Protocolo de actuación en urgencias del infarto agudo de miocardio

Protocolo de actuación en urgencias del infarto agudo de miocardio

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PROTOCOLOS DE PRÁCTICA ASISTENCIAL

Protocolo de actuación en urgencias del infarto agudo de miocardio

Medidas generale

R. Salguero Bodes, I. Sánchez Pérez, A Flox Camacho y C. Sáenz de la Calzada Campos Servicio de Cardiología. Hospital 12 de Octubre. Madrid.

Introducción. Clasificación de los síndromes coronarios agudos .............................. Los síndromes coronarios agudos (SCA) tienen una fisiopatología común (generalmente oclusión trombótica aguda de una placa de ateroma intracoronaria) y una presentación clínica muy similar, siendo difícil su diferenciación basada tan sólo en signos y síntomas. La tendencia actual, por motivos de elección de la actitud correcta en cada paciente desde el inicio de los síntomas, es clasificar a los pacientes en dos grupos según la presencia o no de ascenso del segmento ST en el electrocardiograma (ECG) de superficie (prueba de

rápido y fácil acceso en caso de sospecha, incluso en el ámbito extrahospitalario). Así se diferencian los SCA con ascenso del ST (SCACAST) y sin ascenso del ST (SCASAST). El SCACAST suele evolucionar hacia el desarrollo de un infarto agudo de miocardio (IAM) que afecta a la transmuralidad de la pared ventricular y que origina ondas Q en el ECG de superficie, por lo que su manejo inicial se puede equiparar al del clásico IAM con onda Q.

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...........................................................................................................................................................................................

Objetivos terapéuticos Los objetivos primordiales del tratamiento del SCACAST son: a) aliviar el dolor isquémico y la ansiedad, b) estabilización de la situación hemodinámica, c) aumentar el flujo coronario (reperfusión) lo antes posible, d) disminuir la demanda miocárdica de oxígeno, e) evitar, detectar y tratar las eventuales complicaciones rápidamente y f) mejorar el pronóstico. Varios estudios demuestran que el rápido acceso a un monitor-desfibrilador (y a la terapia de reperfusión) es, probablemente, la actitud inicial que más puede influir positivamente en cuanto a la supervivencia, por lo que es fundamental actuar con celeridad en cuanto al traslado del paciente a un centro hospitalario con los medios adecuados como a la unidad coronaria si es preciso una vez confirmado el diagnóstico.

Secuencia de actuación en urgencias Por este motivo, en el área de urgencias, en todo paciente con molestias torácicas no traumáticas ha de determinarse la probabilidad (alta, intermedia o baja) de isquemia aguda causada por enfermedad coronaria, debe realizarse un ECG completo, y si se confirma la sospecha de SCA, posible o definido, se aplicarán las siguientes medidas generales, resumi2688

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Reposo en cama Constantes vitales Vigilar vía aérea O Monitorización co Anamnesis y expl Obtener vía venos ECG de 12 derivac Avisar al cardiólo Valorar estrategia (fibrinólisis frent Avisar al equipo d

das en la figura 1, que deberán ponerse en marcha de forma inmediata:

Evitar alarmar al paciente Reposo absoluto en cama, con el cabecero elevado si hay signos o síntomas de insuficiencia cardíaca y en posición de Trendelenburg si hay hipotensión arterial sin insuficiencia cardíaca. Avisar al cardiólogo si procede.

Toma inmediata de las constantes vitales (frecuencias cardíaca y respiratoria, tensión arterial, etc.) Simultáneamente al resto de medidas se realizará una anamnesis y exploración física básica encaminada a detectar inestabilidad hemodinámica y/o disfunción ventricular.

Situar al paciente en la proximidad de un desfibrilador Es necesario comprobar su correcto funcionamiento, y el de los medios necesarios para la reanimación cardiopulmonar (RCP) con personal sanitario entrenado. 76

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SCACAST en urgencias

Medidas generales

Medidas farmacológicas

Situaciones especiales

Reposo en cama Constantes vitales Vigilar vía aérea O2 Monitorización con desfibrilación Anamnesis y exploración básicas Obtener vía venosa y analítica ECG de 12 derivaciones Avisar al cardiólogo Valorar estrategia de reperfusión (fibrinólisis frente a angioplastia primaria) Avisar al equipo de angioplastia si procede

AAS 75-500 mg salvo contraindicación Nitroglicerina vo seguida de iv salvo hipotensión Analgesia con opiáceos si es preciso Valorar anticoagulación Valorar bloqueo beta iv Valorar fibrinólisis de acuerdo con la unidad coronaria

