PROTOCOLOS DE PRÁCTICA ASISTENCIAL
Protocolo diagnóstico y tratamiento de la rinitis J. Guerrero Ríos Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Príncipe de Asturias. Alcalá de Henares. Madrid.
Introducción .......................................................................................................................................................... El término “rinitis” significa inflamación de la mucosa nasal, pero para su diagnóstico no se examinan los marcadores inflamatorios, sino que se consideran sus síntomas clínicos; hablamos pues de rinitis ante un trastorno caracterizado por la presencia de uno o más de los siguientes síntomas: estornudos, prurito, rinorrea y congestión nasal. Si nos fijamos en el tiempo de evolución distinguimos entre rinitis aguda o vírica y rinitis crónica relacionada con distintos factores: rinitis alérgica, otras infecciones, inducida por fármacos, ocupacional, medicamentosa, hormonal, eosinofílica no alérgica, etc. (tabla 1).
TABLA 1
Clasificación de las rinitis Alérgica
Atrófica
Infecciosa: vírica, bacteriana
Irritativa
Ocupacional no alérgica
NARES: no alérgica eosinofílica
Medicamentosa
Por reflujo gastroesofágico
Inducida por fármacos
Tabáquica
Hormonales
Del anciano
Emocionales
Idiopática
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Rinitis alérgica Son cuadros que cursan con síntomas nasales de hipersensibilidad, como prurito, estornudos, rinorrea acuosa o hidrorrea y obstrucción1 (fig. 1). Están mediados por el sistema inmunitario y los anticuerpos implicados son del tipo inmunoglobulina E (IgE). El primer paso para su diagnóstico es una correcta historia clínica para evaluar la sintomatología, la gravedad y la duración del problema. El documento ARIA (Allergic Rhinitis and its Impact on Asthma) publicado en el 2001 expone una nueva clasificación de rinitis alérgica2 en función de su duración (intermitente y persistente) y de su gravedad (leve o moderada-grave) (tabla 2). En la anamnesis no deben faltar los antecedentes familiares de atopia, los factores desencadenantes y las enfermedades asociadas. El asma y la rinitis suelen coexistir, se observa una clínica de asma en un 20-40% de los pacientes afectos de rinitis alérgica. Hay múltiples estudios que demuestran una estrecha interacción entre el tracto respiratorio superior y el inferior. El diagnóstico de la rinitis alérgica se basa en la práctica de pruebas epicutáneas o en la determinación de la IgE específica en suero. La sensibilización a los alergenos se demuestra mediante las pruebas epicutáneas o Prick test o la
TABLA 2
Clasificación de la rinitis alérgica del documento ARIA (Allergic Rhinitis and its Impact on Asthma) Intermitente síntomas presentes: Cuatro días a la semana o menos O cuatro semanas como máximo Persistente síntomas presentes: Más de cuatro días a la semana Y más de cuatro semanas Leve o que no cursa con ninguna de las características: Alteraciones del sueño Interferencia con las actividades diarias, lúdicas y/o deportivas Interferencia con el trabajo o con la escuela Síntomas molestos Moderada-grave que están presentes una o más de las siguientes: Alteraciones del sueño Interferencia con las actividades diarias, lúdicas y/o deportivas Interferencia con el trabajo o con la escuela Síntomas molestos
determinación de anticuerpos específicos del tipo IgE (RAST). El Prick test es el método más utilizado; se realiza una punción epidérmica, sin rebasar la barrera dérmica, en donde habremos depositado previamente una gota con solución antigénica. Cuando el antígeno (Ag) se introduce en un individuo previamente sensibilizado, las IgE al unirse al Ag proMedicine. 2007;9(91):5895-5899
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Diagnóstico de rinitis alérgica Obstrucción, estornudos, picor, hidrorrea Prick test +
Evitación de alergenos
Síntomas intermitentes
Leve
(En orden de preferencia) Anti H1 oral o Anti H1 nasal y/o VC nasal (< 10 días)
Síntomas persistentes
Moderada/grave
Leve
Moderada/grave
(En orden de preferencia) Anti H1 oral o Anti H1 nasal y/o VC nasal (< 10 días) o Corticoide nasal o Cromonas (uso limitado)
Corticoide nasal Revisión en 2-4 semanas
Revisión en 2-4 semanas
Mejoría
Fracaso
Mantener 1 mes
Incremento gradual de las dosis
Mejoría
Fracaso
Tratamiento 1 mes con reducción gradual de las dosis
Revisión del diagnóstico, búsqueda de infecciones u otras causas
↑ Dosis corticoide nasal Bromuro ipratropio
Hidrorrea
Anti H1
Prurito/ estornudos
Corticoides orales pauta corta
Obstrucción
Fracaso Fracaso o uso prolongado de fármacos sintomáticos: Inmunoterapia
Derivación quirúrgica
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Fig. 1.
