los tipos de déficit son dictados por las posibilidades que ofrece el sistema de escritura. Por ejemplo, para que se pueda supergeneralizar una regla, esta regla tiene que tener excepciones. Pero generalmente, parece ser que existe en el lector, cualquiera que sea el tipo de escritura, un vínculo bidireccional entre el grafismo y el sonido de la palabra, el grafismo y el sentido de la palabra, y el sonido y el sentido de la palabra. Cada uno de ellos es capaz de disociarse selectivamente, dando síntomas diferentes que conocemos: lectura en voz alta sin comprensión, comprensión de la palabra escrita sin capacidad de leer en voz alta, incomprensión del sonido de la palabra con conversación de la comprensión de la palabra

escrita, y así sucesivamente, de la misma forma que los fenómenos inversos para la escritura. En los monolingües, los síntomas disléxicos se comportan como los síntomas afásicos en los que pueden ser selectivos o diferenciales, como los sistemas de escritura ideográfica y silábica en los japoneses. Todavía no tenemos suficientes informaciones para comparar las dislexias desarrolladas y las dislexias adquiridas, pero parece ser que los mismos problemas coinciden, lo que explicaría la interacción entre las estrategias universales de lectura y las posibilidades ofrecidas por los sistemas particulares de escritura, como los alfabéticos (con o sin vocales escritas) silábicos, ideográficos y mixtos. Sin embargo, cualquiera que sea el sistema, parece ser que las lecturas visual (grafismo-sentido) y fonética (grafismo-sonido) son posibles. —¿Cuáles son las orientaciones derivadas de sus trabajos para el tratamiento de los trastornos del lenguaje en los afásicos? —El uso de nuestro test permitirá un diagnóstico preciso y objetivo de los déficit en cada idioma del enfermo y no de uno solo como ha sido el caso muy a menudo hasta ahora. Cuando hayamos recogido un gran número de informaciones del mundo entero, gracias a nuestro test, estaremos capacitados de establecer correlaciones entre el modo de recuperación y los factores potenciales determinantes, tales como el contexto de adquisición y utilización, el grado de dominio, el tipo de afasia, la etiología de la lesión, la distancia estructural entre los idiomas, entre otros. Los resultados así obtenidos deberían ayudarnos a comprender la manera en que los dos idiomas están representados y tratados en un mismo cerebro. Finalmente, los resultados de diversos tipos de rehabilitación utilizados en el mundo, resultados verificados por un instrumento estándar, nos indicarán las circunstancias en las cuales las terapias en un idioma tienen efectos benéficos en el idioma no tratado, sin obtener ninguno de los efectos deseados o aun teniendo efectos nefastos. Dentro de tres o cuatro años podremos aportar respuestas más precisas a estas preguntas.

—¿Cuáles son las relaciones entre el lenguaje y las otras funciones cognitivas superiores? —El lenguaje es un medio de codificar, de formalizar un mensaje. El código es independiente del mensaje: las reglas de sintaxis, de fonología, de morfología forman la gramática que sirve para transmitir la información lingüísticamente. La gramática es independiente de la información que codifica. Esta gramática se almacena en las zonas corticales clásicas del lenguaje, independientemente de otras funciones cognitivas superiores. Sin embargo, el uso normal del lenguaje supone la elaboración de un mensaje a codificar. Esta elaboración depende de todas las otras funciones cognitivas (conocimiento del mundo, la memoria episódica y conceptual, la facultad de razonar), así como en gran proporción unas informaciones de todos los sentidos (la vista para poder hablar de lo que se ve, el olfato para poder hablar de lo que se huele, el oído para poder hablar de lo que se oye, etc.). Durante la microgénesis de un enunciado, el locutor-pensador elabora primero un mensaje que formaliza según las reglas de gramática que están a su disposición. Si esta gramática se deteriora por una lesión cerebral, el paciente es afásico: tiene algo que decir pero tiene dificultades en decirlo, le cuesta trabajo formalizar su pensamiento. Sin embargo, puede perder su memoria episódica y en este caso es amnésico: sabe hablar, tiene el uso de su gramática, pero no tiene acceso a los hechos del pasado y no puede formalizarlos. Si pierde la razón, puede continuar produciendo frases gramaticalmente correctas pero sin transmitir mensaje. En este sentido se puede decir que cada función cortical superior forma un módulo independiente, pero en el uso normal del lenguaje, no solamente el módulo del lenguaje (la gramática) se activa, sino que todos los otros módulos están integrados en la producción de un enunciado correcto (la aportación de la gramática) y que transmite un mensaje (la aportación de todas las otras funciones). Cada función puede ser alcanzada separadamente por la patología, lo que demuestra la existencia independiente de ellas. No obstante, todas las funciones son necesarias para la elaboración de un mensaje y su formalización, lo que demuestra la 249

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necesidad de su integración al usar la gramática en la producción de un discurso. La precedencia filogenética, ontogenética y microgenética de los conceptos lingüísticos (el pensamiento no verbal) en el idioma no excluye la posibilidad de una acción del lenguaje (por la formalización) en el refinamiento de los conceptos, la clasificación del razonamiento y el control del comportamiento. En resumen, cada función es independiente y está independientemente representada en el cerebro y tratada por él (ya que es selectivamente perjudicable), pero en el funcionamiento integrado del individuo sano todas participan en la elaboración de una representación mental que es necesaria para toda formalización normal.

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—¿Cómo puede manifestarse la dislexia en los afásicos? — Cada aspecto del comportamiento verbal puede ser independientemente disociado: alexia pura, agrafia pura, afasia con o sin alexia, con o sin agrafia; trastornos importantes de la comprensión en el contexto de un sistema de expresión relativamente bien conservado, o al contrario: trastornos de la expresión con comprensión casi intacta. Entre los disléxicos se ha observado que unos pacientes son capaces de leer letras aisladas pero no las palabras, de leer palabras pero no las frases, de leer palabras en voz alta sin comprenderlas con o sin capacidad de leer logatomos, comprender la palabra escrita sin poder leerla correctamente en voz alta.