Bradicardia: marcapasos transcutáneo, atropina, isoproterenol Edema agudo de pulmón: furosemida, inotropos, oxígeno alto flujo, nitroglicerina, morfina, ventilación mecánica Arritmias ventriculares (fibrilación ventricular): cardioversión urgente seguida de lidocaína iv Hipotensión arterial: aminas, valorar contrapulsador Parada cardiorrespiratoria: RCP avanzada

Ninguna medida debe demorar el traslado, salvo inestabilidad grave que ponga en peligro su realización con garantías

Traslado diligente con oxígeno, material de intubación orotraqueal y ventilación mecánica, desfibrilador portátil con batería cargada, medicación necesaria para la reanimación y la sedorrelajación, personal entrenado en RCP avanzada

PROTOCOLOS DE PRÁCTICA ASISTENCIAL

Medidas a tomar en el servicio de urgencias ante un paciente con síndrome coronario agudo con ascenso del ST (SCACAST).

Fig. 1.

ECG: electrocardiograma; AAS: acido acetilsalicílico; vo: por vía oral; iv: intravenosa; RCP: reanimación cardiopulmonar.

Realizar electrocardiograma completo de 12 derivaciones y monitorización electrocardiográfica continua Obtener una vía venosa y analítica Debe incluir: hemograma, bioquímica básica con perfil cardíaco y estudio de coagulación. Evitar en lo posible inyecciones intramusculares o punciones arteriales no compresibles (evitar la vía subclavia) por la posibilidad de posterior fibrinólisis.

Oxigenoterapia Generalmente a bajo flujo (2-4 litros por minuto, mediante mascarilla o gafas nasales) mientras persista la isquemia o si la saturación de O2 es inferior al 90%. Si hay insuficiencia respiratoria grave o disminución del nivel de conciencia, valorar intubación orotraqueal y ventilación mecánica o incluso ventilación mecánica no invasiva en casos seleccionados. 77

Ácido acetilsalicílico (125-500 mg) Se administrará si no hay contraindicaciones (alergia conocida grave o hemorragia activa grave). Puede emplearse la vía oral siempre que se trate de comprimidos masticables sin cubierta entérica. La alternativa es el clopidogrel.

Nitratos Su administración está supeditada a la ausencia de hipotensión durante la crisis inicial y siempre que recurra la angina. Inicialmente se administrará nitroglicerina por vía sublingual (hasta 3 comprimidos de 0,4 mg) seguida si es preciso de intravenosa a razón de 5-10 mcg/min con incrementos cada 5-10 minutos, hasta controlar los síntomas o aparición de hipotensión, por lo que se debe controlar frecuentemente la tensión arterial. Si la tensión arterial sistólica disminuye por debajo de 90-100 mmHg debe ser reducida o suspendida. Es preciso tener especial precaución en infartos inferiores y/o de ventrículo derecho, por la tendencia a hipotensión arterial que presentan. Medicine 2005; 9(40): 2688-2690

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ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES (VI)

Analgesia Si las medidas previas no son suficientes para aliviar el dolor. Es particularmente eficaz el cloruro mórfico por vía intravenosa en bolos de 2 a 5 mg cada 5 minutos, hasta un máximo de 10-15 mg. Aparte del efecto analgésico tiene efecto ansiolítico y disminuye la precarga por venodilatación. Precaución en broncópatas y en casos de hipotensión o bradicardia importantes. Una alternativa es la meperidina. La naloxona revierte rápidamente sus efectos. Si aparecen náuseas y/o vómitos puede emplearse metoclopramida en ausencia de contraindicaciones.

Anticoagulación En el SCACAST su empleo rutinario no ha demostrado beneficios en la supervivencia. Es recomendable contar con la presencia del cardiólogo que continuará el tratamiento del paciente para su prescripción, pues su indicación es clara en caso de que se trate de un IAM y vayan a emplearse fibrinolíticos fibrina-selectivos (tPA, rtPA), mientras que con otros no es tan relevante el modo y tiempo de administración. También se aconseja en pacientes con alto riesgo embólico (IAM anterior o extenso, imagen de trombo en ventrículo, fibrilación auricular o antecedentes embólicos) y, en general, en los pacientes no sometidos a fibrinólisis que no tengan contraindicación. Cuando está indicada, si se opta por heparina no fraccionada, se recomienda iniciar con bolo intravenoso de 6070 U/kg seguido de infusión continua de 12 U/kg/h ajustando el ritmo para mantener el tiempo de cefalina (TTPa) entre 1,5 y 2,5 veces el control. Si se opta por enoxaparina, se recomienda emplear 1 mg/kg cada 12 horas por vía subcutánea (la primera dosis se puede administrar una parte intravenosa y el resto subcutánea).