Tratamiento secuencial en la rinitis alérgica en el adulto.
VC: vasoconstrictor.
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PROTOCOLO DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA RINITIS
vocan degranulación de los mastocitos, cuyos gránulos contienen múltiples mediadores, entre ellos histamina, que determinan la reacción inmediata que es la que produce los cambios cutáneos que medimos en esta prueba3.
mal definido y otros de etiología y patofisiología parcialmente desconocida6 (fig. 2).
Rinitis ocupacional no alérgica Tratamiento Las estrategias terapéuticas pasan por unas guías de tratamiento que actualmente están basadas en evidencias científicas (ARIA). Se recomienda una secuencia de actuaciones en función de la afectación y gravedad. El primer paso será evitar los alergenos siempre que sea posible. El tratamiento medicamentoso se basa en antihistamínicos de segunda generación, ya que son más potentes, tienen una mayor rapidez de acción y atraviesan la barrera hematoencefálica en menor proporción. Actúan reduciendo el número e intensidad de los estornudos, el prurito nasal, palatino y ocular, la hidrorrea y la irritación conjuntival. Son poco eficaces en la obstrucción nasal. La azelastina y la levocabastina existen en presentación intranasal y están recomendadas en las afectaciones leves y limitadas a un solo órgano o asociadas a una medicación continua. En la rinitis persistente grave están indicados los corticoides intranasales, con aumentos y reducciones graduales de las dosis. Si no hay respuesta se puede asociar una pauta corta con corticoides por vía oral4,5. Si el síntoma predominante es la hidrorrea se puede recurrir a los anticolinérgicos como el bromuro de ipratropio de aplicación intranasal.
Rinitis infecciosa Rinitis vírica Se trata del resfriado común o infección vírica aguda del tracto respiratorio superior. Es un cuadro leve, autolimitado y desaparece en una o dos semanas sin un tratamiento específico. Los agentes causales más frecuentemente implicados son el rinovirus, el coronavirus y el virus respiratorio sincitial. El diagnóstico lo haremos por la clínica de rinorrea, congestión nasal, dolor de garganta, cefalea, dolor sinusal, tos, mialgias, sensación distérmica, cansancio y anorexia. En el lactante puede asociarse fiebre. El tratamiento es sintomático (analgésicos, descongestivos tópicos, antihistamínicos, mentol, etc.).
Rinitis bacteriana
Está producida por agentes transportados por el aire en el lugar de trabajo. La mayoría de los agentes productores de este tipo de rinitis son compuestos de bajo peso molecular. Se han identificado más de 250 diferentes productos químicos. Algunos compuestos, como el cloro, pueden inducir rinitis irritativa en un 30-50% de los trabajadores expuestos.
Rinitis medicamentosa Se define como hiperreactividad nasal, inflamación mucosa, efecto rebote y tolerancia inducida o agravada por el abuso de vasoconstrictores tópicos. Inicialmente los vasoconstrictores nasales se basaban en la efedrina y derivados que producían un efecto rebote con frecuencia. Los actuales, tipo oxi o xilometazolina, desarrollan rinitis medicamentosas más raramente y con un uso superior a los 10 días. La terapia consiste en la retirada del vasoconstrictor y la sustitución por un corticoide tópico para paliar el proceso de suspensión.
