Manejo de las bombas de infusión continua por vía subcutánea Ramón Navarro Sanza y Pedro Grau Santanab aMédico
especialista en Medicina Interna. Jefe de Servicio. Área Medica Integral. Hospital Pare Jofre. Agencia Valenciana de Salud. Valencia. Supervisor. Área Medica Integral. Hospital Pare Jofre. Agencia Valenciana de Salud. Valencia. España.
bEnfermero.
L
a administración de fármacos por vía subcutánea supone una técnica muy útil en la atención de los pacientes en el domicilio, sobre todo si presentan intolerancia oral o alteración de la absorción intestinal a la medicación. Por medio de esta vía podremos aplicar diferentes fármacos y proporcionar una hidratación adecuada. Hay 2 técnicas de administración de fármacos por vía subcutánea: a) infusión subcutánea intermitente, mediante la aplicación de bolos de forma puntual o periódica, y b) infusión subcutánea continua, por la que se consigue una liberación constante de la medicación, que constituye una técnica simple, efectiva, segura y, además, dados su tamaño reducido y escaso peso, permite una completa movilidad al paciente. En la práctica clínica estas bombas de infusión continua han encontrado su uso más frecuente en cuidados paliativos para el control de los síntomas. En estos casos, la combinación de 2 o 3 fármacos es lo más habitual, y puede evaluarse su compatibilidad y eficacia por medio de la observación clí-
nica, ante una falta de turbidez, precipitación, cambio de color, etc. Están disponibles en el mercado diversos tipos de bombas; en este artículo nos vamos a ocupar de las de liberación mecánica a un flujo constante del reservorio de silicona (fig. 1).
Material necesario – Infusor de volumen. La duración de la infusión, en función de las necesidades particulares de cada caso, se muestra en la tabla 1. – Tijeras. – Antisépticos. – Guantes y gasas estériles. – Suero fisiológico. – Jeringas de 50 ml cono Luer con rosca. – Jeringas de 10 ml. – Medicación. – Palomilla 22 o 23 G (a ser posible, palomillas de seguridad).
Procedimiento Preparación del infusor (fig. 2 a-f) – Utilizar una técnica aséptica en todo el proceso de preparación.
TABLA 1. Duración de la infusión según la velocidad de administración Volumen (ml)
Figura 1. Tipos de bombas de infusión.
Velocidad (ml/h) Duración (h) Duración (días)
60
2
30
1,25
100
2
50
2
60
0,5
120
5
100
0,5
200
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– Retirar la cinta que recoge el equipo de conexión, colocar el extremo distal del tubo de conexión en una posición más elevada que el resto. – Pinzar el tubo y retirar el tapón Luer del puerto de llenado (fig. 2 a). – Llenar la jeringa estéril de 50 ml con la medicación disuelta en suero fisiológico. – Eliminar todas las burbujas de la jeringa. – Conectar la jeringa llena en el puerto de llenado e inyectar la medicación dentro del reservorio. Repetir el proceso si es necesario hasta que el volumen deseado de medicación haya sido transferido al reservorio (fig. 2 b). – Una vez lleno el reservorio, retirar la jeringa y cerrar de nuevo con el tapón Luer el puerto de llenado (fig. 2 c).
– Abrir la pinza del tubo y retirar el tapón hembra del conector Luer distal; confirmar el cebado observando la salida de una gota en el extremo distal del tubo (fig. 2 d). – Colocar el tapón del conector y pinzar el tubo (fig. 2 e). Ya tenemos preparado el reservorio para colocar al paciente (fig. 2 f).
Colocación del paciente – Informar del procedimiento al paciente para disminuir su ansiedad y facilitar su colaboración. Colocarlo en una posición cómoda.
a
b
c
d
e
f
Figura 2 a-f. Preparación del infusor.
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– Localizar la zona de punción, rotando durante 5-7 días, desde el músculo pectoral derecho, el pectoral izquierdo, el deltoides derecho y el deltoides izquierdo. – Desinfectar la zona con povidona yodada. – Insertar en tejido subcutáneo una palomilla de tamaño 22 G purgada con suero fisiológico. – Fijar la palomilla a la piel con apósito transparente y poner la fecha de inserción. – Conectar el infusor a la palomilla. Despinzar el tubo. – Sujetar el infusor a la ropa del paciente de manera que le permita una buena movilidad. El infusor debe estar a una altura similar al punto de inserción. Si lo colocamos a una altura superior (p. ej., en un palo de gotero), la gravedad ejercerá su acción y la velocidad de flujo aumentará considerablemente.
Ventajas de la vía subcutánea – Fácil manejo para los familiares y cuidadores. – Es una vía cómoda para el paciente. – No precisa la hospitalización del paciente para su aplicación. – Apenas es dolorosa para el paciente. – Permite el cuidado del paciente en su domicilio.
– Facilita un adecuado control de los síntomas en la mayoría de los pacientes. – Mejora la autonomía y la calidad de vida de los pacientes. – Posibilita la administración de varios fármacos.
Complicaciones Su incidencia es escasa, aproximadamente de un 2-3%, y las más frecuentes son: – Irritación local. Constituye la complicación más frecuente, que suele resolverse cambiando el lugar de punción. – Infección local. Complicación poco frecuente, si tenemos en cuenta las medidas básicas de asepsia. – Edema. – Desconexión accidental. – Problemas con el infusor. Bibliografía general Benítez del Rosario MA, Pascual L, Asensio Fraile A. Cuidados paliativos. La atención a los últimos días. Aten Primaria. 2002;30:318-22. Fernández Díaz R, Pérez Suaréz MC. La vía subcutánea en cuidados paliativos. Jano. 2001;61:32-40. Graham F, Clark D. The syringe driver and the subcutaneous route in palliative care: the inventor, the history and implications. J Pain Symptom Manage. 2005;29:32-40.
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