Otras medidas A veces necesarias para conseguir la estabilización suficiente para proceder con un mínimo de garantías al traslado a la unidad coronaria (es recomendable la presencia del cardiólogo y nunca deben retrasar el traslado): 1. Colocación de marcapasos externo transcutáneo en casos de bradicardia sintomática o bloqueo auriculoventricular (AV). 2. Atropina (1 mg intravenoso en bolo, hasta un máximo de 3 mg) en casos de bradicardia sintomática. 3. Isoproterenol en infusión intravenosa continua a razón de 0,5-15 mcg/kg/min en caso de bloqueo AV completo sintomático. 4. Dopamina en infusión intravenosa continua a razón de 2,5-10 mcg/kg/min en casos de hipotensión arterial grave. 5. Dobutamina en infusión intravenosa continua a razón de 2,5-10 mcg/kg/min en caso de precisar de inotrópicos. 6. En pacientes en los que no se controle el dolor puede iniciarse bloqueo beta por vía intravenosa en ausencia de contraindicaciones. 2690

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7. Diuréticos potentes (furosemida 20-40 mg en bolo intravenoso) en casos de edema agudo de pulmón. 8. Lidocaína intravenosa: bolo de 1 mg/kg seguido de infusión continua de 1-4 mg/min, sólo en casos de fibrilación o taquicardia ventricular sostenida tras la cardioversión eléctrica inmediata. Es importante recordar que no se debe emplear de forma profiláctica en todos los pacientes de forma indiscriminada por aumentar la mortalidad por asistolia. 9. En los casos de SCACAST el tratamiento trombolítico no tiene por qué restringirse a la unidad coronaria, pudiendo administrarse allí donde suponga un mayor beneficio para el paciente, pero sólo debe plantearse con el acuerdo y coordinación con el “escalón terapéutico” siguiente que va a hacerse cargo del paciente posteriormente (generalmente la unidad coronaria) y siempre que se den las suficientes garantías. 10. Una vez evaluado por el equipo médico de cuidados intensivos coronarios y bajo su supervisión, tampoco debe restringirse la puesta en marcha de los procedimientos de intervencionismo coronario precoz (angioplastia primaria) a la unidad coronaria, de forma que desde el área de urgencias puede establecerse contacto con el equipo de guardia localizado a tal efecto para obtener un evidente acortamiento del tiempo hasta la reperfusión, mientras el paciente es trasladado a la unidad coronaria o a la propia sala de hemodinámica. El traslado de los pacientes que lo requieran deberá realizarse con monitorización y acceso a desfibrilador continuo, acompañado siempre de personal sanitario cualificado en la reanimación cardiopulmonar, con todo el material necesario, para llevarla a cabo en caso de parada cardiorrespiratoria durante el mismo de forma diligente y lo antes posible en cuanto se obtenga un nivel de estabilización mínimo del paciente.

Bibliografía recomendada • Importante •• Muy importante ✔ Metaanálisis ✔ Ensayo clínico controlado ✔ Epidemiología EM, Anbe DT, Armstrong PW, Bates ER, Green LA, Hand •• Antman M, et al. ACC/AHA guidelines for the management of patients with

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ST-elevation myocardial infarction; A report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines (Committee to Revise the 1999 Guidelines for the Management of patients with acute myocardial infarction). J Am Coll Cardiol. 2004;44(3):E1-E211. Aros F, Loma-Osorio A, Alonso A, Alonso JJ, Cabades A, Coma-Canella I, et al. The clinical management guidelines of the Sociedad Española de Cardiologia in acute myocardial infart. Rev Esp Cardiol. 1999;52 (11):919-56. Schiele F, Meneveau N, Seronde MF, Caulfield F, Fouche R, Lassabe G, et al. Compliance with guidelines and 1-year mortality in patients with acute myocardial infarction: a prospective study. Eur Heart J. 2005. Van de Werf F, Ardissino D, Betriu A, Cokkinos DV, Falk E, Fox KA, et al. Management of acute myocardial infarction in patients presenting with ST-segment elevation. The Task Force on the Management of Acute Myocardial Infarction of the European Society of Cardiology. Eur Heart J. 2003;24(1):28-66. 78