Rinitis inducida por fármacos Una gama amplia de medicamentos pueden producir síntomas nasales. Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (benazepril, captopril, nalapril, etc.), antihipertensivos (guanfacina, reserpina, hidralazina, metildopa, guanetidina) antagonistas alfa adrenérgicos (prazosin, fentolamina), bloqueadores beta (intraoculares, propranolol, alprenolol, pindolol, atenolol, etc.), anticonceptivos orales, ácido acetilsalicílico y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE), psicotropos (clorpromazina, thioridazina, clordiazepóxido, amitriptilina, alprazolam, etc.) e inmunosupresores (ciclosporina, ácido mycofenólico).
Rinitis hormonal Se producen cambios en la nariz durante el ciclo menstrual, el embarazo, el hipotiroidismo y la acromegalia. También se observa una atrofia nasal en las mujeres posmenopáusicas. En el embarazo la rinitis va paralela al nivel de estrógenos en sangre, y sus síntomas desaparecen con el parto.
Ver infecciones rinosinusales en otro artículo de esta monografía.
Rinitis no alérgica eosinofílica: NARES
Rinitis no alérgicas no infecciosas Cuando en una rinitis hemos descartado la causa alérgica y la infecciosa existe un número importante de procesos, alguno
Son pacientes con sintomatología persistente de estornudos en salvas, hidrorrea profusa, obstrucción nasal y picor de la mucosa nasofaríngea. En la citología nasal se observa un 25% o más de eosinófilos con un Prick test normal y ausenMedicine. 2007;9(91):5895-5899
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Diagnóstico y tratamiento de rinitis no alérgica no infecciosa
Citología nasal: > 20% eosinófilos
Endoscopia nasal
NARES
Alteración estructural
Poliposis
Tumores
Corticoide nasal Sin hallazgos
Estudio función mucociliar: Aclaramiento, movimiento Microscopía electrónica Test de la sacarina
Idiopática
Discinesia ciliar primaria (síndrome de Kartagener) Fibrosis quística
Predominio obstrucción nasal
Corticoide nasal
Hidrorrea
Anti H1 Bromuro ipratropio
Prurito, estornudos
Anti H1
Fracaso tratamiento médico
Valorar cirugía del cornete inferior
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Fig. 2.
Diagnóstico y tratamiento en la rinitis no alérgica no infecciosa.
NARES: rinitis no alérgica eosinofílica.
cia de elevación tanto de la IgE específica como de la total. Estos pacientes responden bien a la terapia corticoidea tópica intranasal.
El tratamiento se basa en medicamentos sintomáticos, antihistamínicos para picor, estornudos e hidrorrea; corticoide tópico para la obstrucción y en los casos resistentes cirugía sobre los cornetes inferiores (criocirugía, diatermia, fractura externa, etc.).
Rinitis idiopática Cuando se han excluido todas las causas posibles (alergia, infección, lesión estructural poliposis, enfermedades sistémicas, etc.) y el paciente sigue manifestando una congestión nasal persistente, rinorrea, y/o estornudos hablaremos de rinitis idiopática. Se han barajado múltiples etiologías, entre otras un disbalance entre el sistema nervioso simpático y parasimpático con predominio de este último; anteriormente se conocía esta entidad como rinitis vasomotora. 5898
Medicine. 2007;9(91):5895-5899
Batería diagnóstica en la rinitis: 1. Historia clínica. 2. Rinoscopia anterior, endoscopia nasal. 3. Pruebas alérgicas: Prick test, IgE sérica específica, prueba de provocación nasal. 4. Citología nasal. 5. Prueba de imagen: radiografía simple, tomografía computarizada, resonancia magnética.
PROTOCOLO DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA RINITIS
6. Función mucociliar: aclaramiento, movimiento ciliar, microscopía electrónica. 7. Permeabilidad nasal: rinomanometría, rinometría acústica. 8. Estudio de olfacción. 9. Determinación de óxido nítrico.
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